Comments are closed.
Sleeping on the Sidewalk
[El actor principal aparece con gesto contrariado y frotándose la nuca con la mano derecha…]
– Uf… Vaya nochecita… :) [Comenta con una sonrisa de bienvenida…] No sé si vosotros tendréis también este tipo de movidas muy a menudo en vuestra casa… Pero estas dos últimas noches han sido mortales… Y todo por culpa de mi pesadilla particular… Mi hermano…
Porque, sí… Tengo un hermano… Y aunque a veces me arrepienta de ello (sobretodo cuando no encuentro un CD porque él lo ha guardado en la caja del primero que ha encontrado o en el peor de los casos ni siquiera se ha molestado en buscar alguna protección), en la mayoría de ocasiones me alegro de compartir mi cuarto con él…
Hemos llegado a tal punto de compenetración que incluso nos entendemos hablando mediante silbidos… Reconozco que yo no “vocalizo” tan bien como él, pero sí le entiendo a la perfección… ¿Podéis imaginarnos el uno en una punta del piso y el otro en la otra y pidiendo que uno de los dos vaya en busca del otro, o que cambie de canal en la televisión porque está saliendo algo interesante? Pues así es… :)
Aunque como os decía, “casi” siempre me alegro de compartir mi cuarto con él, estas dos últimas noches no ha sido un cuento de hadas que digamos… Inmerso en la misma vorágine de exámenes y trabajos de final de curso que muchos de vosotros, mi hermano tiene que entregar un proyecto de programación la semana que viene, y para no romper con lo habitual lo lleva bastante atrasado… Su compañera ha tenido que quedarse estos dos últimos días “viviendo” en casa y eso incluye la noche… He tenido que ceder mi cama para uno de ellos con lo cual me he tenido que ir a dormir al sofá del comedor… Hacía muuuuuuuucho que no volvía a ese entrañable rincón de casa para dormir allí; quizás alguna vez en que tuve dolor de barriga de pequeño y acabé durmiendo en él y tomando un vaso de agua caliente con un chorrito de anís (un remedio casero infalible de mi madre). Lo cierto es que no se duerme tan mal… Si no fuera porque oyes cada coche que pasa por delante del bloque, que cada cuarto de hora el reloj toca su MUY ENTRAÑABLE melodía (a destacar el repiqueteo de las horas en punto) y que a las seis de la mañana el comedor medio iluminado ya por el sol, adquiere un tono azulado imposible de eludir… Pero en fin, es una experiencia que podría repetir si no fuera por que mi cuello se resiente de ello… Uno ya no está para estos trotes… :)
Además, gracias nuevamente a mi hermano he vuelto a recordar el porqué me compré hace ahora casi un año, un nuevo ordenador… sto es l que entnde mi antigo PC si tclas un poc rápido… (TRADUCCIÓN: esto es lo que entiende mi antiguo PC si tecleas un poco rápido)… Ya tengo el nuevo monitor y ni siquiera he podido disfrutar de él… Aunque a primera vista he hecho una buena compra… Con lo que pesa deben haber invertido la producción de acero de Estados Unidos de medio año… A saber con que van a fabricar ahora las vías de tren… :)
[De pronto, un silbido desde las bambalinas. Aunque es difícil describirlo con palabras podría ser algo parecido a “fifiu… fi fi fifi fi fifiuuuuuu?”]
– Bueno, creo que me llaman… Llevo ya varios días escuchando esa melodía (y no precisamente “de tanto en tanto”, sino “de mucho a en demasiado a menudo”)… Porque sí, por si no fuera poco con todo lo que os he contado, encima les estoy haciendo medio proyecto y resolviéndoles las dudas… Que le vamos a hacer… Para eso estamos los hermanos… Y para tirarnos los trastos de vez en cuando… :)
Filed under old truths | Comentarios desactivados en Sleeping on the Sidewalk