Alec Eiffel

mayo 28th, 2004

[El brillo de luces intermitentes se cuela por la parte inferior del telón… Los destellos parecen ir de un lado al otro del escenario y con una precisión que ni el mejor de los relojes suizos podría alcanzar… El murmullo tras la cortina es incesante y se escapan bips y chorros de aire a presión una y otra vez…
Suavemente el telón se va alzando dejando al descubierto finalmente una profunda oscuridad… Un abismo espacial repleto de estrellas y constelaciones que cubre todo el escenario… Una nada que lo abarca todo… Y sobre las tablas, frente a ese extraño decorado de negrura, aguarda un artilugio plateado y repleto de luces que causa el “oh!” de admiración de los asistentes…]

[Seguidamente una de las compuertas de la nave se abre y de ella surge la figura del protagonista, enfundado en un mono plateado y sosteniendo un casco… En sus pies relucen unas zapatillas de deporte negras con detalles dorados…]

– Espero que ese “oh!” no fuera por las zapatillas… :S No os asustéis… No encontré unas bambas (aquí les llamamos así a lo que se conoce como deportivas o tenis, un descubrimiento dialéctico reciente) que fueran menos chillonas en la tienda, lo siento… Pero sin tanta luz no son tan cantonas… De verdad… Estas modas de hoy en día me superan… :)

Por alguna extraña razón esta época del año suele provocar que surjan nuevas sensaciones en mi horizonte… El año pasado fue el viaje a Londres… Un reencuentro con esa ciudad que no olvidaré y que pienso repetir en cuanto me sea posible… Y este año, aunque no se trata de un viaje como aquel, va a ser una experiencia la mar de interesante (y eso que no tengo que cruzar nada de eso en esta ocasión)…
Es una pena, porque por otro lado creo que me voy a perder un año más la feria de mi ciudad… Echaré de menos de nuevo el olor a algodón de azúcar y el chumba chumba de la pista de los autos de choque… Aunque desde pequeño la cosa había perdido gran parte de su encanto…

Mi viaje este año va a ser mucho más lejano aunque casi sin moverme de casa… Porque esta vez voy a llegar a las estrellas… Pondré el cuentakilómetros a cero y empezaré de nuevo… Bajaré la ventanilla y recogeré todas las que pueda con la mano abierta… Se acabó todo lo demás… Ahora me toca a mí… Me sumergiré en músicas de mil formas distintas y risas de millones de colores… Pondré mis ilusiones en remojo y les sacaré brillo mientras doy saltitos… Porque voy a ver cumplido uno de mis sueños esta noche… Siempre os he dicho que tenía demasiados… :) Y eso es lo más importante hoy…
En unos días, cuando todo haya acabado, estaré de vuelta… Cansado como se suele llegar de cualquier viaje que se precie… Pero también contento… Porque lo habré vivido…
Cuidaos y tened dulces sueños…

[El protagonista se enfunda el casco y pulsa un botón en uno de los paneles para cerrar la compuerta, que obedece lentamente… La escena es digna de un remake de E.T. (una suerte que Spielberg no esté en la sala para recoger la idea) pero con menos presupuesto y lucecitas sobrantes de la pasada Navidad… El murmullo de la máquina empieza entonces a incrementar su intensidad por momentos y pasa a convertirse en un girar de turbinas ensordecedor… La iluminación de las sala parpadea y pierde intensidad mientras parece que todo tiembla alrededor del escenario… Los asistentes no pueden evitar aferrarse a sus butacas inquietos…

De pronto las luces de la sala se apagan y un reguero de pompas de jabón mezcladas con una bocanada de humo con olor a pasta de dientes de clorofila despide a la curiosa nave, que se dirige a una velocidad endiablada hacía el torbellino infinito de oscuridad y estrellas… El público sigue asombrado como la nave dibuja espirales mientras se va alejando en el cielo perfecto de una noche perfecta hasta que su destello se confunde con un puntito luminoso más en una travesía que parece no tener fin… Porque incluso el universo se ha puesto de acuerdo para recibir a los Pixies como se merecen…]

Meladori Magpie

mayo 25th, 2004

[En el exterior de la sala suenan las sirenas de una ambulancia que se aleja… La tarde es fresca afuera y sopla una brisa que tira del calor del interior y lo lleva de la mano dar una vuelta entre las callejuelas desiertas de un barrio dormido en una tarde de primavera… La lluvia de los últimos días ha dejado los barrotes de las ventanas y los cristales salpicados de barro o polen, o una mezcla inidentificable de ambas cosas… Pero a pesar de la suciedad puede comprobarse que afuera nada parece moverse… Que el tiempo parece haberse detenido… Y que el actor principal no está demasiado motivado para ponerse a hacer un poco de limpieza…

El protagonista sale a escena y se sienta en el borde del escenario, con las piernas colgando en el abismo que separa el patio de butacas y las tablas… Con la vista puesta en el precipicio bajo sus pies se dirige a los asistentes…]

– Sería fácil dejarse caer… Caminar por el borde y en una oscilación tirarse al vacío… Y olvidarlo todo… Abandonar el día y morir en la oscuridad… Y dejarlo todo… Y acurrucarme en un rincón allí abajo… Pero no pienso hacerlo… No… Me lo he prometido y no pienso traicionarme… Porque para olvidar hace falta haber recordado algo… Y mis recuerdos son demasiado valiosos como para dejarlos escapar…

¿Y qué hacer? La verdad es que no es fácil seguir subiendo el telón día a día… Pero nadie dijo que lo fuera, y es el riesgo que se corre cuando se entra en este juego… A veces ganas cosas para luego perderlas… Encuentras deseos hechos realidad o latas de galletas vacías en un estante de la cocina cuando te apetecía una… Todo forma parte de un universo inmerso en un equilibrio tristeza-alegría… Estos últimos días he aprendido mucho de química y de cómo se relacionan la pegajosa melancolía y la siempre vaporosa felicidad… Coexisten en armonía a presión constante… Y la materia de la que estamos hechos tiende a uno u otro estado, sin perder nunca ese equilibrio aunque sea difícil de creer… A veces hacia el mínimo consumo de energía… A veces hacia el mayor desorden…

Han pasado cosas, sí… Sois un público avispado y yo no tengo otros argumentos en la cabeza desde hace un tiempo… Me es imposible hablaros de otra cosa sin encerrar mis fantasmas en un armario antes… A veces, aunque duelan, debes dejar que pasen las cosas… Que las hojas que han decidido caerse de tu bonsái dejen paso a otras que quizás florezcan con más fuerza… Y esperar que la próxima vez que vayas a la despensa encuentres el paquete de galletas que esperabas… Sólo es cuestión de tener un poco de suerte…

Por el momento he remachado mi corazón de hojalata… Creo que de momento aguantará unos días… Suena hondo si aprietas la lámina con algo de fuerza… Como las lecheras de pueblo que llevan las mujeres a lo alto de un mulo… Pero está listo y sigue latiendo… Y eso es lo que importa ahora… Eso y que algún día volveré a soñar con caballos que corren por un prado infinito…

[Y entonces el protagonista dedica una sonrisa tranquilizadora a los asistentes y empieza a chocar sus botas contra las tablas verticales del abismo, al ritmo de una canción con destellos de verano y mientras la luz de la tarde se convierte en crepúsculo y luego en noche…]

And on her doorstep
I saw that I was blind
I’d forsaken
What was mine

What had mattered
Mattered little now
We had shattered
Apart somehow

Ooh
I can’t help but stay the same
I’ll remain true to my name

Time to get up
And take the long walk home
For the first time
I go alone

Do you remember
When we first met?
Chasing down the alleyways
Behind my dad’s

Ooh
I can’t help but stay the same
I remain true to the name
Of lovers past
Good enough to lose
Good enough to choose you, too

Ooh
I can’t help but stay the same
Ooh
I remain true to the name
Of lovers past
Good enough to lose
Good enough to choose you, too

The Smashing Pumpkins – Meladori Magpie

Gigantic

mayo 14th, 2004

– Desde hace unos días me siento observado… Es extraño sí… Pero cuando miro de reojo la sensación desaparece… Me agacho para atarme el zapato después de vestirme en mi cuarto y al levantarme ya se ha ido… Me giro y lo vuelvo a notar… Es como si alguien se riera de mí… Pero miro y remiro y luego vuelvo a mirar… Y nada… Incluso me pareció escuchar una carcajada cuando la otra tarde me di un rodillazo contra una de las patas de la cama… Tengo un morado un poco feo desde entonces… Deberían hacer las camas acolchadas, pero incluso por las patas…

Cierta personita me dijo hace un tiempo que no era una mala idea dibujar una sonrisa en un papel y colgarlo en la pared de la habitación para verlo justo cuando abres los ojos al levantarte… Que eso, casi inconscientemente, te ayuda a empezar el día con mejor pie… A no querer ahogarte de nuevo entre las sabanas y salir a la superficie a ver como se cuela la mañana por la persiana…
Días después, cuando volvía de dar un paseo para olvidar alguna de mis tonterías habituales, me encontré un cartel que me recordó inmediatamente aquella receta mágica… No os voy a mentir, me costó lo mío descolgarlo, no porque estuviera bien pegado a la pared o demasiado alto, sino porque no quería ser inspeccionado por la mirada de curiosos o alguna maruja al acecho desde su balcón… Ya me conocéis… :$

No es fácil encontrar sonrisas… Y mucho menos en la calle y gratuitas… Se llevan más los bocinazos y las cacas de perro… Pero lo cierto es que desde ese día me regalan sonrisas allá donde voy, y cuando las tonterías vuelven, las mitigo con algo de ironía… Y mi nuevo cuarto me recibe con una enorme risotada del País de los Sueños…

Así no podrán seguir diciendo de mí que haya perdido la sonrisa… Sólo la tengo escondida… Allí… Esperando…

Winterlong

mayo 11th, 2004

[El telón azulado se alza lentamente con un ligero chirrido… Su engranaje ha estado bastante tiempo sin moverse y está pidiendo a gritos algo de grasa… A la vista de los asistentes aparece poco a poco un nuevo decorado que sirve de bienvenida al público que ha recordado que aquí hasta no hace mucho, había una función que representarse noche tras noche…
En uno de los laterales, una chica agazapada da los últimos retoques con un pincel fino a uno de los peces que aparecen en el nuevo telón de fondo… El pincelito recorre ungido en pintura anaranjada la aleta del pececillo ante la concienzuda mirada de la chica, que no deja escapar ni un solo detalle… De pronto, desde el lateral opuesto asoma una mano que chasquea los dedos… La chica advierte inmediatamente que está a la vista del público de la sala y tras sostener el pincel entre los dientes para tener las manos libres y recoger apresuradamente la lata de pintura, desaparece rápidamente por las escalerillas hacia las bambalinas…

Al instante, el protagonista salta a escena enfundado en un disfraz de oso… El pelaje no es excesivo pero la sensación de calor que transmite hace pensar que la función no será demasiado larga si no se quiere temer por la salud del protagonista, que lleva pintada la punta de la nariz con betún… El actor principal saluda con la mano a los asistentes y da inicio a representación…]

– Nunca me había sentido tan identificado con un oso como estos días… He estado hibernando durante varias semanas… Durmiendo poco, eso sí… Porque las noches me han deparado momentos maravillosos en compañía de algunos de vosotros… Pero al fin ha llegado el momento de dejar la gruta y empezar a acostumbrar los ojos a la luz del sol…
Un invierno particular que ha durado unos cuantos meses… Llega un momento en nuestras vidas en que todos mudamos de piel como serpientes… Y en este tiempo lejos del escenario han pasado cosas que han marcado mi nueva vida… Nuevas paredes, nuevos amigos, nuevas ilusiones… También pequeñas desolaciones, pero si no os hablo de las cosas buenas tampoco voy a hacerlo de las malas… Ya habrá tiempo para todo eso… Porque aunque todavía tengo el corazón latiendo a un ritmo moribundo, como los osos en hibernación, poco a poco espero que irá recuperándose y que todo volverá a fluir como en los sueños… Por senderos desconocidos llenos de magia… Y este teatrillo será testigo de ello… Le debo demasiadas cosas…

Mil gracias a todos los que me habéis ofrecido vuestro apoyo y vuestra compañía durante esta ausencia… Sabéis que os he echado de menos a todos y espero seguir contando con vosotros por mucho tiempo… Lo mejor está aún por llegar, estoy convencido…

[El protagonista se detiene un instante y esboza una sonrisa… Luego grita con entusiasmo…]

– Y ahora… Una ronda de miel para todos… Invita la casa… :)

[Y sobre el escenario aparece de nuevo la chica empujando una carretilla llena de tarritos de miel que el protagonista empieza a repartir entre los asistentes… Los pobres no pueden ni imaginar que deberán comérsela sin cuchara… Pero aun así nadie quiere perder la ocasión de saborearla y rápidamente abren los tarros y embadurnan sus dedos con el dorado manjar… Los hilos de miel que gotean forman cortinas de brillantes lágrimas anudadas entre sonrisas de complicidad…]

Harvest Moon

mayo 5th, 2004

– …Y es sabido desde aquella noche que cuando la Luna vio de nuevo las estrellas colgantes retiró su manto plateado del cielo y se dejó cubrir por la oscuridad, sabedora de que su luz no podía competir con la de mil ilusiones mecidas por la brisa…

He vuelto… Gracias por la paciencia… Empecemos de nuevo…

    Reading

    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

    98 von 224 Seiten (44%)