Winterlong

mayo 11th, 2004

[El telón azulado se alza lentamente con un ligero chirrido… Su engranaje ha estado bastante tiempo sin moverse y está pidiendo a gritos algo de grasa… A la vista de los asistentes aparece poco a poco un nuevo decorado que sirve de bienvenida al público que ha recordado que aquí hasta no hace mucho, había una función que representarse noche tras noche…
En uno de los laterales, una chica agazapada da los últimos retoques con un pincel fino a uno de los peces que aparecen en el nuevo telón de fondo… El pincelito recorre ungido en pintura anaranjada la aleta del pececillo ante la concienzuda mirada de la chica, que no deja escapar ni un solo detalle… De pronto, desde el lateral opuesto asoma una mano que chasquea los dedos… La chica advierte inmediatamente que está a la vista del público de la sala y tras sostener el pincel entre los dientes para tener las manos libres y recoger apresuradamente la lata de pintura, desaparece rápidamente por las escalerillas hacia las bambalinas…

Al instante, el protagonista salta a escena enfundado en un disfraz de oso… El pelaje no es excesivo pero la sensación de calor que transmite hace pensar que la función no será demasiado larga si no se quiere temer por la salud del protagonista, que lleva pintada la punta de la nariz con betún… El actor principal saluda con la mano a los asistentes y da inicio a representación…]

– Nunca me había sentido tan identificado con un oso como estos días… He estado hibernando durante varias semanas… Durmiendo poco, eso sí… Porque las noches me han deparado momentos maravillosos en compañía de algunos de vosotros… Pero al fin ha llegado el momento de dejar la gruta y empezar a acostumbrar los ojos a la luz del sol…
Un invierno particular que ha durado unos cuantos meses… Llega un momento en nuestras vidas en que todos mudamos de piel como serpientes… Y en este tiempo lejos del escenario han pasado cosas que han marcado mi nueva vida… Nuevas paredes, nuevos amigos, nuevas ilusiones… También pequeñas desolaciones, pero si no os hablo de las cosas buenas tampoco voy a hacerlo de las malas… Ya habrá tiempo para todo eso… Porque aunque todavía tengo el corazón latiendo a un ritmo moribundo, como los osos en hibernación, poco a poco espero que irá recuperándose y que todo volverá a fluir como en los sueños… Por senderos desconocidos llenos de magia… Y este teatrillo será testigo de ello… Le debo demasiadas cosas…

Mil gracias a todos los que me habéis ofrecido vuestro apoyo y vuestra compañía durante esta ausencia… Sabéis que os he echado de menos a todos y espero seguir contando con vosotros por mucho tiempo… Lo mejor está aún por llegar, estoy convencido…

[El protagonista se detiene un instante y esboza una sonrisa… Luego grita con entusiasmo…]

– Y ahora… Una ronda de miel para todos… Invita la casa… :)

[Y sobre el escenario aparece de nuevo la chica empujando una carretilla llena de tarritos de miel que el protagonista empieza a repartir entre los asistentes… Los pobres no pueden ni imaginar que deberán comérsela sin cuchara… Pero aun así nadie quiere perder la ocasión de saborearla y rápidamente abren los tarros y embadurnan sus dedos con el dorado manjar… Los hilos de miel que gotean forman cortinas de brillantes lágrimas anudadas entre sonrisas de complicidad…]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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