Rise 'n Shine
Doughnut Song
– Quizás sea por eso que me cuesta tanto levantarme por las mañanas… Porque sé que la vida es dura… Y nunca llegas a acostumbrarte a vivirla… Mientras estoy a salvo en la cama, arropado y entreviendo la luz que intenta conquistar la habitación a través de la persiana, mi mente se desvela pensando que no es tan duro como lo pinto… Que en el fondo no hay nada que temer y que si le pones ilusión y empeño incluso puedes acabar el día con una sonrisa… Y por un instante lo pienso ciegamente y me atrevo confiado a poner el pie en el suelo y empezar a vestirme… Pero cuando abro los ojos compruebo que ya no hay suelo en la habitación y que los malentendidos del otro día lo han convertido en un fuego que la consume… O noto que los monstruos que me acechan de noche debajo del colchón esperan atraparme por los tobillos para llevarme a la sima más profunda… Cuando no es el suelo del que surgen millones de clavos de recuerdos oxidados, es una plaga de cucarachas que intentan colarse por mi oído y ofuscarme la conciencia…
Y entonces vuelvo a mi cama asustado… Y desearía no tener que abandonarla nunca… Y tiraría por la borda todo para continuar a flote unos minutos más antes que la tristeza me acabe ahogando…
Pero blandiendo mi esperanza me arrastro de la cama de nuevo e intento demostrarme que no lo soy… Que en el fondo es esta vida la que te hace sentirte así… Que aún hay buena gente en el mundo y que ese día puedo encontrar una más… Que los zarpazos son profundos y sangran… Que uno no se acerca a una llama cuando se acaba de quemar… Es un acto instintivo y heredado de los animales… Primero hay que tantear con la pezuña para ver si aún están calientes las brasas… Que cuesta reponerse de las heridas… Y es difícil dormir la noche siguiente… Y la otra… Por temor a que el dolor vuelva a aparecer… Pero que con armas como la ilusión y tiempo las llagas acaban sanando y las sonrisas vuelven a brotar, incluso con mayor hermosura…
A pesar de todo eso, hoy me hubiera quedado todo el día navegando por el mar de mi habitación sobre mi cama… Como el náufrago que me siento… Siendo el perfecto cero en el que me parece que me estoy convirtiendo… Sintiéndome como el agujero de un donut…
Filed under old truths | Comentarios desactivados en Doughnut SongLa Japonaise
[La música del koto danza elegantemente entre las butacas dando la bienvenida a los asistentes de una función algo especial. Varillas de incienso dispuestas en el límite del escenario se esfuman lentamente y cientos de guirnaldas y farolillos cruzan el techo del patio de butacas de un lado a otro. La escala pentatónica se desliza caprichosamente a través de los oídos del público y acoge en un instante al protagonista, que sale al escenario mientras la melodía se diluye como el azúcar de un té…
El actor principal lleva un tazón entre sus manos y sin mediar palabra se sienta en un taburete situado en el centro del escenario y da comienzo a la representación…]
– Hola… ¿Queréis ramen? – dice mostrando el tazón a los asistentes – Allí al fondo una chica encantadora os dará un buen tazón… Es curioso esto de la comida oriental… Hace años nunca me hubiera imaginado que llegaría a gustarme tanto… Y que a través de ella se llegarían a dar tantas carambolas en mi vida…
Todo empezó hace cuatro años, cuando una amiga de Cádiz me contaba las excelencias de la comida china, con sus tallarines tres delicias, el pollo al limón o la ternera con bambú y setas chinas… Yo no era capaz de imaginarme esos platos… Mi mente sólo podría recrear los platos de arroz que comía Son Goku y que parecían tan apetecibles, pero hasta ahí llegaba todo… Recordad que soy de pueblo y no de grandes ciudades como vosotros, y aquí la invasión de restaurantes orientales no llegó hasta pasados un par de años… Los restaurantes italianos y las pizzerías les habían ganado la partida por entonces… Además, bastante trabajo me costaba comerme las espinacas que hacía mi madre como para emprenderla con algas que las recordaban… Aun así, gracias a ese primer contacto creció mi curiosidad por ese mundo y llegó mi acercamiento a lo oriental a través de un mejunje de hojas secas… El té…
Pero no me desviaré del tema, porque eso daría hasta para escribir una novela… :)[El protagonista coge los palillos que descansaban en el tazón y recoge los fideos sorbiendo con fuerza… Luego prosigue…]
– Poco a poco, los restaurantes orientales empezaron a llegar a mi ciudad…
Y no recuerdo exactamente como me dejaría engañar por mi hermano (que siempre ha sido más abierto para el exotismo en el tema culinario), pero un día acabé comiendo con él en un restaurante chino… La experiencia no me desagradó… Además tenía su gracia comer algo que no sabías identificar exactamente, pero que no estaba mal del todo… Y sobretodo era entretenido intentar hacerlo con dos palitos de madera que se caían cada dos por tres hasta llevarte a la desesperación y pedirle unos cubiertos a la chinita del kimono… Como cambian las cosas… Con el tiempo yo mismo llegaría a enseñar a amigos como cogerlos…
La verdadera revolución llegaría hace un par de años… Fue entonces cuando llegó el primer japonés a la ciudad de los frankfurts, lugar de peregrinación obligada… Al poco tiempo me decidí a ir con mi amigo ivanin a comprobar si era una experiencia tan alucinante como decía el rumor que se había extendido por la ciudad… Y no tardamos en darles la razón…
Reconozco que el tema del sushi al principio no me atraía demasiado… ¿Pescado crudo? Iuuuugh… Así que empecé comiendo makis y evitando comer esas hojas que sabían a colonia nenuco y que el camarero decía que era jengibre… Hasta que un día caí…
Desde aquel día me convertí en un perfecto adicto… Luego mi dominio sobre la materia empezó a ser casi incuestionable cuando llegó ella y me empezó contar todos sus conocimientos sobre la mejor forma de comerlos (no olvidéis girar el sushi noventa grados al introducirlo en la boca) y las variedades de estrafalarias máquinas para preparar el arroz y demás curiosidades. Si no fuera por ella, aún me limitaría a pedir arroz y poca cosa más, y es algo que mi estómago seguro que le agradecerá algún día… Incluso empezamos a establecer la tradición de comer en uno de esos restaurantes en cada uno de nuestros reencuentros… Hemos llegado a preocuparnos por probar los que se dice que son los mejores del país y de momento no nos podemos quejar…
Lo peor es que incluso hemos contagiado esta afición a muchos amigos… Y hemos llegado a enseñar a preparar makis a esas mismas víctimas…
¿No os parece enfermizo? Si incluso yo mismo me puse a los mandos de la cocina para preparar mis propios makis… Tengo que reconocer que con resultados poco satisfactorios en mi opinión, porque la experta es ella… Pero os puedo asegurar que daban el pego, ¿eh?
Tras todo este atracón de arroz, seguimos vivos y la mar de sanos…[El protagonista alza la mirada para encontrarse a la chica al otro lado de la sala sirviendo tazones de ramen y le guiña un ojo…]
En fin… Supongo que todos habréis puesto un pie ya en algún restaurante oriental… Yo os propongo un nuevo reto… Llevad a vuestros padres… Imaginaos las caras que pondrán y los malabarismos que llegarán a hacer con los palillos… ¬¬
Personalmente, nuestro próximo reto a medio plazo será ir a Japón… Mi hermano ha estado este verano y nos ha puesto los dientes demasiado largos… Con un poco de suerte, dentro de un tiempo tendréis noticias nuestras desde tierras niponas… Sayonaras varias a todos, babies… :)
[El protagonista da un sorbo al tazón y se baja del escenario para ayudar a su cocinera favorita a servir ramen… La melodía del koto vuelve a aflorar y se pierde tras las puertas del teatrillo que encara la llegada de un nuevo otoño…]
Filed under old truths | Comentarios desactivados en La JaponaisePraying for Time
God Save The Queen
Por todos esos momentos en los que has estado conmigo… Feliz cumpleaños Freddie…
Cuida de mamá…
Domo arigato, darling…
Needles and Pins
[Los ecos de una vieja melodía de los 60s resuenan por las bambalinas del teatrillo…
I saw her today, I saw her face
It was the face I loved and I knew
I had to run away and get down on my knees and pray
That they’d go away But still they begin
Needles and pins
Because of all my pride
The tears I gotta hide…
La canción de los The Searchers se desliza por el patio de butacas desde un single de vinilo añejo que ha sido pinchado en una destartalada gramola…
El protagonista salta a escena cuando la canción muere y la aguja salta de la superficie del disco…]
– Hacía bastante tiempo que no soñaba… Cada vez me cuesta más, quizás sea porque me hago mayor… Pero la verdad es que para soñar lo que soñé anoche hubiera preferido no hacerlo… Fue uno de esos sueños rápidos, de esos que suceden cuando te acabas de meter en la cama adormilado y sin más aparecen y te hacen despertarte de nuevo y darte cuenta que te habías quedado dormido…
En el sueño estaba en una habitación extraña con gente extraña… Creo que estábamos estableciendo las bases para un juego… Es lo malo de los sueños, que a veces no llegas a recordarlo todo cuando despiertas… Pero lo que no se me ha olvidado es como en mi mano aparecían unas cuantas agujas… Y como en un momento del sueño empezaba a tragármelas… Jugueteaba con mi lengua con las dos primeras, pero la tercera me la tragué sin miramientos y noté como se clavaba en mi cuello… La sensación de cómo me desgarraba el interior del cuello al tragar fue tan real que en ese momento desperté y le comenté a mi inquilina lo sucedido…
Esta mañana en cuanto he podido me he dispuesto a buscar si ese sueño tenía algún significado… Y por lo visto lo tiene, aunque hay muchas opiniones al respecto… Así que puedo estar en las puertas de problemas de pareja o económicos que se solucionarán pronto, revelar un secreto a alguien que me hará daño posteriormente o incluso tener un accidente o enfermedad pronto…
Espero que, visto lo esperanzador que resulta, no se cumpla ninguno de esos pronósticos… Quizás sea por eso que no me gustan las agujas… Supongo que de lo que me depare el futuro os acabaréis enterando de una forma u otra… Pero la verdad es que me ha servido para encontrar algunas cosas curiosas…
A ver si para el próximo sueño aparece algo más inofensivo… ¿Qué tal unas piruletas? No me gustaría volver a ser un alfiletero con piernas o un muñeco vudú a tamaño real…
De todas formas, prometo mantenerlas lejos de mis sueñas y seguir pensando que las únicas agujas que adoro son las de los tocadiscos…
Color Me Blind
[La calurosa tarde ha caído poco a poco en la ciudad… Aun escondiéndose, el Sol continua haciendo estragos y estos días el público ha permanecido amarrado a los ventiladores del teatrillo, como si del mástil de un galeón que les salvara del canto de las sirenas se tratara… Los granizados de limón bien cargados de azúcar han hecho el resto para mitigar el calor reinante en la sala… El telón lleva caído varios días y no se ha percibido movimiento tras él, hasta el punto que algunos rumores sobre el abandono de los escenarios habían llegado a los oídos del protagonista… Aunque con fundamentos por la ausencia, no eran ciertos…
El protagonista aparece por uno de los laterales del escenario y se sitúa frente al telón, aún cerrado… Ha sacado del armario sus pantalones cortos y sus camisetas anchas, y si no fuera por la cercanía de uno de los ventiladores estaría bañado en un mar de sudor, como suele sucederle en verano… Entonces pasa su mano por la nuca y se dirige a los asistentes con una sonrisa…]
– Hola… Lo siento… He estado algo ocupado… Supongo que no es una excusa aceptable, pero es la única que puedo daros… Y encima es cierta… Pero no he venido a pedir disculpas sino a contaros nuevas cosas… Así que tomad esta función de hoy como una nueva hoja en blanco… Porque precisamente uno de los motivos de mi ausencia era ese… La página que había hasta ahora estaba demasiado escrita y necesitaba una nueva para llenarla de garabatos y tachones…
Muchas veces me ha venido a la mente que en la vida somos en cierta forma pintores con un único lienzo que pintar y una paleta infinita de colores (sí, esa cosa con la que no me llevo bien y por cuyo motivo he dado la paliza a más de uno de vosotros en alguna ocasión)… Así uno empieza tímidamente con el amarillo y el naranja, trazando líneas finas y redondeadas… Y poco a poco las líneas se van haciendo más gruesas… Y los colores se van tornando más oscuros y enérgicos… Y después del albor de los naranjas llega el apasionado rojo, y quizás toques de amargura en verde oscuro… Y a un doloroso negro le sigue un violeta casi eterno que gira y vuelve a girar hacia un granate intenso… Y de esta forma la tristeza en azul se pinta sobre los verdes que habías pintado antes… Y el azul queda solapado con el tiempo por un marrón que envejece en toques de gris y que pasa al blanco en jirones… Y los trazos son crudos y rasgados o perfilados y revoltosos, como tu vida lo vaya deparando…
Y así poco a poco vas pintando tu cuadro… Pero siempre es tu cuadro, tu pincel y tus colores… Algo que no dejará de acompañarte durante toda tu vida… Por muchas muescas que vaya recibiendo tu pincel y muchas veces que pintes con él de negro, siempre conservas la esperanza de limpiarlo y volver a retomar un nuevo color que embellezca tu obra…
Yo por suerte he encontrado a alguien que pone mi pincel en aguarrás y barniza con mimo el marco de mi cuadro… Y nunca sabré como agradecerle esos cuidados suficientemente…
Los días pasan… Y cada mañana vuelves a coger el pincel y a dejar más colores en tu lienzo con la ilusión de que aquellas manchas de decepción turquesa se vuelvan malva… O el rojo que has conseguido continúe teniendo la misma intensidad… Pero al menos yo CADA mañana sigo manteniendo la esperanza que desde allí arriba hay alguien que sigue el trazo de mi pincel… Y porque espero que desde tan alto se sienta orgullosa del cuadro que estoy pintando…
[El protagonista se acerca al lateral y tira de la soga que abre el telón… Y esta vez el decorado no es decorado… Es la vida misma pintada en una pared… Con un gracias muy grande a todos los que la han visto de cerca…]
Filed under old truths | Comentarios desactivados en Color Me BlindHello, I Love You
– Hola, ¿qué tal?
– Bien… ¿Y tú?
Y mañana continua (o empieza otra vez)…
Filed under old truths | Comentarios desactivados en Hello, I Love YouIn My Head
Me hierve la cabeza. Estoy preñado de cientos de ideas nuevas que emergen a la superficie sin cesar.Tal vez sea posible, en cierta medida, controlar los pensamientos, pero difícilmente se podrá dejar de pensar. Mi alma rebosa de formulaciones divertidas, soy incapaz de conservarlas antes de que nuevas recurrencias las repriman. No logro distinguir un pensamiento de otro.
Rara vez consigo recordar lo que he pensado. Antes de que me dé tiempo a reflexionar sobre una idea, suele fundirse, transformándose en una idea aún mejor, pero también es ésta tan fugaz en su naturaleza que tengo que esforzarme por salvarla de la erupción volcánica de nuevas ocurrencias…
Una vez más mi cabeza está saturada de voces. Me persigue un iracundo enjambre de almas que utilizan las células de mi cerebro para charlar entre ellas. No dispongo de la seriedad suficiente para alojarlo todo, de modo que me veo obligado a vaciarme de algo. Tengo un considerable excedente espiritual, y por ello he de vaciarme una y otra vez. Cada cierto tiempo me veo obligado a sentarme con lápiz y papel para evacuarme de pensamientos…
…
…Traje conmigo de mi infancia y adolescencia notas para cientos de historias. Se trataba de bocetos para toda clase de cuentos, novelas y relatos, y también para obras de teatro y guiones de cine. Jamás hice ningún intento de elaborar y desarrollar alguna de esas ideas, creo que ni siquiera se me ocurrió. Con tantísimas tramas para elegir, ¿cómo saber cuál escoger para una novela?
De todos modos, nunca hubiera logrado escribir una novela, pues siempre he tenido demasiada inspiración. Estaba tan inspirado durante mis procesos de pensamiento y anotación que constantemente era interrumpido por mi propio razonamiento discursivo al surgir sin cesar ideas nuevas y a veces mucho mejores que las iniciales. Los novelistas tienden a concentrarse en una misma idea durante mucho tiempo, a veces varios años. A mí eso me parecía una falta de energía, de lucidez mental.
Aunque hubiera sido capaz de concentrarme para escribir una novela, no me habría dado la gana hacerlo. No habría tenido motivación suficiente para escribir una novela, una vez que la idea había sido concebida y se encontraba a salvo en una libreta o carpeta. Lo más importante ha sido recoger y aislar la mayor parte de las ideas, o lo que luego pasé a llamar temas y sinopsis. Tal vez se me pueda comparar con un cazador a quien le encanta cazar animales raros, pero que no necesariamente tiene que estar presente en el posterior descuartizamiento, preparación y consumo de la carne.
Empecé este libro (El vendedor de cuentos de Jostein Gaarder) en el tren que me llevaba a Madrid hace un par de semanas… Ella me conoce muy bien y sabía que me vería reflejado en él… Porque yo tengo también mi carpeta de infinitas ideas, y a mí también me cuesta acabar mis cosas cuando en mi cabeza ya se han completado en cuestión de minutos…
Me asombré a mí mismo al verme plasmado en las páginas de un libro… Deberíais leer más, os lo tengo dicho… ;)
Madrid es una ciudad que adoro… Siempre sentiré algo especial por ella y por algunas de las personas que viven por allí… :)
[El protagonista coge el menú del tren y lo intercala entre las páginas del libro… Luego se retira entre unas bambalinas iluminadas de azúl intenso…]
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