Mr. Bad Guy

– Vaya, vaya, vaya… Creo que ha venido por aquí… A ver, a ver… ¿Dónde está? ¡¡Oh!! Si estáis ahí… A ver niños, ¿habéis visto al demonio por aquí?
[El público responde con un “NO” al unísono…]
– Bueno pues me voy por aquí a ver si le encuentro… Pero avisadme si viene, ¿vale?
[“SI” resuena en el teatrillo… Al poco por el otro lado, otra figura aparece con un gesto malhumorado…]
– ¡¡¡Uh!!! Soy el demonio, y os voy a coger a todos y a llevaros al infierno conmigo para poneros en una olla y coceros lentamente… JA JA JA JA JA…
[El público grita “NO”, y algunos de los asistentes, asustados, se esconden tras el respaldo de las butacas delanteras.]
– Ahora me voy, pero no le digáis a nadie que he estado aquí… Me voy, me voy…
[Poco después, vuelve a aparecer la primera figura, tarareando una canción…]

– PA PA PA PA, TARARARA TATA, PA PA PA PA… Hola… No le encuentro… ¿Le habéis visto?
[El público estalla en un “SI” atronador…]
– A sí vaya, vaya… ¡Que mala suerte!
[La figura se tapa la cara con las manos en señal de desesperación. Está terriblemente abatido… De pronto, tras el aparece el diablo… El público reacciona de inmediato, intentando advertir al cazador de la presencia del demonio… Saltan, gritan y patalean para atraer la atención del protagonista de este guiñol. Un poco tarde, el protagonista sale de su tristeza mirando a derecha y a izquierda, pero el demonio se ha ocultado ya de nuevo.
– ¡Que pasa! ¡Que pasa! ¡Que pasa! ¡Que susto me habéis dado! ¿Le habéis visto, niños?
[“SI” contesta el público…]
– ¿Por donde se ha ido?
[“¡¡¡Por ahí…!!!” grita el público, gesticulando y apuntando con el dedo… Algunos llegan a decir “Por la izquierda” aunque también hay alguno al que se le escapa “Por la derecha” porque no tiene muy claros esos dos conceptos…]
– Así que está por aquí… A ver, no sé, no sé… No veo nada…
[El protagonista se gira hacia la izquierda, pero tras él, a su derecha, aparece de nuevo el diablillo. El público vuelve a alborotarse ante la figura oscura y con nariz larguirucha, que se esfuma tan rápidamente como llegó por el lado…]
– ¿Le habéis visto? ¿Dónde?
[Un “SI” explota de nuevo en las gargantas de los asistentes… “¡¡¡Por allá!!!” señalan en la otra dirección… El protagonista vuelve a girarse esta vez en la otra dirección…]
– Vamos a ver si tengo suerte… A ver por aquí… A ver…
[De nuevo no llega a ver nada, pero al otro lado vuelve a aparecer la figura rojiza del demonio. Los asistentes vuelven a enloquecer alarmando al protagonista que vuelve a girarse rápidamente para dirigirse de nuevo al público… Esta vez el diablo no se esconde…]
– Por aquí tampoco está… ¿No me engañáis? ¿Le habéis vuelto a ver?
[“SI” exclama todo el mundo…]
– ¿Pero dónde?
[“¡¡Está detrás de ti!!” gritan…]
– ¿Dónde?
[“¡¡Detrás de ti!!” vuelven a replicar…]
– ¿Estáis seguros?
[“¡¡SI!!”, gritan histéricamente…]
– Bueno, voy a ver otra vez…
[Y el protagonista se vuelve a girar confiado, pero esta vez topa con el diablillo cara a cara. Casi sin tiempo a reaccionar, el protagonista alza el garrote que lleva pegado a la mano y empieza a golpear al diablo…]
– TOMA, TOMA, TOMA, TOMA y TOMA…
[El garrote resuena en la cabeza hueca del diablillo una y otra vez… Finalmente, el cuerpo de trapo del demonio yace inmóvil sobre el teatrillo mientras el público rompe en aplausos y el protagonista les saluda con una sonrisa de oreja a oreja…]

[…Y entonces este cuento se acaba… Pero no muy lejos, en otro teatrillo, la función vuelve a empezar… Es una historia muy vieja, pero la vida se niega a olvidarla tan fácilmente…]