Who you are
-Esta mañana he vuelto a caminar con el amanecer… Mi nueva vida no me permite hacerlo con la periodicidad con que lo hacía antes, y es algo que en mi interior echo en falta… Incluso esa loca idea de recorrer los 32 kilómetros hasta la gran ciudad me tienta cada día con más insistencia… ¡Y no será porque me falten retos! :) Lo cierto es que caminar ha sido algo que me ha ayudado mucho durante este tiempo… Un compromiso conmigo mismo y una disciplina que me ha llenado y me ha hecho sentirme más fuerte…
La novedad ha sido que hoy lo he hecho sin música… Si soy sincero, la he echado de menos también, porque es algo que tengo muy asociado a mis caminatas; supongo que es algo parecido a lo que siente un fumador con su café de después de comer… Me he sentido extraño al principio aunque, como es normal, no he tenido silencio absoluto… Mis pasos se han visto acompañados por el ruido de los camiones, el de las persianas subiéndose, el del rumor del oleaje… Y también el de mi propia voz…
Todo partió de la conversación que mantuve con mi chamana ayer por la tarde… Me dijo, entre muchas otras cosas que siempre me inspiran y me llenan, que necesitaba complementar la meditación con escucharme a mí mismo, porque era contradictorio que ese instante de las caminatas, que según ella es perfecto para reencontrarme conmigo, lo desaprovechara dejando de escucharme y echara a perder lo que conseguía con la meditación. Seguramente si ella os lo tuviera que explicar no lo haría con estas palabras… Por suerte no lee esto, o podría caerme una buena… :) Ella es mucho más medida con las palabras, algo en lo que también tengo mejorar (y más si pretendo ser un buen escritor).
Pero digamos que «contradictorio» sería uno de los conceptos que quiero eliminar de mi vida. Y como quiero demostrarme a mí mismo que no soy tan incoherente, me propuse probar las caminatas en silencio cuanto antes… Y eso he hecho…
Durante el trayecto fui evaluando ocasiones en las que me he puesto en un papel demasiado marcado… No pretendo ser el salvador de nadie, ni considerarme una víctima y menos un verdugo… Sin embargo, parece que me mueva en ese extraño triángulo… Revisando mi historia reciente, y capítulos tanto importantes como de los más mundanos, es cierto que podría encajar en esos patrones… También acudían a mi mente momentos en los que, intentando ser objetivo, no lo veía claro…
Es curioso que, si no te detienes a pensarlo con la mente fría, no llegas a ver todas esas situaciones como las podrían interpretar los otros, alejándote de la percepción y las emociones que tú intentabas transmitir… Todos creemos conocernos a la perfección, y sin embargo, todos tenemos infinidad de cosas por aprender de nosotros mismos… Por suerte, una de las mejores herramientas es encontrar a alguien que, desde fuera, sea capaz de darte la pista para pulir esas facetas de tu personalidad de las que no eres consciente… Y a mí escuchar siempre se me ha dado bien… Como aprender… :)
A media caminata, y cuando el sol ya despuntaba, quise hacer esa foto y me senté a contemplar la salida. Disfruté de la luz y me pregunté a mí mismo: «¿quién eres?»… Y de alguna forma, me costaba responder a esa pregunta… Hace un tiempo me decían que era frío con mis emociones, que no las expresaba, que me costaba hablar… También que se me notaba todo, que si estaba mal o algo me molestaba, se podía ver sin dificultad… Hoy me considero una persona mucho más expresiva con mis sentimientos y más abierta a hablar de todo sin tapujos… Incluso parece que he pasado del rosca el tornillo y que quizás debería mesurarme, cosa que me sorprende viniendo del punto del que venía…
Creo seguir siendo transparente porque nunca me han gustado las máscaras, aunque tengo que determinar si realmente llevo alguna puesta… Es difícil escapar de ellas… Algunos las llevan físicamente en su cuerpo; lo han modificado para sentirse mejor, para olvidar su parecido con alguien, para borrar cicatrices… Otros las llevan emocionalmente; encubren su debilidad con una fortaleza extrema, o su cariño con una frialdad gélida… «¿Quién soy yo, realmente?»…
He cambiado mucho en poco tiempo… Y he tenido dudas y miedos en este recorrido, hasta el punto de desdibujar esa persona que soy… Pero la esencia sigue ahí, sólo hay que recuperarla… Y yo agradezco los fundamentos en los que me forjaron y lo que mis padres han dado por mí… No todo ha sido perfecto pero, ¿quién pide la perfección?
Ahora me toca lidiar conmigo mismo… Arrancar raíces profundas y comprobar de dónde vienen algunas de mis actitudes… No va a ser fácil, pero sé que lo conseguiré… Tampoco sé si eso me hará mejor o peor persona; sólo sé que me conoceré más a mí mismo, y creo que esa es una asignatura de la que me faltan superar unos cuantos exámenes aún…
Por la tarde me he llevado una pequeña decepción… En la vida también intervienen estas cosas… Como decía Freddie Mercury, «rain must fall»… Es una pena que muchas veces la desconfianza o los miedos generen estas metamorfosis en gente que creías conocer… Pero ya veis que si a uno mismo le cuesta conocerse, mucho más difícil es conocer a otra persona… ¡Con la cantidad de células que tiene! :)
Cuando llegué a casa esta mañana, esta canción no dejaba de sonar en mi cabeza… Después de la ducha y del desayuno ha sonado varias veces… Es una canción que me lleva al descubrimiento de uno… Al mundo interior y a lo que significa «vivir»… A seguir navegando con la ilusión de que al final de la aventura, el barco llegará a buen puerto… A caminos polvorientos que quedan atrás… Y a caminar con el calor del sol tostando la piel…
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