Madness
[Cualquiera que tenga en mente un desierto, reconocerá casi de inmediato que la monotonía impera a sus anchas… Todo es arena… Dunas por todas partes, algunas más grandes, otras simples montículos… Pero siempre la misma arena ardiente, el mismo sol abrasador y las mismas ansias por refugiarse del calor y beber… Este desierto no es menos que ninguno, y aunque la sed en realidad es más metafórica que otra cosa y la arena sólo unos sentimientos obligados a desaparecer, a veces el aburrimiento llega a ser desquiciante…
El protagonista está sentado en el suelo con la mirada perdida en el suelo. Ha sido una semana que pese a haber volado, le ha dejado algo exhausto. Juega con su dedo trazando círculos en la arena… Poco a poco el círculo se va agrandando y el dedo empieza profundizar poco a poco, apartando cada vez más arena hacia los laterales. Sigue y sigue removiendo, y el pequeño agujero se va agrandando hasta ocultar ya las manos… Al poco el agujero ya llega a la altura de los codos… Y en poco, el protagonista sigue escarbando tumbado en el suelo y con los brazos completamente introducidos en un gran agujero que no puede dejar de crear…
Y de ese mismo agujero, empiezan a asomar estructuras metálicas de hierro forjado… Figuras retorcidas que parecen no sorprender al protagonista, inmerso en la excavación y ya dentro de un enorme cráter que se ha formado en medio de su desierto…
Y a esos forjados le siguen otros muchos, y estructuras con filigranas… Y puertas de madera maciza con grabados y cristales de colores…
Y entonces el protagonista entra en la puerta misteriosa, y tras un buen rato vuelve a emerger de aquella extraña gruta con algo entre las manos…
-Si hay otra cosa que he aprendido durante todo este tiempo es que el esfuerzo que inviertes en lo que haces, que lo que duele escribir cada palabra a veces, que todos esos sacrificios que haces para conseguir tu sueño, muchas veces tienen al final su recompensa.
No siempre es así, desgraciadamente. Hay veces en que pones todo de tu parte y las cosas no acaban saliendo bien. Porque la vida también parece que guarda un reverso oscuro en sus pliegues, siempre con la moraleja de seguir aprendiendo de esos reveses.
Pero en mi último reto importante, como fue la carrera, ya se vio que la dureza de compaginar el trabajo, la vida familiar y los estudios, alargando las noches y sufriendo durante las fechas de entrega constantes, al final tuvieron su recompensa, algo agridulce en mi caso, pero recompensa al fin y al cabo. Superar las adversidades te hace más fuerte, y verme capaz de llegar a la meta después de aquella época fue una victoria que nunca olvidaré… En cierta forma, el nuevo reto de la novela busca llevarme a ese estado… Recordarme de lo que soy capaz con sacrificio, confianza y esperanza…
Ayer tuve una nueva señal. Unas páginas en las que vuelvo a aparecer. Claro que no es un libro con mi nombre en solitario en la portada, pero cada aparición de este tipo me acerca a algún día llegar a ese punto… Es una pequeña batalla ganada a mi pesimismo… Y es algo que me anima y me llena de cierta felicidad.
Como me dijo una persona que me está ayudando en esta andadura, no puedes dar el paso doceavo directamente. No puedes preocuparte por él, porque antes tienes que dar el primero y luego el segundo y así sucesivamente. Éste es sólo un paso más… No puedo preocuparme por cómo acabará todo esto… Sólo seguir dando pasos… Es una gran lección de una persona que me está enseñando mucho… Estoy teniendo mucha suerte…
Lo curioso de la antología es el título… Mi relato no juega con la locura, pero he visitado recientemente el terreno de la desesperación, y no es especialmente agradable… De hecho, aún estoy buscando la salida… Paciencia… Tiempo… Seguir soñando…
Si os hace gracia encontrar mi escrito, podréis encontrar el libro en FNAC, Casa del libro o El Corte inglés, además de en cualquier librería si lo encargáis. Y si lo lees y te ha gustado (o no) me encantará saberlo… :)
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