1000 Oceans
«These tears I’ve cried
I’ve cried 1000 oceans
And if it seems
I’m floating in the darkness…»
Quizás no vuelva a publicar nunca más… O quizás sí… Pero esta historia ha merecido la pena escribirla… Ha sido importante para mí… También fue muy difícil…
A Strange Day
-Por la mañana tuve que repetir unas cuantas veces el Dreams de Fleetwood Mac para empezar el día… Luego, sorprendentemente, aparqué justo en la entrada al trabajo. Algo que no he conseguido hacer nunca desde que estoy allí. Después experimentar con el calor y pistolas raras… En el transcurso, llegó algún saludo inesperado y alguna propuesta casi irreal, de esas que te dejan perplejo… Y por la tarde otra más de otra persona, como si el karma se hubiera puesto de acuerdo para gastarme una broma… Seguiría unirme a un grupo clandestino y calentar motores para la cena… Y ya en ella, una sorpresa que habían organizado secretamente… Y un premio…
Son sólo dos piezas de plástico encoladas, pero lo que me llevo de ese momento no es sólo eso… Son los vítores por cada uno de mis méritos y la ovación final… Simplemente, necesitaba algo así… Sentirse querido es la mejor de las emociones… Es una lástima no haber tenido batería para grabar ese momento y reproducirlo en bucle en los malos días…
Siguieron muchas risas, hablar de las estrellas, de lo que marcan…
Pero también de películas de miedo, de historias de engranajes, de mujeres y de hombres… De futuro y de sueños… Una lástima que no llegara a tiempo para la echada de cartas del Tarot, pero será la próxima vez supongo… Siento curiosidad por saber lo que me dicen…
Y luego, al llegar a casa, me encuentro en el mail con la galerada de uno de los libros en los que saldré publicado… Aún está por acabar la maquetación definitiva pero, a pesar de lo fantástica que había sido la noche, ese momento de leer tu pequeño texto de presentación al mundo fue muy especial…
Un día extraño… Desde luego… Aunque quizás la culpa de todo la tuviera esa extraña Luna…
Wow!! pic.twitter.com/rXFQpK8apY
— Pu Jingles #FK (@PooJingles) julio 11, 2014
«hanging out with the Dream king…»
-Y claro, cuando me enteré de esa posibilidad, no lo dudé… Pensad que sería como decírselo a él mismo, pero ahorrándote la timidez y los problemas del lenguaje… Ya suponía que habría alguien que dominaría el inglés mejor que yo… Así que me aventuré a preguntarle…
@RocaEditorial #GaimanBCN Siempre te preguntan sobre consejos para los que empezamos a escribir. ¿Qué es lo que NO nos aconsejarías?
— iscariot (@iscariot) May 26, 2014
Y entonces, en el minuto 48:30 del encuentro con los fans, me quedé helado cuando la editora empezó a repetir esas palabras… Y su respuesta fue de lo más graciosa, y me puse nervioso, y me latió el corazón muy rápido y me alegré un montón…
¿Lo que no le diría a alguien que está empezando a escribir? Ok. Estas son las cosas que nunca le diría a alguien que viniera a mí y me dijera “Acabo de empezar a escribir. Dame un consejo”. No le diría: “¿Sabes? No tienes que escribir demasiado. Nunca acabes cosas. No te preocupes por no acabar nunca un relato o una novela o lo que sea, porque aun habiéndolo dejado a medias, los elfos siempre aparecerán de noche y lo acabarán por ti”. No le diría: “Recuerda que hagas lo que hagas, cada palabra que pongas en el primer borrador es lo más importante que posiblemente vayas a hacer y es absolutamente normal que te bloquees, porque debes recordar lo importante que es, y todo el mundo va a poder ver siempre tu primer borrador”. Eso es lo que no le diría.
Filed under me as writer, new truths | Comment (0)Kalopsia
-Estos días vivo anestesiado de mi propia realidad. Estoy todavía en una nube extraña, desde la que las cosas se mueven y yo las contemplo expectante, sin tomar demasiadas cartas en el asunto… No sé si es el cambio de temperaturas, el efecto de haber conseguido otro pequeño paso en la escritura, o a la resaca de la visita de Neil Gaiman, que aún puede estar durando… O puede que sea el maldito resfriado que he pillado AHORA y no en pleno invierno, durante el que me he mantenido como un roble; tanta vitamina tenía que servir para algo… El caso es que en este estado más cercano a la narcolepsia o a la insensibilidad, me noto más ligero, como si me hubiera quitado una enorme carga de encima… Como si las cosas de estos últimos tiempos ya no me importaran… Me limito a ver pasar los días, y a invertir mi tiempo sólo en mí… En mejorar, en curarme, en seguir dando pasos y seguir avanzando…
Aún no soy consciente de que he podido volver a verle de nuevo, y no estaba claro que pudiera, con toda la incertidumbre que planeaba en el ambiente en cuanto a que iban a haber colas legendarias. Era la segunda vez (técnicamente la tercera) que nuestros caminos se cruzaban, pero para mí esta ocasión ha sido la más especial, por las circunstancias que rodeaban este momento. Quizás era porque estaba atravesando una época en la que estaba más necesitado de sentirme cerca de él. Mientras soportaba la espera en las colas, pensaba para mis adentros que en las anteriores ocasiones yo había acudido como un fan más; con mis comics y mis libros y ansiando que me dibujara algo bonito o tuviera tiempo para firmarme todo el arsenal que le llevaba. Esta vez era muy diferente. Necesitaba tenerle como persona. Como alguien a quien admiras. Como tu referente.
En esta visita no era un fan. Aunque suene muy engreído por mi parte (y los que han convivido conmigo saben que soy de lo más modesto que os podáis encontrar en esta vida), quería encontrarme con «mi colega de letras». Estrecharle la mano. Ver su pluma. Comentarle cuatro palabras, sin más pretensiones. Necesitaba a la persona, su magnetismo, su energía… No sus firmas, aunque claro que aproveché para tenerlas, pues era la excusa para tenerle cerca durante unos instantes…
Los que me conocen saben que soy bastante malo para tomar decisiones… No es que sea indeciso; al contrario… Es que me tomo muy en serio las decisiones y antes de optar por un camino, evalúo todas las variables, opciones y consecuencias que se pueden dar… Y cuando ya lo he hecho, le doy doscientas vueltas más en mi cabeza… Y luego, quizás, me decido… Aunque estoy mejorando en ese aspecto y estoy quitando hierro a las implicaciones que tienen mis actos, aún queda tiempo para que pueda cambiar eso a corto plazo… Tendréis que aguantarlo un poco más, lo siento…
La noche anterior a la primera firma me puse a pensar qué libros le llevaría. La editorial sólo dejaba llevar dos ejemplares, y uno de ellos debía ser una de las novedades que presentaba. Ese primer ejemplar estaba claro: sería «El océano al final del camino». Además, se daba la circunstancia de que fue el libro que empecé a leer en el tren camino a mi último viaje a Málaga. Supuse que sería un bonito colofón a ese capítulo finalizado (por desgracia) de mi vida…
Pero, ¿qué otro libro podría llevarle entre todos los ejemplares, comics, muñecos, cartas y demás cosas que tengo? La decisión no iba a ser fácil… Entonces dejé que mi subconsciente trabajara por mí… Es algo que mi chamana me ha enseñado y la verdad es que es una herramienta muy útil cuando te encuentras saturado o abrumado. Consiste en no pensar. Sólo en dejarte llevar por tu parte no racional, por la de las emociones. En mi mente, me pregunté cuál de sus libros había marcado más mi vida. E inmediatamente vi el libro que tenía que llevarle… Y me di cuenta de que este hombre ha estado indirectamente en momentos muy importantes en mi pasado…
Era el libro que me ayudó a finalizar mi segunda carrera… Y era el recuerdo de una época dura pero por otro lado muy bonita y de un día muy divertido en el parque rodando el vídeo para el proyecto… No podía ser otro… Era ése…
Todavía lo tenía en su bolsa de plástico de congelados, la que utilizamos para presentarlo como víctima de mi aplicación de bookcrossing… :) Pero al abrirlo, me dio un vuelco el corazón… Literalmente fue así, no fue en absoluto figurado… No esperaba encontrar el sobrecillo con aquella nota escrita con su letra… Pensé que lo habíamos quitado tras la filmación… Y me di cuenta de que esto siempre iba a ser así… Creía que había recuperado parte de mis fuerzas y que podría afrontar este tipo de cosas, pero me equivocaba… Mi palmera le llama a eso «estar blandito»… Yo aún tengo textura de marshmallow…
Normalmente evito hacer ciertas cosas para no encontrarme con este tipo de sobresaltos: intento no mirar el mueblecillo negro y el espejo que hay sobre la cómoda, también guardé el último libro que le regalé en un cajón, porque el verlo cada noche era demasiado para mí, incluso cuando riego las flores que dejó, intento hacerlo sin mirarlas… Lo pongo todo perdido… Pero ellas siguen vivas… Es bonito saber que algo suyo no ha muerto aquí…
Por suerte ya hace un tiempo que no lloro… Algo hemos ganado en todo este periplo en desiertos y bajo palmeras… Pero ese pálpito me hizo ver que no sería la última vez que me pasaría… Que mi corazón volvería a sobresaltarse al encontrar algo suyo, al ver alguna fotografía o al encontrar un nuevo papelito escrito con su letra… Por no decir, si volviéramos a encontrarnos… Por eso voy asimilando, con tristeza, que quizás eso nunca pueda volver a suceder… Porque yo siempre voy a quererla… Y eso que tanto he querido, ya no puede ser… No creía que mi palmera tuviera razón, pero me temo que sabe más que yo en estos temas… Y me conoce muy bien ya… Iba a ser muy duro para mí tratarla como una simple amiga… Tomar un café y despedirnos como si nada… Como perfectos extraños…
Cuando me repuse, guardé el sobrecillo al lado de la foto que aún tiene su post-it con un «ESCRIBE»… Eso hago cada día… Porque la echo de menos… Como Neil cuando añoraba a Amanda y escribió toda una novela… «Escribo»…
Sin pretenderlo, y a lo largo de todos estos años en los que sigo a Neil Gaiman, me he dado cuenta de que tenemos muchas «tonterías» en común, cosa que me hace cierta gracia. De él aprendí que realiza sus primeros borradores a mano, que es la técnica que desde el verano pasado estoy aplicando y que parece que me funciona bastante bien (aunque sigue costando y me sigue pareciendo duro). Ahí le copié; lo reconozco y le doy las gracias. Pero la casualidad fue cuando me enteré de que él también escribe en pluma (aunque no de las de cartuchitos y a colores, como hago yo, sino recargándola con un ingenio que me temo que yo no sería capaz de utilizar).
Una semana después de estar por estas tierras, Amanda Palmer colgó esas dos fotos suyas. Ésta me hizo mucha gracia, porque se puede percibir su mirada ilusionada en busca de una nueva pluma… Me recordaba a mí mismo en Madrid, buscando una pluma bonita y echado sobre el mostrador del Corte Inglés, aunque al final acabara comprando la mía en un barrio y una tienda mucho más modestos… Yo siempre he sido de pueblo, y de barrio… :)
El jueves 29 de mayo del 2014 fue el día en que creí que iba a morir. En serio, pensé que os quedaríais sin actor para esta función. Primero fue hacer la cola desde las 10:30 hasta las 15:00 para la sesión de firmas de la FNAC, luego comer unos sándwiches que me supieron a gloria viendo a los skaters en la explanada del CCCB y finalmente volver a las 16:30 para la sesión propiamente, aunque ya con el numerito conseguido (el 20 de 100), donde por fin iba a encontrarme con él.
Me dibujó una estrella fugaz y un Cthulhu… Al salir me temblaban las manos… No podría expresar lo que sentí en ese primer encuentro…
Luego llegó la conferencia en el CCCB a las 19:00, con su correspondiente cola previa, aun teniendo una de aquellas preciadas entradas de 3 euros por las que se rumoreaba que se podrían pagar 300 euros… :S Pero ya dentro, me llevé una gran sorpresa al comprobar que habían elegido mi pregunta entre todas las que se habían formulado vía Twitter. Estoy deseando que cuelguen el vídeo con ella, porque, aunque yo en esos momentos estaba delirando de la emoción en mi silla, fue una respuesta muy divertida y llena de dobles sentidos que no pude pillar del todo… De mayor quiero hablar como lo hace él… Con esa facilidad de palabra y ese ingenio… :)
Y en cuanto acabó el encuentro, y en contra de mi voluntad, porque había una nueva firma de libros, me fui corriendo al Primavera Sound. Esa noche iban a redondearla St. Vincent, Queens of the Stone Age y Arcade Fire… Y es cierto que lo hicieron… Y que podría haber muerto esa madrugada… Pero no podía permitírmelo… Porque tenía muchas cosas que hacer en mi vida, y porque cuatro horas de sueño después, tenía que volver a la firma de libros que hacía Neil en la nueva Gigamesh.
Ahora que acudo solo a todas partes, me hizo ilusión que mi hermano quisiera compartir conmigo ese momento. La verdad es que nos metimos un buen palizón, pero el esfuerzo mereció la pena… Fue una aventura divertida… Si hubiéramos empalmado con la firma de discos que hacían los Pixies en la FNAC de Diagonal Mar ya hubiera sido demasiado… Yo con que me favoritearan una foto que hice una semana antes en Instagram, ya me di por satisfecho… :)
Tiempo atrás no hubiera puesto una foto mía en ninguna parte. Pero todos cambiamos. Y mi palmera siempre me dice que alguien como yo no puede encerrarse. Que tiene que dar a conocer sus virtudes al resto de gente. Abrirse y ofrecerse, porque no suele abundar la gente con mi sensibilidad y esa energía que transmito. Además, mi tía, que es el referente femenino más cercano que tengo ahora, la vio publicada en Facebook y me dijo que, aunque estaba muy delgado, estaba muy guapo, así que tendré que hacerle caso… Al menos salgo sonriendo y feliz… Aprovechaos antes de que la borre… :)
Ahora ésta es la nueva foto que quedará en mi recuerdo hasta que nos volvamos a encontrar, y no aquella del 97 que puse hace unos días… Neil me firmó la edición antigua de «American Gods», la del hombre con la cabeza de búfalo delante de la bandera americana en la portada. Me parece una imagen soberbia y una edición mucho más bonita que la última. Escribió un «believe» que para mí tiene todo el sentido del mundo en estos momentos, y me dibujó una lápida en «El libro del cementerio»… Y entonces me despedí de él…
¿Fue un sueño? ¿Fue una mentira? Espero que mi mala memoria me dé algo de tregua y las fotos (como la que hizo mi hermano, que parece más onírica aún, sin pretenderlo, porque le pilló desprevenido el saludo) me sirvan para recordar esos momentos mágicos por mucho tiempo… Lo voy a necesitar…
Estoy convencido que nos volveremos a encontrar…. Y con un poco de suerte seguiremos siendo «colegas», o quizás incluso mi nombre le empiece a sonar de algo… Hay que mantener la ilusión… Todo llega para los que saben esperar… :)
Espero que perdonéis esta función tan larga, pero necesitaba que esto quedara para siempre aquí; el lugar al que recurro cuando quiero recuperar mis pisadas y buscar el nuevo horizonte entre las dunas… Seguimos caminando…
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[El protagonista está revolviendo los trastos que tiene desperdigados sobre la arena con toda la velocidad que le permiten sus brazos. Va recogiendo muchos de los utensilios de acampada, trapos y objetos inservibles y los va introduciendo en el saco que va acarreando en esta travesía interminable… Cuando se siente observado por uno de los asistentes, que tose a causa de los cambios bruscos de estos días de primavera, el actor principal se gira de inmediato y se dirige al respetable…]
-Yo tenía intención de hablaros de lo intensos que habían sido estos días con Neil por aquí. De lo que me aportó y de la magia de esos momentos con él… Pero a veces los acontecimientos se precipitan a una velocidad endiablada. Y esta tarde no ha sido menos… Por eso estoy recogiendo todo… Lo siento…
Tras haber visitado a mi palmera, me había embarcado otra tarde más en la escritura de la novela. Entonces, en uno de los descansos, he decidido ver lo que se piaba al otro lado del desierto. Y ha sido cuando he visto un mensaje en el que se comentaba que ya se había dado el fallo del concurso del Festival de Fantasía de Fuenlabrada.
He intentado acceder a la página que conocía, pero no he visto ninguna información nueva, y al no haber recibido ninguna comunicación de la organización durante estos días, he empezado a pensar que esta vez no había conseguido nada. He vuelto a esa espiral en la que se sumerge uno, pensando que por mucho que he conseguido algunas cosas, volvíamos a las andadas. A la oscuridad… Por un momento, ni siquiera los buenos momentos con Neil han podido mantenerme a flote y he empezado a ahogarme…
Por suerte, he parado el naufragio encendiendo una vela. He pensado, «calma, confía, no lo des todo por perdido, respira, aunque sea así todo suma»… Y he seguido escribiendo… Porque los que pierden, se mantienen a flote en calma, con sus pensamientos sumergidos mientras crean ilusiones para otros…
Entonces ha llegado un nuevo descanso y he vuelto a revisar alguna cosa para distraerme. Y ha sido cuando ha aparecido un anuncio proveniente de un sitio que no tenía ubicado. Y ahí estaba…
La sorpresa y la ilusión se han desbordado a partes iguales… Una nueva lección, pero esta vez ya la había detectado antes de hundirme en el fondo por completo… Parece que en esta ocasión todo haya sido fruto de casualidades… Ahora veréis el porqué… :)
El relato que han seleccionado para la antología se titula «Mil Océanos»… Es una historia acerca de un amor imposible (como no), ambientada en la Fuenlabrada del siglo XIX y con notas de Steampunk, como exigía la convocatoria… La verdad es que a mi amigo I. no le gustó cuando se lo envié para que me diera su opinión; me dijo que la gente quiere historias con finales felices, y él no consideraba que este relato lo fuera, aunque yo sí… Pero ya tengo en mente prepararle uno de los que a él le gustan para su cumpleaños, con robots y amor verdadero… Y un final feliz, si soy capaz… Se lo debo por ser mi compañero de penurias todo este tiempo…
Me costó mucho escribir este relato, y llegué a un punto de la historia en que casi la abandono. Coincidió que también tuve que dejar la novela durante un par de semanas para escribirlo, y en esos momentos tenía una relación de amor-odio-indiferencia con ella. Pero insistí. Y mi chamana me enseñó a hacer un ejercicio de meditación que me vino muy bien para avanzar. A ella también le debo este pequeño éxito y una caja de galletas (que es el pago que acordamos por lo que me enseña).
«Mil Océanos» es un relato con un océano que separa dos amantes… Océanos como el que surge de una charca en el libro que Neil Gaiman venía a presentar estos últimos días… Océanos como el que sirvió de inspiración para el capítulo de la novela que acabé de escribir ayer, muchos años después de haber tenido la idea para una función de este teatrillo…
Océanos, en definitiva, que almacenan su fuerza bajo la calma, o que la demuestran cuando es necesario demostrar su bravura… El que sale a continuación no es un océano, pero es sólo otra de esas casualidades por las que las estrellas parecen hablar por uno… :)
I am a #Scorpio because my mind and heart go deep, like the turbulent sea.
— Best of Scorpio (@BestofScorpio) junio 3, 2014
Y aunque ésta es una vengala lanzada al cielo que es capaz de salvarme durante un tiempo, vendrán días con temporal y hay que seguir navegando… Nunca se sabe dónde te llevarán las corrientes… Es una pena no poder celebrar esto con las personas que uno querría… El destino también tiene un buen relato…
«so where’s Neil when you need him?»
-17 años después de aquella primera vez, volveré a saludarle. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Él ahora tiene barba; yo entonces no la llevaba y ahora sí. Él sigue conservando ese pelo, aunque con más canas; yo lo llevo mucho más corto que entonces. Él no viste tanto de negro y yo no llevo esas camisas tan «especiales». Aunque mañana pienso ir de negro… :) Ni siquiera las fotografías como esa se revelan en estudios. Ahora todo es digital, inmediato…
Pero por muchas cosas que hayan cambiado, sigue siendo mi referente en la escritura. Para mí, mañana (y pasado mañana, si continuo con vida) va a ser un día muy especial. No sólo por poder intercambiar alguna palabra con él y recibir la dedicatoria en alguno de sus libros, sino porque además asistiré a una charla de esas a las que siempre he querido atender. Neil Gaiman siempre tiene cosas interesantes que contar. Siempre se aprende con sus conferencias, tanto de la vida como de su escritura. Y con un poco de suerte, quizás llegue a contestar alguna de mis preguntas. Sería un honor. Hay tanta incertidumbre en todo lo que va a pasar mañana que asusta. Las colas, los horarios, la lluvia… Pero va a ser una aventura bonita… Algo que valdrá la pena vivir… Tengo mucha ilusión puesta en estos días… :)
Y además, por la noche, veré a Queens of the Stone Age y a Arcade Fire, dos de mis grupos favoritos, con sólo diez minutos de diferencia. Me hubiera gustado ver también a St. Vincent, pero creo que no voy a llegar a tiempo, por desgracia. Los astros a veces son caprichosos al confabularse para que todo suceda de la forma que ellos marcan. Será cuestión de dejarse fluir y disfrutar de todo lo que llegue… Por una vez, llevo puesto el piloto automático y pienso vivir estos días sin pensar en otra cosa que en mí… Creo que me lo he ganado… :)
Filed under dreams, me, me as writer, new truths | Comment (0)«wipe her from my memory…»
– Ayer se hizo pública la noticia que llevo esperando desde hace casi un mes. Aunque podría haberlo comentado yo mismo desde entonces, siempre he defendido la nobleza en la vida ante todo, y en este caso era preciso esperar a que los organizadores decidieran comentarlo en primer lugar para hacerme eco de ello. He sido seleccionado para aparecer en la antología The Best of Spanish Steampunk. Ediciones Nevsky realizó la convocatoria el año pasado y, por lo que entendí, era casi dirigida a textos ya publicados anteriormente, los cuales serían traducidos al inglés y compilados en formato digital. Aunque era algo que veía muy difícil de alcanzar, me decidí a preparar un relato sin saber ni siquiera de qué iba a tratar. No tenía nada que perder…
La alegría llegó hace unas semanas, cuando la editora me confirmó que mi relato iba a estar en la antología. Encima, por primera vez recibiré algo de los beneficios. En realidad es lo que menos me importa, pero también hace ilusión. Lo más emocionante es comprobar la lista de autores que aparecen en ella. Escritores a los que admiro y que han publicado novelas de éxito, como Jesús Cañadas o Eduardo Vaquerizo, y escritores de cierta veteranía se entremezclarán con gente novel como yo, algo que me parece asombroso. Me hace especial ilusión aparecer al lado de Care Santos, una escritora nacida en mi ciudad y que ha conseguido ser el segundo libro de ficción más vendido este Sant Jordi, o Félix J. Palma, escritor que ha marcado un antes y un después en la ciencia ficción de este país con su trilogía victoriana. Quién iba a pensar que, cuando el año pasado por estas fechas me estaba dedicando su libro, un año después podría compartir páginas con él. Como decía en su dedicatoria, las historias nos hacen soñar… Y yo entonces tenía muchos sueños por cumplir… Ahora habrá que esperar hasta otoño para poder vivir éste… :)
Otra vez la escritura me ha dado una lección. Que debo confiar más en mí y que la vida, si lo hago, me tiene que deparar muchas cosas buenas. Porque, como en este relato y en algunos que han venido posteriormente, sacar de lo malo algo bonito es una de mis prioridades. Y es una suerte que esas historias me sirvan como bálsamo para curar las heridas… Son «la pasión» a la que me estoy dedicando, como descubrí con mi chamana… Es lo único a lo que aferrarme que me queda ya…
Alguna vez me han preguntado de dónde saco las ideas para mis historias. En el caso de ésta fue bastante fácil, porque fue el reflejo de lo que me estaba sucediendo esos días. Acababa de bajar a los peores infiernos. La bomba había estallado y yo sólo tenía en mi mente el dolor que se siente cuando todo lo que has ido construyendo se desmorona definitivamente. Y aquella sensación de abandono… De haberlo perdido todo…
Lloré lo que nunca he llegado a llorar en mi vida. Y recordé cada palabra de las últimas conversaciones. Que yo era demasiado mayor, después de tantos años… Que podíamos ser las personas más importantes para el otro, pero no por eso vivir nuestras vidas juntos… Sólo dolor, heridas que se abrían…. Y todo ese sufrimiento se volcó al completo en aquella historia donde el personaje tenía esa sensación de que algo se rompía y que había que ponerle remedio… Una de las cosas que he aprendido es que cuando pones todo de ti en algo, sueles ver recompensado ese esfuerzo, por increíble que parezca… Y aunque esta fórmula mágica no se cumpla siempre, en este caso plasmar mi dolor en esas páginas me llevó a una historia de la que quedé muy satisfecho, casi diría que feliz, si no fuera por las circunstancias que lo rodeaban…
Pasaron las peores Navidades… Y entregué el relato el 1 de enero… Luego me acabé de derrumbar y toqué el borde del abismo el día de Reyes… A partir de entonces, hubo que caminar entre la desolación de un desierto…
Pero durante ese mes de diciembre hubo una canción que afloró para consolarme con su abrazo. Una canción con una frase que durante mucho tiempo fue el título del relato mientras trabajaba en él… «wipe her from my memory»… Fue esa la chispa de la que partió una historia donde el amor se transformaba en dolor y donde el protagonista intenta borrar el pasado…
Yo aún sigo luchando por conseguir eso… O al menos, por quitarme esa tristeza que siento al ver cómo se retorció todo y se truncó un futuro que parecía único y maravilloso… Pero me temo que borrar el pasado es imposible… Y es lo que el protagonista de mi relato también aprende… Seguirá doliendo, y hay que aprender a convivir con ese dolor y esos recuerdos… Y seguir sonriendo y amando, aun no siendo correspondido…
Sigo luchando y sigo creciendo… La muerte tiene ese extraño poder de transformación… Hasta ahora sólo lo había experimentado con muertes de personas fundamentales para mí, pero la muerte de un amor ha resultado ser igual de intensa…
Desde ese día yo también le pido a Dios que me dé fuerzas… «Fuerza» y «confianza» son dos palabras que tengo grabadas a fuego y que, en cuanto pueda, lo harán en mi brazo maltrecho…
Y esta canción que pide fortaleza me sigue matando cada vez que la escucho… Es una verdadera maravilla… Algún día me gustaría escribir así…
Now I have nothing
So God give me strength
‘Cos I’m weak in her wake
And if I’m strong I might still break
And I don’t have anything to share
That I won’t throw away into the air
That song is sung out
This bell is rung out
She was the light that I’d bless
She took my last chance of happiness
So God give me strength
God give me strength
I can’t hold on to her
God give me strength
When the phone doesn’t ring
And I’m lost in imagining
Everything that kind of love is worth
As I tumble back down to the earth
That song is sung out
This bell is rung out
She was the light that I’d bless
She took my last chance of happiness
So God give me strength
God if she’d grant me her indulgence and decline
I might as well
Wipe her from my memory
Fracture the spell
As she becomes my enemy
Maybe I was washed out
Like a lip-print on his shirt
See, I’m only human
I want him to hurt
I want him
I want him to hurt
Since I lost the power to pretend
That there could ever be a happy ending
That song is sung out
This bell is rung out
She was the light that I’d bless
She took my last chance of happiness
So God give me strength
God give me strength
Wipe her from my memory
I might as well
God give me strength
God give me strength
I might as well
Four leaf clover
-Llevo desde el domingo fascinado. Viviendo en un aura de irrealidad en la que me siento extrañamente ilusionado. Os preguntaréis qué es lo que me ha llevado a este estado de anestesia emocional, con todos los rollos depresivos que llevo contando en los últimos tiempos… Pues bien, la solución a vuestras dudas está aquí mismo…
[El protagonista enseña un trozo de recorte de una revista, en él puede leerse un texto escueto…]
Esto venía en una de esas típicas revistillas gratuitas de cualquier ciudad de este planeta. Esas que puedes recoger en la panadería y que suelen servir para bien poco si no tratan algún tema que realmente te interese. Llevo un tiempo leyendo sobre estrellas y lo que caracteriza a los signos del Zodiaco (en especial, los de aquellos que significan o han significado algo para mí), aunque sin llegar a la obsesión, por supuesto. Y en cuanto compro el periódico o consigo alguna publicación de este tipo, instintivamente voy a la sección de horóscopos y leo.
En este caso, el texto viene firmado por la misteriosa Madame Odamae, un nombre de lo más exótico que ya se ha ganado un lugar en mi próximo relato y detrás del cual debe esconderse un intento de Elena Francis del mundo de la Astrología. Pero esa nota, en la que promete que para los nacidos en mi signo esta semana va a marcar un antes y un después en nuestras vidas, y que durante estos días vamos a tener mucho protagonismo y aún más acción, ha despertado en mí unas esperanzas inusitadas en que por una vez algún charlatán de este tipo tenga razón. Porque creo que habrá gente que realmente tenga un don especial para esto, pero también, que hay mucho Sandro Rey suelto aprovechándose de la gente con la fe destrozada.
Pero, ¿qué queréis que os diga? Me ha hecho gracia el atrevimiento de esta mujer/loquesea, y estoy contando los días para ver si finalmente acierta. Me encantaría, claro… Pero de momento hemos llegado a la mitad de la semana y la cosa no parece que vaya por ese camino, aunque es cierto que ha sucedido algún que otro avatar de esos extraños que tiene el destino… El pasado siempre vuelve, supongo…
Si Billy Corgan hace conciertos en la tetería de Madame ZuZu, ¿por qué no puedo adoptar yo a Madame Odamae como oasis para construirme una realidad alternativa, lejos de este desierto? ¿Y tomar mi té con la confianza que da que Madame Odamae acertará finalmente? ¡No tiene precio! Aunque no lo consiga, el hecho de apartar fantasmas de mi mente durante una semana es ya digno de agradecer… :)
Lo que hace el aburrimiento, ¿verdad Billy? ;)
Suerte que ya toca volver a la novela… El relato ya está entregado, tenía también fantasmas… Y amores imposibles… A ver hasta dónde llega este pequeño…
Reign of love
-Hay veces que me gustaría coger un barco y desaparecer… Como el protagonista del relato que me está costando horrores acabar… Quizás porque lleva demasiado de mi propia historia… Hay canciones que te transportan, y ésta me lleva a un barco como ese… A zarpar y dejar todo atrás… A que sentir la brisa en las mejillas sea mi única preocupación… Qué fácil…
Y qué duro se hace todo cuando tienes que volver a levantarte… Pero hay que hacerlo…
Mi abuela decía que la lluvia se lleva todo lo malo… Pues hoy está lloviendo… A ver si es verdad y es capaz de borrarme la cabeza para no pensar…
The First Time
-Las cosas en el segundo capítulo no han sido todo lo fluidas que hubiera querido… Y eso que en el fondo estoy haciendo trampas…
Lo que cuenta este capítulo es el inicio de la trama principal, algo que ya tenía empezado en anteriores intentos de completar esta novela. En concreto, lo que llevaba escrito hasta ahora en esa intentona eran cuatro capítulos que ocupaban ya 24000 palabras. Cuando he visto el número me he asustado. Creo que si hubiera seguido por ahí la historia, me hubiera salido un tocho digno de Juego de Tronos.
Pero ya que estaban escritas, yo estaba medianamente satisfecho con ellas, y me han acompañado durante tanto tiempo, he querido reaprovecharlas para esta versión. Me parecía un bonito recuerdo de todos estos años. Aunque no he podido conservarlas todas. Estamos en tiempos de cambio, ¿recordáis? -a veces me parece absurdo hablar en segunda persona cuando sé que sólo escribo para mí, pero no puedo evitar estar hablando con alguien… Y en el fondo me parece «gracioso»…. Cosa de locos-.
En concreto, los tres primeros capítulos quedarán condensados íntegramente en éste que estoy escribiendo, con lo cual la escabechina es importante. Lo que había en esas páginas hacía que la historia avanzara demasiado lenta, las descripciones eran exageradamente largas y, aunque las escenas tenían una dulzura muy bonita, necesito que las bases queden explicadas en este capítulo; algo que defina el ambiente bucólico de las protagonistas y su entorno, e introduzca los elementos causantes de lo que pasará más adelante…
Espero poder recuperar esas escenas dulces diseminadas por toda la historia, pero ahora he tenido que hacer una tarea de poda importante. El resultado no estará definido aún. Eso quedará para dentro de unos meses… Por el momento debo seguir puliendo el esqueleto y construyendo sobre cimientos tambaleantes… Sigo con esa inseguridad, y el siguiente capítulo va a ser una prueba de fuego importante, porque implica empezar con un personaje que ni siquiera estaba en las versiones antiguas de la novela…
Por un lado, me ha gustado rescatar esos capítulos porque me han permitido ver que he mejorado en mi escritura más de lo que me temía. Creo que ahora tengo más criterio para discernir lo que está bien y lo que no, lo que queda demasiado pesado y lo que tiene el ritmo idóneo para lo que se está contando. Aún tengo que mejorar en ese sentido, pero me parece que voy por buen camino… Por lo visto, la reentrada en la escritura con los relatos ha sido una buena escuela para mejorar mi visión autocrítica…
Pero volver a recuperar esas palabras ha sido emocionante y en cierta forma triste… Los inicios del NaNoWriMo que sirvió de excusa para empezarla y las personas que me acompañaron durante la travesía… Determinados momentos en los que me había puesto a escribir esos episodios… Vuelos con mi libreta viajera, hoteles, ciudades lejanas… Una visita al pueblo de mi madre en un año demasiado traumático… Paseos con ese dichoso cuaderno y mi puntafina siempre en la mochila… Mi primera vez escribiendo en esas páginas… Ella…
Aprovechando esta mirada atrás, por fin he solucionado el problema que había con los archivos de este teatrillo… La verdad es que a veces me gusta bucear entre todo lo que ha pasado en este escenario… Personas que estuvieron un día y asomaban la cabeza… Cosas importantes en mi vida que han quedado reflejadas para siempre aquí… Una vida que estoy contento de haber vivido… Estoy en paz conmigo mismo… Y lleno de esperanzas…
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