Love is like a drug
[Un hilo de humo se asoma al otro lado de una de las dunas… El público parece intranquilo, ante la imposibilidad de que vaya a producirse un incendio en el teatrillo y las inexistentes medidas de seguridad del local les vayan a dejar en manos de una muerte segura… Unas señoras de la primera fila que parecen salidas de una novela de Agatha Christie cambian sus asientos para ubicarse al final del patio de butacas, como precaución… Al rato, y apareciendo de aquella duna lejana, se vislumbra la figura del protagonista que porta un ramillete de hierbas encendidas entre los dientes… Al verse sorprendido por el público, rápidamente se las quita de la boca y las sostiene en la mano…]
-Eh… Esto no es lo que parece… Os puedo asegurar que yo no soy demasiado partidario de cosas del estilo…
[El protagonista se acerca a un montón de hierbajos y utiliza el ramillete para prenderlos e iniciar una hoguera que le dé algo de calor en esta noche de pensamientos gélidos…]
-Nunca he probado las drogas… Lo más cercano a lo que he estado de ellas es en las humaredas que salen de los porros en los conciertos… Y una vez que le di dos caladas a un cigarrillo… No os asustéis… Era por una buena causa… Fue para celebrar el reencuentro de Los Tres Solterones después de mucho tiempo de enfado entre dos de ellos. Sinceramente, lo podríamos haber celebrado con las pizzas que acostumbrábamos a pedir, pero esa noche era especial. Lo mejor es que esa experiencia no me gustó. JM. me dijo entonces que si le hubiera cogido el gustillo, no lo hubiera dejado desde entonces. Pero fui afortunado entonces, y lo sigo siendo…
Reconozco que la gente que tiene alguna adicción de ese tipo debe ser muy fuerte para dejarla… Necesitas mucho de fuerza de voluntad y de ganar esa batalla diaria con el cigarrillo o con sustancias peores… Yo particularmente llevo tiempo en una cruzada indiscriminada para que mi amigo I. deje de fumar, pero sé que no puedo presionarle, porque tendrá que ser cuando él lo decida. Sólo espero que sea más pronto que tarde, para que no le afecte en la salud demasiado.
No he estado enganchado a ninguna sustancia en mi vida, pero sí lo he estado a una persona… Sin darme realmente cuenta hasta que se fue… Las temporadas en que no estábamos juntos eran asumibles, porque sabía que iba a estar bien allí donde iba y porque al final volveríamos a estar juntos y recuperaríamos el tiempo perdido… Soportaba la ausencia y me hacía fuerte para no preocuparla… Estos días de Semana Santa que se avecinan no van a ser nada agradables precisamente por ese tipo de recuerdos, porque fueron siempre días de reencuentros y de despedidas durante todos estos años… Pero con el punto final, mi síndrome de abstinencia se convirtió en mi peor pesadilla…
Hace unas semanas tuve otro descenso a los infiernos… Quizás fue porque vi unos vídeos de mi familia, buscando algo de aquel cariño que sólo una madre puede dar… Fue una experiencia bonita volver a ver a tantas personas que ya no están aquí… Pero también fue triste darme de bruces con la realidad… Y entonces recaí… Después de muchos meses… Es tan fácil sucumbir a la tentación en estos tiempos… Sólo hace falta teclear unas letras y aparece rápidamente lo que buscas…
Ese chute del otro día fue doloroso… Entró en la vena haciendo daño… Me enseñó el porqué no tengo que volver a jugar con este tipo de fuego… Me di cuenta de que los hilos invisibles que nos unían se van cortando poco a poco… Algunos sólo resisten por uno de los extremos… Otros han caído ya por el otro… Yo mismo me aferro a algunos por los que me tendrían que cortar los dedos para liberarlos… Pero la mayoría ya no se mantienen tensos… Se enredan y se hacen nudos… La llama se va apagando… Y a mí me sigue costando decir adiós a todo eso que una vez fue una hoguera tan intensa…
La palmera con la que hablo desde hace un tiempo me dijo la última vez que la visité que era muy difícil que, después de haber mantenido una relación tan larga y con tantas vivencias compartidas, pudiéramos ser simplemente «amigos»… Que lo más habitual es que fuera imposible el contacto en un futuro y nuestras vidas se separan para siempre… Que es algo que siempre nos estaría arrastrando durante toda la vida… Que siempre nos veríamos como algo más… Como aquello que fuimos…
La verdad es que esa conversación me dejó muy tocado. Yo siempre había albergado la posibilidad de, al menos, contar con ella como amiga; de seguir compartiendo nuestras cosas, aunque fuera a otro nivel… Recuerdo en alguna ocasión haber hablado de este tema con ella y defender que un chico y una chica podían ser simplemente amigos, sin ninguna connotación más… Ver que quizás tenga que seguir resignándome a perderla para no volver a verla nunca más ha sido un golpe duro… Pero reconozco que ver ciertas cosas es muy doloroso, y aunque ahora lo sufra yo, quizás ella también podría sufrirlo en un futuro… Y no se lo deseo… No le falta razón a mi interlocutora de tronco recio… Supongo que, como se suele decir, la experiencia es un grado… Y ella ha visto a muchos otros arrastrándose por este desierto… Pero por una vez, me gustaría que se equivocara… Cuando recupere las fuerzas para poder volver a verla de nuevo a los ojos, me gustaría seguir contando con ella, como siempre había sido… Aunque sé que el peor parado de ese encuentro voy a ser yo… Dolerá… Mucho…
A veces me preguntó qué pensaría de todo lo que va pasando por estas calles que ya no pisa… De todos los cambios que ha habido y de los que están por venir… Si supiera que las cosas están evolucionando y no precisamente hacia donde ella creía que lo iban a hacer… Confiaba totalmente en los consejos que me daba, porque sé que lo hacía de corazón, de la misma forma que se los ofrecía yo, pero muchos de ellos ya han quedado desfasados por los acontecimientos…
De todas formas, ya es tarde… Todo se está difuminando poco a poco… Sepultado por la arena de un desierto que parece que nunca acaba…
Mientras se va borrando el pasado, sigo escribiendo… Mi metadona particular consiste en coger un papel y escribir con mi nueva pluma… He aparcado la novela durante la semana que empezamos para centrarme en un relato que quiero presentar, con el consentimiento del bastón en el que me apoyo, claro… Será una nueva historia de amor… Es curioso que últimamente sólo me salgan de este tipo… I. está muy contento y quiere que tenga un final feliz, pero me temo que de esas no me salen…
Visto el éxito que están teniendo los últimos relatos, tengo que aprovechar la oportunidad que me ofrece un concurso como al que me quiero presentar… Sería otro subidón de los que necesito para seguir respirando y ese es el motivo de parar la novela por una semana… Tengo esperanzas en que esta historia siga la suerte de las últimas… Sería muy bonito…
Además, esta semana se supone que se hará pública una noticia que me hace muchísima ilusión, así que quizás me traiga buenas vibraciones y energías renovadas para seguir la travesía…
Pero no he abandonado la novela (al menos aún)… Estamos alrededor de las 12000 palabras… Y mucho queda por contar… He tenido que subir el umbral de lo que creía que me ocuparía completa, porque a este ritmo hubiera superado las 50000 previstas… Veremos… El segundo capítulo está a punto de acabarse… Pero queda mucho por recorrer…
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