Strawberry Fields Forever

[En el escenario unos enormes plafones con fotos ocupan la parte de los laterales… Son fotos en su mayoría en blanco y negro y de personas con brazos hinchados y venosos, caras esforzadas y piernas aceitosas… Destaca una enorme colección de fotos de un joven y entonces desconocido Arnold Schwarzenegger utilizando todos los aparatos de gimnasio imaginables… Entre los plafones aparece el acto principal, sonriendo…]

– Historias de gimnasio… :) Es extraño el poder que tienen a veces las palabras… O cuanto menos curioso… El dueño del gimnasio, un exculturista muy campechano y juerguero nos ha explicado a R. y a mí una anécdota de aquellas que impresionan (por lo absurdo) mientras teníamos las piernas a punto de reventar…

Un alemán llegó al gimnasio para apuntarse durante sus vacaciones en nuestro soleado (a veces demasiado) país… Por supuesto, el súbdito germano no tenía ni idea de nuestra lengua, y se defendía en inglés. Por desgracia, el encargado del gimnasio y esa lengua están peleados de por vida así que el hacerse entender, como comprenderéis, era algo complicado… El alemán le pidió al encargado si podía venderle un preparado de proteínas, ya sabéis, uno de esos extraños mejunjes de no se sabe qué sustancias y que prometen convertir su consumidor en un príncipe modelo estándar. El encargado, milagrosamente, llegó a entender qué era lo que le estaba pidiendo su nuevo cliente (no quiero ni pensar qué otro mejunje podría haberle dado de otro modo) y dada la diversidad de la gama de esos productos, le preguntó con una de las pocas palabras en inglés que conocía (y que además estaba en el envase)… ¿Strawberry?

A partir de ese mágico momento, esa palabra se convirtió en la única forma de entenderse… El alemán cuando llegaba al gimnasio le saludaba con un sonoro “¡Strawberry!” mientras que en sus paseos por el gimnasio, el encargado le preguntaba que tal se sentía con un “¿Strawberry?” y el dedo pulgar hacia arriba, a lo que el sudoroso alemán contestaba “¡Strawberry! ¡Strawberry!”…

Sin duda, creo que es la primera vez en la historia que una única palabra ha servido para expresar tantas cosas (bueno, a excepción de abracadabra y supercalifragilisticoexpialidoso)…

Hasta la próxima función… ¡Strawberry! :)

Scary Monsters (And Super Creeps)

…Y cuando llegó al sitio donde habitan las cosas salvajes rugieron sus terribles rugidos e hicieron rechinar sus terribles dientes y giraron sus terribles ojos y mostraron sus terribles garras…

Where The Wild Things Are
(Maurice Sendak)

Ojalá todos los monstruos fueran como estos… :)

rearviewmirror

… Y así es como desde hace un tiempo ya, soy víctima de un extraño fenómeno que se inicia cuando subo a mi coche… Un juego no escrito, pero cuyas reglas no tardas en aprender si eres un poco inquieto… Aunque no tenga un nombre comercial (pues creo que los publicistas no sabrían poner otro nombre más llamativo) yo le llamo “el juego de las miradas por el retrovisor”… Muy evidente además… :)
Lo siento, soy incapaz de abstraerme a este perverso vicio. Cuando paro en un semáforo o en algún STOP mi vista busca inmediatamente el espejo retrovisor para escudriñar quien va detrás de mí. Puedes encontrarte desde padres llevando a unos somnolientos niños al colegio o estudiantes que se dirigen a la universidad, hasta un compañero de trabajo que te saluda con la mano deseando llegar antes que tu para quitarte el aparcamiento…

Claro está que la indagación debe hacerse con discreción, para no alarmar a nuestro objetivo. Por ello han que ponerse en práctica tácticas de camuflaje y disuasión… La que más utilizo yo es la de acercarme rápidamente al retrovisor para intentar determinar si hay alguna vena en mi ojo que se haya salido de su cauce… Os aseguro que suele funcionar, y la víctima del juego sigue tranquilamente ensimismada en sus pensamientos…

Pero lo mejor de este juego es inventarte historias… Convertir al obrero que lleva el bocadillo con el papel de plata en la guantera en un traficante de incógnito, o a la chica que conduce detrás de ti en una preciosa camarera americana sirviendo donuts durante todo el día en una cafetería de carretera desierta…
Claro que el juego (como todos) tiene su riesgo… Y puedes acabar tú siendo un personaje más en la historia de otro… Pero sin riesgo no habría diversión… ¿No creéis?

[El actor principal se retira aunque de reojo sigue observando a los asistentes con recelo…]

King Of Pain

[El actor principal sale a escena con rostro cansino. Parece que ha tenido un duro día por la expresión de su cara… Da unos pasos titubeantes hacía la parte delantera del escenario y con un suspiro empieza la función…]

– ¿Por qué nos duelen las cosas? ¿No sería más fácil para todos pasar por esta vida sin tener que franquear momentos difíciles, y que cuando el telón se cerrara definitivamente nos esfumáramos silenciosamente como una suave brisa que meza otras telas en otro escenario? ¿Quién es el que pone en nuestro camino el dolor?
Hay cosas que duelen como punzadas en el estómago, otras que causan agudos pinchazos como cuando te duelen los ojos y otras que atraviesan tu cabeza una y otra vez hasta convertirla en un auténtico caos… Pero aún hay un dolor más terrible… El más doloroso… Y ese dolor es el que no duele… El que te consume por dentro, y te convierte en un ser sin aliento…

Sabéis lo peor… Hay que convivir con ese dolor…

Lo habéis adivinado… Hoy ha sido mi primer día en el gimnasio… Y lamentablemente no va a ser el último… Desde aquí puedo oír la risa burlona del médico que me lo recomendó… :(

You Learn

[Hoy el teatrillo huele extrañamente a… ¿catarata? La luz desprende un intenso fulgor… ¿jazmín? Y el amiente está calmado y en… ¿amarillo?…
En el escenario una gran pizarra con miles de
garabatos y borrones espera el inicio de función… El artista sale a escena con una bata blanca (¿que insólitamente sabe a mandarina?) y tras saludar al público con un “buenas tardes” no demasiado sentido, coge un borrador y despeja de jeroglíficos una zona de la pizarra…]

– Al final de la clase pasaré a recoger los deberes de ayer… La palabra de hoy es “sinestesia”…

[El actor escribe aceleradamente la palabra en la pizarra apretando con fuerza la tiza en cada trazo…]

– Etimológicamente significa «percepción simultánea». Es un fenómeno en el cual la percepción de determinados estímulos va acompañada de ciertas imágenes propias de otra modalidad sensorial. La sinestesia se basa en una asociación de sens/ac(c)iones diversas, advertidas sincrónicamente por un individuo. Para la Psicología, la sinestesia representa la coexistencia en el mismo contexto mental de sensaciones provenientes de órganos sensoriales diferentes…

[Ante la cara de asombro y desconcierto de la mayoría del público, el actor principal relaja su discurso…]

En otras palabras, las personas que tienen sinestesia ven sonidos, huelen colores, saborean palabras, escuchan las formas, sienten la música en la piel… ¿Os imagináis?… ¿Huele la rugosidad de una tela? ¿Qué sonido tiene el color azul? ¿Puede golpearte la luz? ¿A qué sabe el viento? ¿De qué color es el sonido de la guitarra de Jimi Hendrix?… La vida no deja de sorprenderme… Es caprichosa…

Para mañana quiero un resumen de la página 33 azul de vuestros libros… Y además quiero que me digáis si este número es correcto…

[De pronto, un timbre suena interrumpiendo la función, y un intenso olor a nocilla invade el ambiente… No, esta vez no es fruto de la sinestesia… Es la hora de la merienda… :)]

Strange Attraction

– Desde que la vi por primera vez, por entonces con los ojos pintados de negro, me quedé prendado de ella… ¿Pueden reunirse en una sola persona tantos dones? Sin duda una mujer fascinante…

Mr. Bad Guy

– Vaya, vaya, vaya… Creo que ha venido por aquí… A ver, a ver… ¿Dónde está? ¡¡Oh!! Si estáis ahí… A ver niños, ¿habéis visto al demonio por aquí?
[El público responde con un “NO” al unísono…]
– Bueno pues me voy por aquí a ver si le encuentro… Pero avisadme si viene, ¿vale?
[“SI” resuena en el teatrillo… Al poco por el otro lado, otra figura aparece con un gesto malhumorado…]
– ¡¡¡Uh!!! Soy el demonio, y os voy a coger a todos y a llevaros al infierno conmigo para poneros en una olla y coceros lentamente… JA JA JA JA JA…
[El público grita “NO”, y algunos de los asistentes, asustados, se esconden tras el respaldo de las butacas delanteras.]
– Ahora me voy, pero no le digáis a nadie que he estado aquí… Me voy, me voy…
[Poco después, vuelve a aparecer la primera figura, tarareando una canción…]

– PA PA PA PA, TARARARA TATA, PA PA PA PA… Hola… No le encuentro… ¿Le habéis visto?
[El público estalla en un “SI” atronador…]
– A sí vaya, vaya… ¡Que mala suerte!
[La figura se tapa la cara con las manos en señal de desesperación. Está terriblemente abatido… De pronto, tras el aparece el diablo… El público reacciona de inmediato, intentando advertir al cazador de la presencia del demonio… Saltan, gritan y patalean para atraer la atención del protagonista de este guiñol. Un poco tarde, el protagonista sale de su tristeza mirando a derecha y a izquierda, pero el demonio se ha ocultado ya de nuevo.
– ¡Que pasa! ¡Que pasa! ¡Que pasa! ¡Que susto me habéis dado! ¿Le habéis visto, niños?
[“SI” contesta el público…]
– ¿Por donde se ha ido?
[“¡¡¡Por ahí…!!!” grita el público, gesticulando y apuntando con el dedo… Algunos llegan a decir “Por la izquierda” aunque también hay alguno al que se le escapa “Por la derecha” porque no tiene muy claros esos dos conceptos…]
– Así que está por aquí… A ver, no sé, no sé… No veo nada…
[El protagonista se gira hacia la izquierda, pero tras él, a su derecha, aparece de nuevo el diablillo. El público vuelve a alborotarse ante la figura oscura y con nariz larguirucha, que se esfuma tan rápidamente como llegó por el lado…]
– ¿Le habéis visto? ¿Dónde?
[Un “SI” explota de nuevo en las gargantas de los asistentes… “¡¡¡Por allá!!!” señalan en la otra dirección… El protagonista vuelve a girarse esta vez en la otra dirección…]
– Vamos a ver si tengo suerte… A ver por aquí… A ver…
[De nuevo no llega a ver nada, pero al otro lado vuelve a aparecer la figura rojiza del demonio. Los asistentes vuelven a enloquecer alarmando al protagonista que vuelve a girarse rápidamente para dirigirse de nuevo al público… Esta vez el diablo no se esconde…]
– Por aquí tampoco está… ¿No me engañáis? ¿Le habéis vuelto a ver?
[“SI” exclama todo el mundo…]
– ¿Pero dónde?
[“¡¡Está detrás de ti!!” gritan…]
– ¿Dónde?
[“¡¡Detrás de ti!!” vuelven a replicar…]
– ¿Estáis seguros?
[“¡¡SI!!”, gritan histéricamente…]
– Bueno, voy a ver otra vez…
[Y el protagonista se vuelve a girar confiado, pero esta vez topa con el diablillo cara a cara. Casi sin tiempo a reaccionar, el protagonista alza el garrote que lleva pegado a la mano y empieza a golpear al diablo…]
– TOMA, TOMA, TOMA, TOMA y TOMA…
[El garrote resuena en la cabeza hueca del diablillo una y otra vez… Finalmente, el cuerpo de trapo del demonio yace inmóvil sobre el teatrillo mientras el público rompe en aplausos y el protagonista les saluda con una sonrisa de oreja a oreja…]

[…Y entonces este cuento se acaba… Pero no muy lejos, en otro teatrillo, la función vuelve a empezar… Es una historia muy vieja, pero la vida se niega a olvidarla tan fácilmente…]

Truth Hits Everybody

[El patio de butacas está abarrotado esta noche… Mucha gente se ha visto atraída por lo que han contado sobre la función en algún periódico. Esperan la aparición del actor principal, cuyo honor parece haber sido dañado, según los insistentes cuchicheos… El telón se alza silencioso, y tras él, la oscuridad cubre lo que sea que venga detrás… Poco a poco, pequeños destellos empiezan a hacerse visibles, entre la penumbra… Cada vez son más… Decenas de destellos plateados salen poco a poco a escena, mientras un sonido metálico y constante se hace cada vez más audible… El protagonista aparece con una pesada armadura cubriendo su cuerpo… Tiene la cara embarrada y con algún arañazo sin importancia, y blande una espada y un escudo en el que puede verse una flecha clavada… La armadura no parece ahora tan reluciente, y está cubierta por chorreones de agua sucia seca y barro…]

– Las verdades a veces duelen… Y deberíamos acostumbrarnos a ello… Ahí afuera ha habido una batalla en la que realmente no me ha importado lo que se ha contado y lo que no… Dos flechas casi me hieren, una de ellas la paré con el escudo… La otra…

[El actor principal deja caer el escudo al entarimado y muestra una flecha rota clavada a la altura del hombro izquierdo…]

Tranquilos… No es nada… Un simple rasguño sin importancia… Por suerte no estaba envenenada…

[Tras unos instantes en silencio, el personaje reacciona…]

– Lo siento… Se acabó la función por hoy…

[…Y soltando la espada, empieza a despojarse de la coraza. Las piezas caen pesadamente sobre las tablas…]

Tengo que hablar un poco en serio, aunque no me guste… Que este teatrillo no es el mejor del mundo ya lo sé, y nunca he alardeado de ello, ni pienso hacerlo… Pero de eso se trata: de mantener una llama encendida y soñar con mejorar día a día para poder llegar a serlo alguna vez… Siempre me gustó construir castillos de arena de pequeño, haciendo túneles entre sus murallas y torreones firmes. Pero odiaba cuando las olas lo arrasaban o algún mayor despistado tropezaba con ellos… Y no quiero que pase lo mismo ni con este teatrillo, ni con las personas que han puesto su confianza en él y que desde aquí agradezco. Nunca tendré palabras suficientes para ello…

Nadie viene forzado a presenciar esta función, ni pido nada a cambio de mis representaciones a no ser algo difícil de encontrar hoy en día, pero posible, incluso en los individuos más cuadriculados… Una pizca de imaginación… Sí, es verdad, aún creo en caballeros que salvan a princesas y matan a dragones… Soy un soñador nato (aunque para algunos un cursi)… Y espero no cambiar nunca… Estoy orgulloso de ser como soy… Si a alguien no le gusta mi manera de ser, hablar o pensar tiene una solución muy fácil a mano… Pero no tiene por que sentirse mal porque otros no opinen igual… Nadie es poseedor de la verdad absoluta…

Y ahora si me perdonáis, tengo que ir a dar lustre a la armadura y curarme estos rasguños. Seguro que mañana han cicatrizado…
Dulces sueños…

Thank You

[Se oyen voces tras el telón…]

– Lo siento, no puedo… Te agradezco enormemente el detalle, pero no puedo…
– Venga vamos, tienes que salir…
– Pero es que no puedo, me tiemblan las piernas… Venga, dejémoslo para mañana…
– ¡Ni hablar! ¡Sal ahora mismo!
– Pero si no sé qué decir…
– Ya se te ocurrirá algo, vamos…
– Es que…

[Una figura aparece precipitadamente en escena por uno de los laterales… Pero sorprendentemente no es la forma a la que el público está acostumbrado… Unas botas hasta las rodillas y un jersey a listas negras y rojas no le sentarían tan bien al actor principal… La artista algo desorientada por la irrupción mira sus manos vacías y dirige una mirada al público… La sala está abarrotada… Pero todos le reconocen al instante… De pronto, desaparece nuevamente con un par de zancadas y gesto algo malhumorado por el lateral… Pero reaparece casi al instante arrastrando un brazo con ella… Pese a la aparente fragilidad de la artista a rayas, su fuerza es impresionante; sin duda el resultado de una buena dieta a base de Glotone… Entre gestos de esfuerzo, esboza una sonrisa nerviosa a los asistentes. El poseedor del brazo del que tira empieza a vislumbrarse poco a poco, aunque se resiste a salir y arrastra los pies por delante, como un niño ante la silla del dentista… El público está algo sorprendido del comportamiento del actor principal, quien en un intento desesperado se agarra de uno de los cortinajes laterales… Este cede al potencial descomunal de la chica de la cara ladeada y cae, dejando tanto al protagonista como a su acompañante sentados en el suelo… El actor principal se incorpora rápidamente entre una lluvia de flashes que capturan el momento para la posteridad y ayuda a su remolcadora a levantarse…

En el centro del escenario, un micrófono espera el inicio de la función de hoy… El actor principal intenta acicalarse un poco sacudiéndose el polvo y quitando las arrugas de su camisa mientras se dirige lentamente hacia él… Se planta frente a él y carraspea tres veces antes de empezar…]

– … … … Mmm Mmmm…

[Un par de carraspeos más… El actor no se atreve a mirar el patio de butacas y se contenta con mirar la punta de su zapato jugueteando con el cable del micrófono en las tablas…]

– Veréis… Me gustaría deciros que ha estado lloviendo toda la noche… Lo sé porque no he podido dormir… Para los que no lo sepáis aún, esta señorita de aquí al lado me ha dedicado un artículo en greenbloggers. Y aún no me lo creo…
Pocas veces en mi vida me he sentido tan feliz como en este momento, pero es tanta la felicidad que siento, que me asusta… ¿Qué pasará cuando cambie el telón que cogí prestado para montar esta representación? ¿O el día en que los guiones no tengan ningún sentido y aparezcan con más tachones que palabras comprensibles? ¿Seguiréis estando vosotros ahí?

Supongo que lo único que puedo hacer ahora es disfrutar de este momento al máximo para compensar el día que en que este teatrillo caiga en el olvido… Solo me gustaría decir una cosa… Espero no defraudar a nadie (incluidos lo nuevos, a los que les doy la bienvenida), pero aún menos a los que han puesto su confianza en mí…

[De pronto, el actor principal introduce sus dedos entre los labios y ensaya un silbido… Nunca ha sido capaz de emitir uno, pero claro está, en los sueños todo es posible… Y un pitido estridente resuena en el teatrillo… Al instante aparecen sobre las tablas ivanin, Porcelina, Aprendiz, Charlie, WhoaMonny, y María, para unirse a Aracne y al actor principal y tomar la primera fila del escenario… Todos se cogen de las manos y saludan con una reverencia al público, que responde con una oleada de aplausos… La función ha sido un éxito…]

It’s Me

[En el escenario una gran lona blanca cubre lo que parece ser un atril. Los rumores se han extendido como la pólvora en el patio de butacas, y los espectadores cuchichean si es posible de que se trate de una de las maravillosas creaciones botánicas que parece estar preparando el actor principal… Inocentes… No saben que sus interrogantes serán resueltos muy pronto… Un trueno resuena…]

– Buena noches estimado público… Soy yo… El mismo… El que se levanta por la mañana con ganas de dormir un par de horas más… El que se muere por decirle a una chica del trabajo que es muy maja, pero cuya timidez se lo impide… El que adora la Luna y las estrellas… El que da cuatro vueltas a la manzana para encontrar aparcamiento en el trabajo… El que no podría vivir sin música… El que sonríe con y no se ríe de… El que adora los días lluviosos… El que intenta sorprender a cualquiera si está en su mano… El que espera que algún día Destino le depare alguna sorpresa agradable… El que está dispuesto a cortar la primera rama… El que inventa historias que luego no escribe…

Este soy yo…

[Bruscamente, el protagonista tira de la lona y en un caballete aparece un lienzo pintado…]

Gratitud eterna a Charlie, seguidor incondicional de esta función y el artista que ha pintado esta maravilla…

[El actor saluda con una reverencia… Al fondo una figura se levanta de su asiento y levanta el dedo pulgar en señal de aprobación…]