Truth Hits Everybody

abril 8th, 2002

[El patio de butacas está abarrotado esta noche… Mucha gente se ha visto atraída por lo que han contado sobre la función en algún periódico. Esperan la aparición del actor principal, cuyo honor parece haber sido dañado, según los insistentes cuchicheos… El telón se alza silencioso, y tras él, la oscuridad cubre lo que sea que venga detrás… Poco a poco, pequeños destellos empiezan a hacerse visibles, entre la penumbra… Cada vez son más… Decenas de destellos plateados salen poco a poco a escena, mientras un sonido metálico y constante se hace cada vez más audible… El protagonista aparece con una pesada armadura cubriendo su cuerpo… Tiene la cara embarrada y con algún arañazo sin importancia, y blande una espada y un escudo en el que puede verse una flecha clavada… La armadura no parece ahora tan reluciente, y está cubierta por chorreones de agua sucia seca y barro…]

– Las verdades a veces duelen… Y deberíamos acostumbrarnos a ello… Ahí afuera ha habido una batalla en la que realmente no me ha importado lo que se ha contado y lo que no… Dos flechas casi me hieren, una de ellas la paré con el escudo… La otra…

[El actor principal deja caer el escudo al entarimado y muestra una flecha rota clavada a la altura del hombro izquierdo…]

Tranquilos… No es nada… Un simple rasguño sin importancia… Por suerte no estaba envenenada…

[Tras unos instantes en silencio, el personaje reacciona…]

– Lo siento… Se acabó la función por hoy…

[…Y soltando la espada, empieza a despojarse de la coraza. Las piezas caen pesadamente sobre las tablas…]

Tengo que hablar un poco en serio, aunque no me guste… Que este teatrillo no es el mejor del mundo ya lo sé, y nunca he alardeado de ello, ni pienso hacerlo… Pero de eso se trata: de mantener una llama encendida y soñar con mejorar día a día para poder llegar a serlo alguna vez… Siempre me gustó construir castillos de arena de pequeño, haciendo túneles entre sus murallas y torreones firmes. Pero odiaba cuando las olas lo arrasaban o algún mayor despistado tropezaba con ellos… Y no quiero que pase lo mismo ni con este teatrillo, ni con las personas que han puesto su confianza en él y que desde aquí agradezco. Nunca tendré palabras suficientes para ello…

Nadie viene forzado a presenciar esta función, ni pido nada a cambio de mis representaciones a no ser algo difícil de encontrar hoy en día, pero posible, incluso en los individuos más cuadriculados… Una pizca de imaginación… Sí, es verdad, aún creo en caballeros que salvan a princesas y matan a dragones… Soy un soñador nato (aunque para algunos un cursi)… Y espero no cambiar nunca… Estoy orgulloso de ser como soy… Si a alguien no le gusta mi manera de ser, hablar o pensar tiene una solución muy fácil a mano… Pero no tiene por que sentirse mal porque otros no opinen igual… Nadie es poseedor de la verdad absoluta…

Y ahora si me perdonáis, tengo que ir a dar lustre a la armadura y curarme estos rasguños. Seguro que mañana han cicatrizado…
Dulces sueños…


Comments are closed.

    Reading

    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

    98 von 224 Seiten (44%)