Where the birds always sing
-Anoche lo volví a hacer… Si me pongo a pensarlo detenidamente, este mes está siendo de lo más enriquecedor… Esto de ponerse retos está siendo muy motivador, a pesar de lo difícil que es enfrentarse a ellos… Éste no fue una excepción… Tenía muchas ganas de ver Birdman… Ir al cine para mí siempre ha sido motivo de compartir esa experiencia con alguien… No concebía ir a ver una película solo, y de hecho sólo lo había hecho una vez anteriormente…
Pero en esta etapa de mi vida que estoy atravesando me he decidido a enfrentarme a esas cosas que antes me ataban… Así que me armé de valor y me planté allí…
Me llevé un paquete de galletas, un botellín de agua y un trozo de chocolate para intentar que la experiencia no fuera demasiado fría… Y aunque me costó un poco al principio, disfruté de la sensación de estar solo… O conmigo… La película me gustó bastante, y el final me recordó al tipo de finales que yo escribo a veces en mis historias, cosa que me hizo bastante gracia… :) Luego, al llegar a casa, tuve el sentimiento de haber vuelto de una guerra… La verdad es que llevo unos días bastante movidos y durmiendo poco, e ir al cine tan tarde no ayudó demasiado… :) Pero también noté esa extraña energía que eres capaz de sentir cuando te has enfrentado a uno de tus miedos y sales victorioso del envite…
Los retos no se han acabado y aún pretendo seguir enfrentándome a este tipo de aventuras… Solo… Quizás la vida me está llevando hacia un camino con los movimientos que han pasado en los últimos tiempos… Pero tampoco quiero dejarme llevar del todo por su corriente… Quiero ser dueño de mi vida y elegir aquello que me haga crecer y mejorar… Y me seguiré enfrentando a aquello que en el pasado me ataba… Seré más fuerte… Volaré alto…
Who you are
-Esta mañana he vuelto a caminar con el amanecer… Mi nueva vida no me permite hacerlo con la periodicidad con que lo hacía antes, y es algo que en mi interior echo en falta… Incluso esa loca idea de recorrer los 32 kilómetros hasta la gran ciudad me tienta cada día con más insistencia… ¡Y no será porque me falten retos! :) Lo cierto es que caminar ha sido algo que me ha ayudado mucho durante este tiempo… Un compromiso conmigo mismo y una disciplina que me ha llenado y me ha hecho sentirme más fuerte…
La novedad ha sido que hoy lo he hecho sin música… Si soy sincero, la he echado de menos también, porque es algo que tengo muy asociado a mis caminatas; supongo que es algo parecido a lo que siente un fumador con su café de después de comer… Me he sentido extraño al principio aunque, como es normal, no he tenido silencio absoluto… Mis pasos se han visto acompañados por el ruido de los camiones, el de las persianas subiéndose, el del rumor del oleaje… Y también el de mi propia voz…
Todo partió de la conversación que mantuve con mi chamana ayer por la tarde… Me dijo, entre muchas otras cosas que siempre me inspiran y me llenan, que necesitaba complementar la meditación con escucharme a mí mismo, porque era contradictorio que ese instante de las caminatas, que según ella es perfecto para reencontrarme conmigo, lo desaprovechara dejando de escucharme y echara a perder lo que conseguía con la meditación. Seguramente si ella os lo tuviera que explicar no lo haría con estas palabras… Por suerte no lee esto, o podría caerme una buena… :) Ella es mucho más medida con las palabras, algo en lo que también tengo mejorar (y más si pretendo ser un buen escritor).
Pero digamos que «contradictorio» sería uno de los conceptos que quiero eliminar de mi vida. Y como quiero demostrarme a mí mismo que no soy tan incoherente, me propuse probar las caminatas en silencio cuanto antes… Y eso he hecho…
Durante el trayecto fui evaluando ocasiones en las que me he puesto en un papel demasiado marcado… No pretendo ser el salvador de nadie, ni considerarme una víctima y menos un verdugo… Sin embargo, parece que me mueva en ese extraño triángulo… Revisando mi historia reciente, y capítulos tanto importantes como de los más mundanos, es cierto que podría encajar en esos patrones… También acudían a mi mente momentos en los que, intentando ser objetivo, no lo veía claro…
Es curioso que, si no te detienes a pensarlo con la mente fría, no llegas a ver todas esas situaciones como las podrían interpretar los otros, alejándote de la percepción y las emociones que tú intentabas transmitir… Todos creemos conocernos a la perfección, y sin embargo, todos tenemos infinidad de cosas por aprender de nosotros mismos… Por suerte, una de las mejores herramientas es encontrar a alguien que, desde fuera, sea capaz de darte la pista para pulir esas facetas de tu personalidad de las que no eres consciente… Y a mí escuchar siempre se me ha dado bien… Como aprender… :)
A media caminata, y cuando el sol ya despuntaba, quise hacer esa foto y me senté a contemplar la salida. Disfruté de la luz y me pregunté a mí mismo: «¿quién eres?»… Y de alguna forma, me costaba responder a esa pregunta… Hace un tiempo me decían que era frío con mis emociones, que no las expresaba, que me costaba hablar… También que se me notaba todo, que si estaba mal o algo me molestaba, se podía ver sin dificultad… Hoy me considero una persona mucho más expresiva con mis sentimientos y más abierta a hablar de todo sin tapujos… Incluso parece que he pasado del rosca el tornillo y que quizás debería mesurarme, cosa que me sorprende viniendo del punto del que venía…
Creo seguir siendo transparente porque nunca me han gustado las máscaras, aunque tengo que determinar si realmente llevo alguna puesta… Es difícil escapar de ellas… Algunos las llevan físicamente en su cuerpo; lo han modificado para sentirse mejor, para olvidar su parecido con alguien, para borrar cicatrices… Otros las llevan emocionalmente; encubren su debilidad con una fortaleza extrema, o su cariño con una frialdad gélida… «¿Quién soy yo, realmente?»…
He cambiado mucho en poco tiempo… Y he tenido dudas y miedos en este recorrido, hasta el punto de desdibujar esa persona que soy… Pero la esencia sigue ahí, sólo hay que recuperarla… Y yo agradezco los fundamentos en los que me forjaron y lo que mis padres han dado por mí… No todo ha sido perfecto pero, ¿quién pide la perfección?
Ahora me toca lidiar conmigo mismo… Arrancar raíces profundas y comprobar de dónde vienen algunas de mis actitudes… No va a ser fácil, pero sé que lo conseguiré… Tampoco sé si eso me hará mejor o peor persona; sólo sé que me conoceré más a mí mismo, y creo que esa es una asignatura de la que me faltan superar unos cuantos exámenes aún…
Por la tarde me he llevado una pequeña decepción… En la vida también intervienen estas cosas… Como decía Freddie Mercury, «rain must fall»… Es una pena que muchas veces la desconfianza o los miedos generen estas metamorfosis en gente que creías conocer… Pero ya veis que si a uno mismo le cuesta conocerse, mucho más difícil es conocer a otra persona… ¡Con la cantidad de células que tiene! :)
Cuando llegué a casa esta mañana, esta canción no dejaba de sonar en mi cabeza… Después de la ducha y del desayuno ha sonado varias veces… Es una canción que me lleva al descubrimiento de uno… Al mundo interior y a lo que significa «vivir»… A seguir navegando con la ilusión de que al final de la aventura, el barco llegará a buen puerto… A caminos polvorientos que quedan atrás… Y a caminar con el calor del sol tostando la piel…
Stay alive
-Hola… Hace mucho que no hablo contigo… Sé que no sirven las excusas, pero la verdad es que tengo una vida algo ajetreada en los últimos tiempos… De todas formas, qué te voy a contar que no sepas tú ya… :)
Ya ves que las cosas andan algo revueltas últimamente, pero no debes preocuparte… Supongo que es ese tipo de terremotos que preceden a las grandes cosas… Esos momentos de agobio y de nervios que pronto tendrán resultados y de los que algún día me acabaré riendo…
Mañana, si no hiciera nada por cambiarlo, podría ser un día de lo más triste… Pero ese condicionante es precisamente el que va a impedir que lo sea… Porque este año quiero que sea un día especial… Un día bonito… Como tú te mereces…
El concierto de anoche fue sólo la antesala… Estuvo lleno de muchos recuerdos entre acorde y grito desesperado… Me emocioné mucho y agradecí que, aunque estuve rodeado de mil personas, fuera un perfecto extraño allí al que nadie reconocería… Así dejé aflorar todas las emociones sin sentirme cohibido… Todo fue más fácil…
Te echo mucho de menos… Supongo que puedes imaginarlo… Pero eso es algo ya irremediable, y una lección muy valiosa que he aprendido durante este tiempo… Muchas cosas dejan de decirse por darse por supuestas y en el fondo, aunque sea así, ahora me esfuerzo por gritarlo a los cuatro vientos… No tengo miedo a decir a alguien que le quiero, que le echo de menos, que estoy a gusto con esa persona o que le agradezco su atención conmigo… Ya no me callo… He aprendido a sincerarme con mis emociones y a quitarme ese velo de vergüenza que hasta hace un tiempo me cubría… Es una pena haber aprendido la lección tan tarde, y siento enormemente no haberte podido decir todo lo que eras para mí… Un timón… Parte de mi ser…
Hoy he podido hablar con todas las personas que significan algo para mí… Les echaba de menos y necesitaba escuchar su voz… He aprovechado para reír con ellos y demostrarles que les quiero, aunque haya alguno que no lo vea del todo claro… Supongo que a veces hablar desde el corazón y de forma tan abierta, asusta… Debería ser más traicionero… :) Es muy probable que mañana necesite algún que otro abrazo y unos cuantos besos… Intentaré conseguir lo que pueda, aunque no va a ser fácil…
Seguro que tú tienes una buena fiesta preparada y espero que los pasteles te salgan tan buenos como siempre… Ya sabes en manos de quién no debes dejarlos si no quieres que acaben chamuscados… :)
Por cierto, nunca olvidaré aquel bizcocho de almendras y whiskey que hiciste tan pocas veces y que tanto me gustaba… Un día tengo que rebuscar en esas agendas que utilizabas como libro de cocina para ver si está ahí la receta…
Yo he aprendido a hacer unas galletas que han tenido bastante éxito entre los míos… También me defiendo en alguna que otra cosilla; la verdad es que parece que va a resultar que tengo buena mano con esto, aunque sé que me queda mucho para llegar a tu nivel… Si consigo repetir las lentejas será todo un logro… Cuántas cosas me faltaron de aprender de ti, y no hablo sólo de recetas… :)
Por lo pronto, las casualidades han marcado que mañana nos tengamos que reunir todos, algo que además de insólito, me parece bonito… El motivo es algo más terrenal, pero no deja de ser una reunión y quizás un café que va a traer muchas risas… Y tú, todos vosotros en realidad, estaréis allí…
Podría quedarme toda la noche recordando tus frases hechas, tus manos suaves, la calma que transmitías aunque por dentro fueras un saco de nervios como yo… Podría recordar aquella conversación que tuvimos a solas el día de mi cumpleaños… Podría escribir mil y una veces el vacío tan grande que dejaste y lo difícil que es llenarlo, aunque haya pasado tanto tiempo… Podría, pero no debo… Porque las palabras siempre se quedarán cortas… Y porque quiero dormir mucho y despertar mañana con el máximo de energías que pueda disponer… Esta mañana bromeábamos sobre dormir abrazados a almohadas… Hoy buscaré en la mía los abrazos que echo en falta…
Así que sólo quería que supieras que te quiero. Y que me gustaría creer que estás orgullosa de mí…
Feliz cumpleaños, Mama… :*
Music and me
-Hoy he leído una entrevista a Miguel de la Quadra-Salcedo que me ha parecido de lo más interesante. Admiro a este señor desde que era pequeño. Me pegaba a la tele cuando aparecía como nuestro particular Indiana Jones, bajando de un helicóptero en busca de un tesoro perdido o hablando de antiguas civilizaciones y atravesando espesas junglas, machete en mano. Lo que más me llamaba la atención era su aire aventurero y ese poblado bigote que le hacía parecer un personaje propio de otros tiempos, de esos expedicionarios que aparecen en las grandes novelas de aventuras.
El tiempo pasa para todos e incluso para los héroes. Y ahora Miguel, a sus 82 años, se ve en cierta forma resignado a dejar las aventuras al margen, pero sigue reviviéndolas en sus recuerdos y en su imaginación. Y una de las cosas que comenta en la entrevista es que no se siente merecedor de esa cifra de años, y que el secreto de la eterna juventud es el de mantener siempre la curiosidad.
Eso es algo en lo que estoy totalmente de acuerdo y que siempre he mantenido como uno de los pilares de mi vida. Mantener la inquietud por descubrir y aprender cosas. SIEMPRE. Por encontrar algo que te motive a seguir manteniendo la capacidad de asombro, la mirada de niño, porque haya algo que te sorprenda y te anime a seguir descubriendo… No es necesario buscar motivos fuera, puedes encontrarlos incluso dentro ti; aprender de ti mismo es una de esas fascinantes aventuras que todos deberíamos emprender.
Precisamente en esta etapa de mi vida me toca aprender muchas cosas y estoy encantado de hacerlo. Además de por los beneficios que pueda aportarme, por el hecho de mantenerme activo y apartarme de ese sentimiento de aburrimiento en el que muchas personas se ven atrapadas. En mi caso, puedo decir que siempre tengo cosas por hacer, y que me encanta tener esa sensación. Además, cuando realmente tienes ganas de aburrirte y pasas una tarde de «aburrimiento forzado», creo que las disfrutas mucho más… :)
Pero además de esa curiosidad insana, creo que otra de esas motivaciones que te mantiene «vivo» es el interponer retos en tu vida. El tentarte a ti mismo a salir de tu zona de confort y buscar nuevas experiencias que te hagan madurar y crecer. Sentirte un pequeño héroe que sale de la comarca en busca de nuevas emociones. Quizás de miedo, quizás de asombro, quizás de satisfacción. Pero con la certeza de que haberte enfrentado a ti mismo y haber superado ese primer impedimento que te hace quedarte en tu silla, a salvo, es beneficioso.
Mañana me enfrento a uno de esos retos. Mañana actúan Madee en la Sala Apolo, mi sala de conciertos favorita. Para mí este grupo es algo más que un puñado de canciones. Han sido parte de la banda sonora de mis últimos años y sus canciones han estado presentes en momentos muy importantes de mi vida. No puedo escuchar el Orion’s Belt sin emocionarme y recordar los duros momentos en que no dejé de escucharlo una y otra vez, aún con el alma deshecha en ese fatídico final del 2004…
Esta vez, no sólo supone volver a verles una vez más, tras el concierto de reunión hace unos meses. También supone que será el primer concierto de mi vida al que acudo solo. Siempre me ha gustado compartir la experiencia de vivir la música en directo, y esto nunca ha entrado en mis planes. Y claro que no va a ser fácil y que siento cierto miedo ante lo desconocido de esta situación. Algunos se reirán al pensar cómo alguien puede tener miedo por ir a un concierto. Pero si me he atrevido a ponerme este reto es porque quiero vencer esa nueva barrera y sentir que sigo avanzando en mi camino. Porque todas las aventuras tienen sus sendas oscuras y sus noches en la jungla, rodeados de sonidos misteriosos… Pero siempre hay una luz al final… Y la música, para mí, es esa luz capaz de sanar cualquier herida…
Afternoons & Coffeespons
-Ayer por la tarde quería tener un momento conmigo mismo… Hablarme de todo lo que pasa estos días… De las cosas que se mueven y de las que no… De los pequeños terremotos y de lo que merece la pena realmente en la vida… Así que, de camino al curso de cocina que empecé ayer mismo, me paré en un súper a comprarme una merienda y me senté en un parquecillo…
Siempre me ha gustado lo simple… Pero últimamente valoro aún más las cosas sencillas… Quizás sea porque una de las cosas que más ganas tengo de conseguir es simplificar mi vida… Ansío vivir con poco… Ser nómada y que mi mundo pueda caber en una mochila… Y os aseguro que es una asignatura muy difícil para mí, porque tengo mucho apego a las cosas (y a las personas de paso)… Pero el caso es que disfrutar de unos minutos de calma, «detenerme» literalmente a pensar, disfrutando de la caída del sol, fue una experiencia que me llenó mucho y me dio nuevas energías… El azúcar de la pasta seguramente ayudó también… :)
No podría recordar todo lo que fue apareciendo en mis pensamientos, embelesado por las vistas. La verdad es que fue un barrido a toda mi situación actual en muchos aspectos, y también una vista atrás, hacia el camino que he recorrido… Lo del futuro lo dejamos para otro día, aunque es otra de esas cosas que se están moviendo y quizás a un ritmo más rápido del que esperaba…
Entre mordisco y mordisco, recordé una leyenda japonesa que encontré no hace mucho y según la cual hay un hilo rojo que une a ciertas personas por el meñique y que les mantiene unidas durante sus vidas… Un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. Un hilo que se puede estirar o contraer, pero nunca romper. La leyenda es ésta:
Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : «Aquí termina tu hilo», pero al escuchar esto el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza. Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda. Y en el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.
En los últimos tiempos tengo la sensación de estar dándome de bruces y una y otra vez con ciertas cosas. Aparecen piedras que se interponen a mis deseos. Pero si algo tengo, es que soy algo cabezota, para lo bueno y para lo malo. Si quiero algo, insisto hasta conseguirlo. Y no entiendo lo que significa tirar la toalla, menos aún cuando el premio es tan importante como el que persigo…
Creo haber encontrado a ciertas personas enlazadas a mi meñique con ese hilo rojo… Y es cierto que a veces ese hilo se tensa y se destensa, se enmaraña hasta límites que rozan la locura y la desesperación… Pero también es cierto que poder disfrutar de esas personas es un auténtico tesoro… Y conservarlas es una de mis motivaciones, día a día… Como seguir aprendiendo y mirar la vida con otros ojos…
Cuando acabé con la pasta y le di algún trago al botellín, me dije a mí mismo que estaba satisfecho de mis avances y orgulloso de mi forma de ser… Que siempre habrá cosas a mejorar, pero que por eso es tan ilusionante todo el terreno que queda por andar y los retos que van a aparecer en el camino… Y aunque no fuera una merienda de café y cucharillas con una tertulia improvisada, os aseguro que disfruté de ella, de la caída del sol y de mi propia compañía… :)
To binge
-Recuerdos de la mar… Sigamos navegando juntos… :)
Goodnight lovers
-Anoche quise volver a mi infancia… Sentirme de nuevo abrazado por alguien… Y recurrí a un libro… El libro que marcó parte de mi niñez…
Recuerdo que iba a segundo de EGB cuando mis padres me lo compraron, con la excusa perfecta de que tenía que representar ese año a uno de los protagonistas en la función del colegio. Y recuerdo perfectamente la noche en que lo leí, y que acabé llorando a moco tendido, en mi cama y con mi hermano durmiendo en la cama de al lado sin enterarse de nada… Repitiendo una y otra vez «pobre Principito», «pobre Principito»…
Creo que nunca he vuelto a llorar de esa forma con un libro… Y recuperarlo anoche me pareció muy bonito… Hasta llegar a la frase más especial de las que aparecen en el libro… «Lo esencial es invisible a los ojos…»
Las cosas importantes en la vida no son precisamente las que se pueden percibir con los ojos… Está claro que hay sonrisas por las que lo darías todo, pero las emociones son las que traspasan cualquier sentido… Es esa sensación que se percibe en el ambiente… Ese pálpito que te lleva a querer que el tiempo se detenga… Es ese regalo que no necesita envolverse y que se ofrece sin esperar nada a cambio…
No recordaba el pasaje en el que aparecía, y ver que iba introducido por un «adiós» me dio cierto escalofrío… Nunca me han gustado los adioses… Supongo que no he superado mi época de despedidas en aeropuertos… Creo que junto con los hospitales, son uno de esos lugares en los que no me siento cómodo…
¿Cómo te despides de alguien con quien has compartido tantas emociones y momentos? ¿Sonrisas y lágrimas, como la película? ¿Cómo se consigue actuar como un perfecto desconocido con alguien que has considerado parte importante de tu vida? Dejar de hablar con quien has dado tantos pasos… No poder compartir risas… Pizza… Películas… Textos… No poder decirle «hola» a alguien que tenías como un compañero de viaje para toda la vida… De repente no eres nada… Desapareces… Te esfumas y los momentos compartidos están destinados a pasar a ser recuerdos y a no volver a repetirse… Y sólo puedes preguntarte «¿por qué?»,
«¿por qué?», «¿por qué?»…
Una pérdida así no es algo trivial; no es como perder un calcetín en la lavadora… Y yo no soy capaz de ponerme una máscara… Me resulta imposible hacer algo así, aunque esto tenga parte de gracia que aparezca aquí… Y duele… Aún más cuando parece que no puedas hacer nada…
Estos días han sido difíciles… Por las ausencias, por las implicaciones emocionales de un fin de semana removiendo recuerdos de familia y por unas jornadas que se ponen cuesta arriba buscando nuevos horizontes… Todo se sigue moviendo, pero perder un apoyo en tu vida es una vía abierta en la nave que cuesta achicar… Se hace muy duro… Y lo peor es tener que convivir con una lucha interior que te llevaría a coger el teléfono y llamar, pero también con el peso de un compromiso que has aceptado por el bien de esa persona… El peso de las promesas… Alguna historia ha caído con ese tema…
Por suerte, apareció un nuevo himno… Fue de forma totalmente inesperada… Estas casualidades siempre me maravillan… La música siempre llena mis vacíos y me consuela con su abrazo… Y esta canción es todo a lo que puedo recurrir por ahora… Así que esta noche me dejo envolver por ella… Es tarde ya y mi mente ni siquiera es capaz de valorar si lo que escribo tiene sentido… Al menos, si no lo tiene con la cabeza, lo tiene con el corazón…
Here, somewhere in the heart of me
There is still a part of me
That cares
And I’ll, I’ll still take the best you’ve got
Even though I’m sure it’s not
The best for me
When you’re born a lover
You’re born to suffer
Like all soul sisters
And soul brothers
I, I can see the danger signs
They only help to underline
Your beauty
I’m not looking for an easy ride
True happiness cannot be tried
So easily
When you’re born a lover
You’re born to suffer
Like all soul sisters
And soul brothers
Like all soul sisters
And soul brothers
You can take your time
I’ll be waiting in line
You don’t even have to give me
The time of day
When you’re born a lover
You’re born to suffer
Like all soul sisters
And soul brothers
Like all soul sisters
And soul brothers
Depeche Mode – Goodnight Lovers
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-El otro día, «navegando» (y ésta es una pequeña licencia graciosa que me tomo :) ), encontré una frase que me hizo pensar mucho…
Parece mentira que algo tan, a priori, inofensivo como una imagen de las típicas que circulan por estos lares me tocara tanto… Pero lo cierto es que me sentí muy identificado con el mensaje, hasta el punto de hacerme reflexionar sobre qué nuevas aguas quiero surcar… Siempre me he considerado una persona muy válida, capaz de cualquier cosa cuando se lo propone… Pero, ah, amigos… Esos miedos que te encorsetan, que no te dejan crecer y te reprimen… Esos miedos, siempre han estado ahí… Hasta ahora… Cuando he sido consciente de la libertad de la que puedo disfrutar…
El año pasado mi barco embarrancó en los arrecifes y decidí apostar en esos tiempos difíciles por restaurarlo… Y también invertir en mí… Puse todo mi empeño en pulir la madera del casco y poner alquitrán en las juntas… Sí, estuve a salvo en el puerto durante ese tiempo… Quizás demasiado, hasta el punto de aletargarme un poco, vista la situación actual… Aunque no me arrepiento de haber elegido ocuparme de mí… Por una vez quise ser egoísta, y apostar por mí mismo creo que fue el mejor movimiento que pude hacer…
Me llevó casi todo el año y finalmente creí que había conseguido reformar mi nave a mi gusto… Sentirme cómodo en su armazón y volver a recuperar la ilusión por todo lo que me rodea… Sentirme más fuerte de nuevo… Así que me decidí a volver a las aguas… Salí del puerto en busca de nuevas aventuras… Y es cierto que las he disfrutado y me ha encantado vivirlas… He hecho cosas que no hubiera imaginado tiempo atrás: viajado muy lejos, conseguido metas que entonces me parecían inalcanzables, llegar a tocar con los dedos esa persona que quiero llegar a ser, aprender mucho, superar ciertos muros que me había impuesto, mover mi futuro, crecer, querer… Pero también he sufrido algún desperfecto… Las tormentas a veces no son tan benévolas con los navíos recién botados y el trabajo en los astilleros, aunque parecía bastante concienzudo, ha acabado por no ser todo lo minucioso que requería el anterior naufragio… ¡Pero no se ha perdido todo! ¡Por supuesto que no! :)
A veces nos empeñamos en complicar las cosas hasta los extremos… Cuando algo funciona, cuando es evidente que los momentos se envuelven en un halo de magia, nos empecinamos en demostrarnos a nosotros mismos que ahí tiene que haber gato encerrado, que no puede ser así… Encontrar aquella mota de polvo que lo distorsiona todo… Aquel grano de arroz negro en medio de un océano de arroz perlado… Y no paramos de escarbar y escarbar hasta encontrarlo y señalarlo con el dedo, haciendo el agujero en la yaga más grande y más doloroso… Y si no lo hubiera, lo imaginamos… Buscamos viejos fantasmas del pasado donde ni siquiera hay reflejos… Todo por justificar nuestras acciones o las acciones de otros… Parece que los genes destructivos que han ido dejando una huella desgraciada durante la Historia de la Humanidad se resisten a desaparecer… Y nosotros les seguimos dando coba… Cuando construir y mejorar, a mi entender, sigue siendo nuestra gran baza… Una bonita aspiración y un reto ilusionante… Crecer unidos… :)
Creo que las cosas, muchas veces, son más sencillas que todo eso… Que disfrutar de lo pequeño y de cualquier tontería es la sal que pone color a la vida, y que ansiar la perfección es inviable y un motivo de insatisfacción permanente, entre otras cosas, porque no hay nadie perfecto… No existen «el bueno» o «el malo», «el divertido» o «el serio», «el social» o «el introvertido»… Todos somos un cúmulo de ellos, con nuestras contradicciones, nuestros errores y nuestras manías; sí, la pimienta que nos faltaba en el aderezo…
Afortunadamente, todos somos diferentes… Muy diferentes… No nos cortan con un mismo patrón… Nuestra sangre no se clona… Y lo que parece una verdad universal puede no cumplirse cuando uno se topa con cierta persona, tan extraña como para ser diferente en su comportamiento al resto… Las rarezas también existen en la Naturaleza, como las mutaciones… Y no suponen siempre algo negativo… En la imperfección está la belleza…
Para mí, todo este entresijo de las relaciones se limita a no herir nunca al prójimo, ser consciente de la satisfacción y el orgullo que te producen tus propias acciones y sembrar el amor que eres capaz de generar en los demás… Porque el amor lo mueve todo… De eso sí estoy convencido… Y por muchos naufragios que pueda sufrir en el futuro, seguiré creyendo que no hay energía más poderosa que la de los abrazos sentidos… Esos que ahora echo en falta…
Hace justamente una semana, mi chamana y yo caminamos… Simplemente eso… Atravesamos kilómetros y kilómetros de pavimento y playa, a veces angostos tramos de camino e incontables montículos de arena, hasta alcanzar los 21… Fue una aventura inolvidable… Un domingo que guardaré entre algodones con el resto de momentos que he vivido con ella… No llegamos a nuestra meta, porque de hecho tampoco la había, y fue una experiencia que, a pesar de estar eclipsada por nubarrones de incertidumbre, me moriría por repetir… Una mañana sencilla… Pequeña… Genial…
Dar un paso para dar luego otro… Por el simple hecho de poder contemplar una preciosa y fría mañana de invierno en la playa… Por el hecho de poder caminar kilómetros y más kilómetros, con un bocadillo y un bizcocho en la mochila… Sin más pretensiones que recoger un puñadito de conchas bonitas de la orilla; sin más cargas que lo justo para sentir la felicidad… Sol en la cara y viento en las mejillas…
Lo más valioso que tenemos los seres humanos no son nuestras posesiones ni nuestra fachada, sino el aliento… Porque es lo que nos mantiene vivos… Y mientras podemos atesorarlo, somos unos afortunados… Todos lo somos, a pesar de los momentos duros que a veces nos abruman… Porque estamos vivos, y podemos disfrutar de estos instantes con quienes queremos mientras nos es posible… Es cierto que también podemos vivir nuestras vidas eligiendo hacerlo solos, aunque yo soy más de los que comparten… Porque las sonrisas en la intimidad no lucen tanto… Y el contacto de la piel es realmente adictivo…
Aceptar lo que viene sin rencores ni odios es una de las actitudes que he puesto en práctica durante los últimos tiempos y que me llevan a la serenidad… Cuando no puedes hacer nada por cambiar las circunstancias, cuando no depende de ti, sólo queda respetar y aceptar lo que llega, con todas sus consecuencias… Es cierto que el sentimiento de impotencia y de cierta injusticia duele, pero hay que intentar sobreponerse y volver a levantar la cabeza con orgullo… Aceptar no es resignarse… No es dar infinitamente tu brazo a torcer… Todos somos leones cuando se nos pincha; algunos aguantan un umbral de dolor y otros, otro nivel… Pero en el fondo, todos somos capaces de enseñar las garras si es preciso… También de mostrar nuestra cara más amarga… Esa que es capaz de borrar de nuestros recuerdos cualquier buen instante vivido para condenarlo al olvido…
A mí, por el momento, me toca aceptar la situación, apretar los dientes y seguir dando pasos… Las jornadas son duras… Vuelvo a dejar el puerto y me adentro en aguas desconocidas… Esta vez, entre otras, en aquellas que me labrarán un futuro, espero que lleno de aventuras y algún que otro tesoro, a poder ser… Por lo pronto, tengo al mejor compañero que podría conseguir, y eso me llena de esperanzas… Siempre habíamos fantaseado con embarcarnos juntos en peripecias parecidas, y día a día parece que el horizonte nos lleva hacia ese destino… Sólo espero que al final lleguemos a buen puerto y nos complementemos como lo hemos hecho a lo largo de tantos años…
Mi barco es único… Siempre lo he considerado especial; diferente al resto… No hay otro como él y me siento muy orgulloso de hasta dónde ha llegado y hacia dónde apunta su proa… Ya es hora de dejar de nuevo el puerto… Ha dejado atrás un auténtico desierto del que aún me queda arena en los zapatos y ahora se dispone a navegar por ese océano que tanto me atrae y al que recurro buscando calma… Voy a ser nómada, lo que una vez me propuse, pero esta vez en medio de las aguas…
Espero tener suerte… Aunque si me hundo, saldré a flote otra vez… Tarde o temprano, siempre salgo a flote… Llevo en mi sangre la bravura de los que luchan hasta el final… :)