Gigantic

mayo 14th, 2004

– Desde hace unos días me siento observado… Es extraño sí… Pero cuando miro de reojo la sensación desaparece… Me agacho para atarme el zapato después de vestirme en mi cuarto y al levantarme ya se ha ido… Me giro y lo vuelvo a notar… Es como si alguien se riera de mí… Pero miro y remiro y luego vuelvo a mirar… Y nada… Incluso me pareció escuchar una carcajada cuando la otra tarde me di un rodillazo contra una de las patas de la cama… Tengo un morado un poco feo desde entonces… Deberían hacer las camas acolchadas, pero incluso por las patas…

Cierta personita me dijo hace un tiempo que no era una mala idea dibujar una sonrisa en un papel y colgarlo en la pared de la habitación para verlo justo cuando abres los ojos al levantarte… Que eso, casi inconscientemente, te ayuda a empezar el día con mejor pie… A no querer ahogarte de nuevo entre las sabanas y salir a la superficie a ver como se cuela la mañana por la persiana…
Días después, cuando volvía de dar un paseo para olvidar alguna de mis tonterías habituales, me encontré un cartel que me recordó inmediatamente aquella receta mágica… No os voy a mentir, me costó lo mío descolgarlo, no porque estuviera bien pegado a la pared o demasiado alto, sino porque no quería ser inspeccionado por la mirada de curiosos o alguna maruja al acecho desde su balcón… Ya me conocéis… :$

No es fácil encontrar sonrisas… Y mucho menos en la calle y gratuitas… Se llevan más los bocinazos y las cacas de perro… Pero lo cierto es que desde ese día me regalan sonrisas allá donde voy, y cuando las tonterías vuelven, las mitigo con algo de ironía… Y mi nuevo cuarto me recibe con una enorme risotada del País de los Sueños…

Así no podrán seguir diciendo de mí que haya perdido la sonrisa… Sólo la tengo escondida… Allí… Esperando…


Comments are closed.

    Reading

    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

    98 von 224 Seiten (44%)