Lost Fur
-Reconozcámoslo… Eso de que lo importante es participar es una cantinela para consolar a los que han perdido… Para que no se hundan y consigan seguir a flote lo justo para la próxima vez que deban ponerse a prueba… Pero lo cierto es que a NADIE le gusta perder… PERDER, que no es lo mismo que NO GANAR…
La semana pasada se dio el veredicto de una de las convocatorias en las que había puesto más empeño… Además, durante la escritura de ese relato, se fueron dando ciertas señales que me hacían ilusionarme más y más en que quizás había llegado el momento; en que ese relato iba a formar parte de una antología en la que me hacía especial ilusión aparecer…
Lo empecé a escribir una tarde en que me quedé solo en Londres este verano y fui a tomar el té con mi libreta roja de relatos…
Luego llegaron las casualidades como los elefantes por todas partes, incluso con mensajes que hacían alusiones a ciertos pasajes del propio relato (que ya estaba escrito) y que me dejaron alucinado…
O cierto edificio por el que paso a menudo cuyo nombre traía aires de la India…
Además, todos los que lo leyeron antes de presentarlo me comentaron que era un buen relato, que era «más maduro», e incluso hubo una persona que se emocionó al leerlo, cosa que me impresionó mucho… Para mí eran motivos suficientes para tener confianza en que podría llegar a buen puerto…
Pero, ¡ah! «no enviamos nuestras naves a luchar contra los elementos», como dijo Felipe II sobre la Armada Invencible… :) Y esa historia se ha quedado finalmente embarrancada en alguna orilla… Quizás esperando a que sea rescatada para volverse a la mar en un futuro… Podríamos entrar en polémicas sobre el mundo de la escritura, los amiguismos, lo subjetivo de los concursos y demás temas… Yo me remito a pensar en los hechos objetivos: envié un relato y no fue suficientemente bueno para entrar… Toca trabajar más…
No puedo esconder mi desilusión… Pero debo decir que he aceptado el veredicto con tranquilidad y que la autolapidación ha sido transitoria… A diferencia de lo que es PERDER, como tal, el NO GANAR no es tan dañino… Es cierto que pensé que hasta aquí ha llegado mi racha y que puede que no vuelva a colocar más textos en antologías o seguir sacando la cabeza en este mundo tan difícil… Pero inmediatamente salió mi vena Escorpio, la misma que dice que si quiero, puedo… Que trabajando puedo llegar donde yo quiera… Y mi compromiso es que cuando acabe la novela, volveré a las andadas y seguiré contando las historias que a mí me gustaría leer y que sólo yo soy capaz de escribir… Porque nadie tiene mi voz…
Así que, una vez superada la decepción, abracé el fracaso, sin más… Poniendo en práctica otra de esas cosas que me está sacando a flote en momentos de naufragio… Embrace the suck…
El fracaso es parte del proceso, de él se pueden aprender valiosas enseñanzas… Y no me refiero ahora únicamente a concursos… Aprender a perder, y aún más, aprender a saber perder es una de esas lecciones que todos deberíamos asumir… Y curas de humildad como éstas hacen que bajes de donde sea que estuvieras y te des cuenta de que no hay nada fácil y que tienes que trabajar mucho para conseguir lo que deseas… Si hablamos en materia de sueños, muchas veces el esfuerzo supone el doble o triple… Si hablamos de vivencias, os aseguro que se aprende muchísimo más… Porque todas las pérdidas transforman…
A pesar de todo, sigo con la ilusión de continuar creando historias que asombren a quien las lea, independientemente de si tienen cierto reconocimiento o no… Que alguien se tome la molestia de leer tus palabras me parece muy de agradecer, y creo que es justo intentar recompensarles con una experiencia que sólo tú puedas ofrecerles… Así que espero que en el futuro, aquellos que me lean, lo hagan con la emoción que intento imprimir en mis líneas… Que sientan el tacto de mis palabras y se estremezcan con lo que relatan…
No sé dónde llegaré con ellas, pero lo que tengo claro es que seguiré caminando…
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