rearviewmirror

abril 20th, 2002

… Y así es como desde hace un tiempo ya, soy víctima de un extraño fenómeno que se inicia cuando subo a mi coche… Un juego no escrito, pero cuyas reglas no tardas en aprender si eres un poco inquieto… Aunque no tenga un nombre comercial (pues creo que los publicistas no sabrían poner otro nombre más llamativo) yo le llamo “el juego de las miradas por el retrovisor”… Muy evidente además… :)
Lo siento, soy incapaz de abstraerme a este perverso vicio. Cuando paro en un semáforo o en algún STOP mi vista busca inmediatamente el espejo retrovisor para escudriñar quien va detrás de mí. Puedes encontrarte desde padres llevando a unos somnolientos niños al colegio o estudiantes que se dirigen a la universidad, hasta un compañero de trabajo que te saluda con la mano deseando llegar antes que tu para quitarte el aparcamiento…

Claro está que la indagación debe hacerse con discreción, para no alarmar a nuestro objetivo. Por ello han que ponerse en práctica tácticas de camuflaje y disuasión… La que más utilizo yo es la de acercarme rápidamente al retrovisor para intentar determinar si hay alguna vena en mi ojo que se haya salido de su cauce… Os aseguro que suele funcionar, y la víctima del juego sigue tranquilamente ensimismada en sus pensamientos…

Pero lo mejor de este juego es inventarte historias… Convertir al obrero que lleva el bocadillo con el papel de plata en la guantera en un traficante de incógnito, o a la chica que conduce detrás de ti en una preciosa camarera americana sirviendo donuts durante todo el día en una cafetería de carretera desierta…
Claro que el juego (como todos) tiene su riesgo… Y puedes acabar tú siendo un personaje más en la historia de otro… Pero sin riesgo no habría diversión… ¿No creéis?

[El actor principal se retira aunque de reojo sigue observando a los asistentes con recelo…]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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