Goodnight

julio 30th, 2003

[La noche es tranquila… La calma es total… Al menos así ha sido hasta hace sólo unos segundos, mientras los últimos asistentes ocupaban sus butacas y bromeaban sobre el bochorno de las últimas noches y las pocas ganas que tiene uno de retirarse a más de dos metros de un ventilador… Sin tiempo a que lleguen a ocupar sus asientos, bajo el telón aún cerrado del teatrillo empieza a emerger una neblina…

Al principio parece no ser demasiado preocupante, e incluso el público de las primeras filas sonríe ante lo insólito de la situación… Pero la neblina empieza a espesarse por momentos y lo que antes eran simples retales de nubecillas que surcaban la parte delantera del escenario, pasan a convertirse en una densa niebla que apenas deja atisbar lo que está sucediendo en el teatrillo… El público empieza a alarmarse… Algunos se levantan de sus asientos, intentando encontrar una salida de emergencia que está demasiado lejos como para alcanzar… La neblina lo envuelve ya todo… Su aroma opiáceo llena los pulmones de los asistentes… Algunos no aguantan en pie y se dejan caer sobre sus localidades, o en la moqueta del teatrillo, inertes, sin fuerza alguna… El silencio se pasea entre la bruma… Todos duermen ya…

De pronto se alza el telón y entre la espesa cortina de gas, una silueta aparece…]

[La figura se acerca al límite del escenario… En esa situación es algo más fácil distinguirla… Se trata de una persona enfundada en un impecable traje de chaqueta y con una gabardina cubriendo sus espaldas… El misterioso invitado se quita el sombrero que llevaba puesto y deja ver con claridad una antigua máscara de gas que cubre su rostro. Con cierta dificultad y quitándose los guantes previamente, se deshace de la máscara, y el rostro del protagonista sale a la luz… O a lo que queda de ella, ya que la neblina, aunque empieza a aclararse, sigue llenando el escenario de penumbra… Entonces el actor principal se dirige a su adormilada audiencia…]

– Buenas noches… Siento todo esto… Pero para esta función era indispensable soñar… Así que no me ha quedado otro remedio que recurrir a un método algo drástico… Lo reconozco… Aunque debéis estar conmigo en que en estos tiempos que corren es algo difícil hacerlo, y más con este calor… :)
Sólo quería agradeceros a todos vuestra compañía y paciencia todas estas noches… Siempre hay alguien ahí abajo que tiene oídos para escuchar y ojos para ver… Sin vosotros todo esto no sería lo mismo… En los momentos buenos y en los malos… Intentaré que a partir de ahora los primeros sean más numerosos que los otros… Espero que algo de la suerte que me suele faltar me acompañe al fin…
Buenas noches y dulces sueños a todos… Esto es para vosotros…

[El protagonista se retira… La niebla se desvanece… Y un nuevo teatro de sueños aparece ante unos cuantos ojos somnolientos…]

La copa de Europa

julio 21st, 2003

– Está lloviendo ahí fuera… Lleva un rato ya haciéndolo… No es mucho, apenas cuatro gotas finas, pero es más de lo que ha llovido en las últimas semanas… Escucho como cae con la oreja pegada a la persiana ya bajada… Si doy toquecitos suavemente en ella, casi puedo imitar su sonido… Ploc… Ploc… Creo que abriré una rendija y sacaré el dedo…

Necesito lluvia… Sin ella mis raíces se secan y mi tronco se retuerce en nudos imposibles… Me desgarro entre girones… La habitación se empieza a hacer pequeña… Esta noche todo parece ser demasiado pequeño para alojar mis ilusiones…

…Y entonces sólo queda pensar en tonterías… Y te das cuenta de que a veces las canciones están escritas sólo para ti…

“Ahora pienso que no merece la pena,
arriesgarme traerá más problemas.
Así que elijo lo que tengo más cerca.
Por lo menos tendré la certeza de que existo,
de que puedo decidir,
de que elijo por mí,
sólo por mí.

En vez de aceptar lo que viene de fuera.
En lugar de contar lo que queda,
desde ahora hasta el día en que me muera
por lo menos cabrá la sorpresa.
Algo nuevo, algo aún por descubrir,
algo dentro de mí, dentro de mí.

Cuanto tiempo he perdido ahí afuera,
cuánto por descubrir en mi cabeza.
Es tan vasto que da casi pereza.
Casi pienso que no tengo fuerzas para hacerlo
y encontrar dentro de mí algo nuevo.”

Los Planetas – La copa de Europa

Japanese Whispers

julio 18th, 2003

[Un maullido se oye en el escenario… La verdad es que aunque hubiera sido un gruñido de león, hubiera sido imposible ver al que lo emite, por muy grande que fuera, porque el escenario está inmerso en una inquietante oscuridad… El maullido vuelve a repetirse poco después… La megafonía de la sala, que casi siempre permanece apagada, esta noche parece más potente de lo habitual…

De pronto el sonido de un interruptor se cuela por el sistema, seguido de un ensordecedor acople que deja a la mitad del público con las manos en los oídos… A continuación un carraspeo parece indicar que la función está a punto de iniciarse… Un foco de luz blanquecina cruza todo el patio de butacas y se centra en un taburete sobre el que descansa un gato de cuerpo atigrado y con una pajarita negra alrededor de su cuello… Frente a él aguarda un micrófono dispuesto a la altura de ese extraño orador con un artilugio acoplado a él…]

– Buenas noches, estimado público…

[La sorpresa salta de butaca en butaca… Algunos no pueden evitar poner las manos en la cabeza ante el prodigioso descubrimiento… ¡¡EL GATO HABLA!!…]

– Se me ha encomendado la misión de comunicarles que el protagonista está algo ocupado últimamente y que por esa razón no puede aparecer ante tan distinguida audiencia, como sería su deseo… En su nombre y en el mío propio les pedimos disculpas y esperamos que las representaciones vuelvan a la normalidad en breve… De todas formas, el actor principal me ha pedido que les comunicara que al fin ha recuperado su máquina de sueños, tras arduos días de desencanto frente a una algo obsoleta, y que ahora debe prepararla para que funcione mejor que nunca… Nuevos retos y sorpresas aparecerán sobre este escenario muy pronto…

Ah! Por cierto… Para aquellos de ustedes que se lo estén preguntando… Los gatos SIEMPRE hemos hablado… Pero han tenido que aparecer los súbditos nipones con sus transistores y microchips para que se nos tuviera en cuenta de una vez por todas… Esperamos que la Humanidad no tarde tanto tiempo en dejar de mirarse al ombligo y descubrir otros muchos misterios que le rodean…

Muchas gracias por su atención y dulces sueños para todos…

[El gato baja del taburete con un ágil salto y se encamina hacia las bambalinas con paso elegante y cola bien erguida…]

Waterfall

julio 15th, 2003

– No es fácil… Por mucho que lo intentes a veces es una labor imposible… Controlar lo que no puede controlarse… Dirigir el cauce de lo que no puede detenerse… Pensar demasiado en el futuro sin vivir el presente…

«Deja que fluya», dijo… Tengo que aprender aún muchas cosas… Y dejar que las aguas vuelvan a su curso sin intentar conducirlas con las manos…

Patience

julio 11th, 2003

– Hola…

[El protagonista saluda con la mano desde el centro del escenario…]

– Bueno… Esta noche quería confesaros algo…

[El actor baja la mirada y pone la mano en su nuca, intentando preparar las palabras que va a escoger para su anuncio… Tras unos instantes de incertidumbre prosigue…]

– Veréis… A veces, al subir aquí arriba… No sé que contaros… Me quedo mudo intentando buscar algo dentro de esta cabezota que valga la pena, navegando entre tonterías y tristezas… Y cada vez es más difícil… Supongo que debéis comprenderlo… Son ya muchas funciones a la espalda… Más de las que nunca hubiera imaginado… Creedme… He fabricado estrellas para vosotros e incluso las hemos contemplado juntos… Os he contado mis adentros una y otra vez (creo que hasta el punto de aburriros)… Os he hablado de tristezas, amores, secretos y tiempo… De celebraciones, oscuridad y recetas de cocinaDe mi extraña teoría sobre los caramelos que tanto le gusta recordar a mi amigo Aprendiz y de mi «fascinación» por los gatos
Supongo que no debo ser el único en sentir este síndrome en cada representación… Otros ilustres compañeros quizás rocen este tipo de pánico escénico, al que a veces es difícil poner solución si uno no tiene un buen día… Pero… ¿Qué puedo contar que no se haya dicho ya sobre estas tablas?

[El protagonista se mantiene durante unos instantes pensativo… Luego reacciona con alivio…]

– Sólo queda que os hable de mi codo izquierdo…

[El patio de butacas irrumpe en una sonora carcajada… El protagonista sonríe con el público con cierta cara de asombro… Cuando la risa se atenúa, el protagonista, algo ruborizado, prosigue…]

– Bueno… No es ninguna broma… Realmente quiero hablaros de mi codo izquierdo… :S Pero antes, supongo que debería presentaros a mi codo derecho, por cortesía…

[El protagonista, con una camiseta de manga corta de un azul casi negruzco, alza su brazo derecho y sitúa la mano a la altura de la oreja para dejar a la vista de los asistentes su codo derecho…]

– Bueno… No es que esté muy puesto en cuanto a belleza de codos, pero creo que éste es de lo más normalito, como podéis ver… Y ahora… Mi codo izquierdo…

[El protagonista levanta el brazo izquierdo y muestra a su público su otro codo… Extrañamente, y comparando ambos, éste tiene un tono sensiblemente más oscuro… Se diría que incluso está algo amoratado… El protagonista baja los brazos entonces y desvela el misterio…]

– Antes de que haya algún comentario de ese tipo… Sí, conozco las excelencias del jabón y el agua combinados… XDDD No os asustéis… No se trata de ningún tipo de extraña mutación… Es algo que me ocurre desde hace mucho… Yo diría que todo empezó en mis tiempos de estudiante, sentado en mi pupitre mientras tomaba apuntes de forma compulsiva (muchos de mis compañeros me lo agradecían encarecidamente, porque luego pasaban a ser también sus apuntes) mientras sostenía la cabeza con mi mano izquierda y mi codo izquierdo se apoyaba en la mesa… Una postura que me era imposible de erradicar, a no ser que la mesa estuviera demasiado llena como para poder situar mi preciado codo izquierdo en ella… :)
Con el tiempo mi cabeza ha ido creciendo y pesando más, sin duda debido a la cantidad de tonterías y pensamientos similares que he llegado a acumular a lo largo de estos años… Y eso ha producido que un tenue morado, a temporadas más acentuado que otras, forme ya parte de mí… Ahora el lápiz y el cuaderno han dejado paso a la pantalla y el teclado… Pero mi codo izquierdo siempre está ahí… Sosteniendo mis sueños y mis ideas mientras jugueteo con mi barbilla… Es mi particular herida de guerra… Una muestra de mi casi infinita paciencia, y no de mi falta de sueño, como algunos podáis deducir… :)
Siempre he pensado que algo bueno llega para los que esperan… Aunque quien espera a veces desespera… De eso habéis sido testigos aquí también…:S

Si sois curiosos, os propongo un juego… Cuando vayáis caminando por la calle, observad detenidamente los codos de las personas con quien os cruzáis… Puede que un tal iscariot esté más cerca de lo que os imagináis… :)

[El protagonista saluda con una sonrisa al público y se retira… Todas las miradas se centran en ese, hasta esta noche, gran desconocido…]

Icicle

julio 7th, 2003

[Es extraño… Demasiado extraño para ser verdad… Pero lo cierto es que desde el techo de la sala pequeñas motas blanquecinas caen incesantemente sobre un público igualmente extrañado… Algunos intentan observar detenidamente alguna en la palma de sus manos para comprobar de qué se trata… Pero la poca luz del patio de butacas no les lleva a ninguna conclusión y, aun sin abandonar su asombro del todo, tratan de quitarle importancia al fenómeno, aunque parece que arrecie por momentos…
Las motas dejan paso a una cortina blanquecina que empieza a acumularse aquí y allá y en cualquier rincón del teatrillo…

El telón se alza a no mucho tardar… Sobre el escenario la noche ha caído, y la cortina de algodón ha formado una gruesa capa en el suelo… El protagonista salta a escena dando vueltas sobre sí mismo, incrédulo y mirando hacía arriba con la boca abierta… Mantiene las manos con las palmas hacia arriba, intentando capturar esa extraña sustancia para examinarla detenidamente… Tras unos instantes de sorpresa mayúscula, el protagonista recoge del suelo un puñado blanco y se dirige al público…]

– ¿Nieve? ¿¿En julio??

[El actor sonríe…]

– Esto sólo puede ser obra de un Mentiroso de proporciones cósmicas… Alguien para quien las mentirijillas piadosas han pasado a mejor vida… Debí sospecharlo cuando esta mañana encontré esto al abrir mi buzón…

[Y el protagonista muestra una postal con nieve y estrellas a los asistentes…]

– Gracias Monsieur Mentiras… Y salude a su señora de mi parte… Estoy en deuda con usted, caballero…

[Entonces el protagonista se retira… Al fondo de la sala alguien estornuda…]

Diamond Sea

julio 5th, 2003

[No es habitual que haya representaciones a plena luz del día… Las funciones diurnas no son el fuerte del protagonista, que suele disfrutar de las estrellas siempre que sus obligaciones matutinas se lo permiten… Y los despertares nunca son fáciles cuando las noches están plagadas de sonrisas y sueños por cumplir hasta altas horas de la madrugada… :) La iluminación en la sala no es tan intensa como en las sesiones nocturnas y se limita a dejar pasar la luz del día que penetra por los laterales del escenario… Curiosamente, parece que tras el telón todo sea de una claridad absoluta… Como si nada existiera tras él…

Entonces el terciopelo se alza y el público contempla esa nada… Un inmenso desierto que se extiende sobre el escenario… Miles de dunas, algunas lejanas otras más cercanas, desperdigadas en el vacío de un paisaje muerto bajo un cielo sin nubes con un Sol abrasador colgado de él… El público de las primeras filas no puede evitar cubrir sus ojos con la palma de sus manos a modo de visera para mitigar su impresionante destello… Todo es silencio… El tiempo parece detenerse contemplando aquella desolación sin límites…
De repente una mano aparece por uno de los laterales del escenario… Se agarra a la arena con fuerza… Como si estuviera a punto de caer de ella y se aferrara con fuerza para evitarlo… Poco a poco una figura se arrastra sobre la fina arena blanquecina que cubre el escenario… Su piel tostada aparece entre los harapos de la ropa que aún conserva… Con esfuerzo consigue llegar al centro de lo que antes eran las tablas de un escenario… Entonces se incorpora, no sin dificultad, y sacude su polvorienta y rasgada vestimenta… El aspecto del protagonista no es del todo malo, no más de lo habitual… Entonces da inicio a una desértica función de tarde…]

– Hola… Llevo un tiempo algo alejado de aquí… Parte de la culpa la tiene nuevamente mi máquina de sueños… Creo que el calor no le sienta bien y vuelve a hacer de las suyas… Para colmo los caseros del teatrillo me están haciendo un poco más difícil la vida de un tiempo a esta parte… Parece ser que no les gusta que mi gato ronde entre los cubos de basura por la noche… Pero su cuidadora está algo lejos ahora y por el momento debe conformarse con ese tipo de comidas… Yo soy demasiado desastre para estas cosas… :) Espero que todo se solucione pronto y pueda volver a la normalidad… Os agradezco vuestra paciencia, sin duda mucho mayor que la mía…
La otra parte de culpa la tengo yo… Y no tengo excusa para ella… Espero que me perdonéis… Sólo es que intento salir de este desierto de una vez… Pero como veis… No es nada fácil…

[El protagonista dirige su mirada a lo que aguarda a sus espaldas para ver el infinito océano de arena que se extiende tras él… Luego vuelve la mirada al patio de butacas y prosigue…]

– Viendo todo esto acuden a mi memoria las clases de ciencias naturales del colegio y uno de los profesores que más me marcaron… El Hermano Eusebio, con su sempiterna bata blanca y su pipa encendida a partir de las cinco y media de la tarde, cuando nos vendía minerales en clase por 25 pesetas… Los buenos a 50… Los excepcionales de 100 en adelante… Claro que si eras buen alumno daba vales para canjearlos por ese tipo de maravillas, y yo no es que fuera mal estudiante del todo… ;) Fue él quien despertó en mí la afición de coleccionar minerales y piedras curiosas y de escudriñar cada uno de los detalles y cortes de cualquier piedra que se me pusiera por delante… El mismo que nos explico que los diamantes no son más que arena expuesta a altas temperaturas y presiones, que acaba con el tiempo formando esos cristales… Simple carbono con suerte… :) Es toda una contradicción que estando rodeado entonces de tanta riqueza, aun en estado primitivo, se sienta uno el hombre más desdichado del Universo… Pero eso sucede… Y a veces no es necesario ni tan siquiera retirarse a un desierto para sentirse así…

[El protagonista calla por un instante, mientras revisa sus vestiduras… Luego prosigue…]

– Debo dejaros… Espero volver pronto… Me quedan aún algunos desiertos por cruzar, pero seguro que al final encontraré mi oasis… Mantengo la esperanza…

[…Y entonces el protagonista se encamina a una pequeña duna situada al lado contrario del escenario por el que saltó a escena… Tras superarla, el mar de diamantes vuelve a cubrirlo todo…]

Maybe Someday

julio 1st, 2003

[Un perro ladra a lo lejos… Es ya bastante tarde, pero estas noches el murmullo en las calles es casi tan intenso como el que se escucha en el interior de la sala… Todo es una ebullición constante e imprevisible… Como en una máquina de palomitas… Nunca se sabe cual será la próxima en saltar…

El protagonista sale al escenario arropado por una luz azulada… Las pelusas que caen del telón se deslizan mecidas por la brisa de una noche algo más fresca que las pasadas y pasan frente a los ojos del protagonista que las admira curiosamente… Luego se dirige a los asistentes que han guardado silencio ya al ver su salida…]

– Quizás algún día todo cambiará… Lo que es una gama de grises infinita se convertirá en un mundo color pastel… Algún día los sueños no se evaporarán al despertar y continuarán fluyendo como en un vaso de leche al remover el azúcar… Incluso los más lejanos, los separados por miles de kilómetros, estarán en la punta de los dedos… Casi podrán acariciarse… Llegarán… Quizás algún día al silbar sólo aparecerán melodías alegres, como las que te enseñan en la guardería justo antes de repartir el pan con chocolate de la merienda… Cuando me pellizquen no me dolerá tanto…

Quizás ese día sea mañana… Os prometo que voy a intentar que sea así… Deseadme suerte… La voy a necesitar… Tengo que dejarla salir… Que todos la vean… Mi sonrisa… Todo esto debe acabar…

[El actor sonríe y se retira del escenario… La brisa continúa jugueteando con las motas de polvo…]

    Reading

    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

    98 von 224 Seiten (44%)