Hielo

agosto 18th, 2015

-Cuando llega la noche todo se asienta… Las tensiones del día se apagan y el cansancio te lleva a un estado de conexión contigo mismo de lo más especial… Es entonces cuando me tomo la licencia de subir a este escenario y dejar mis palabras flotando como el humo de la vela que prende… Porque creo que es en este momento, entre las sábanas, cuando me abro a mis sentimientos sin tapujos…

Estos días no están siendo fáciles; durante la jornada lucho contra mí mismo intentando aprender nuevas magias… El tiempo ahora no es mi principal aliado, y eso no deja mucho a la calma… Aun así, cada día hay un pequeño paso dado, y eso me llena de esperanzas… Será un largo camino, pero paso a paso se irá consiguiendo llegar a la meta… No queda otra que seguir insistiendo y poniendo mi paciencia en esa tarea… Cuando lo consiga, todo esto será sólo un recuerdo disipado…

Conectar con la naturaleza y buscar la belleza en las pequeñas cosas, en los momentos más sencillos (como comer bizcocho mientras veo salir el sol), en el ahora, está siendo una válvula de escape importante para estos momentos tensos… Ayer por la tarde me decidí a estrenar mi recobrada capacidad para caminar yendo a la playa… «Lázaro, levántate y anda, pa la playa» :) Y qué ganas tenía… Eso me recuerda que algún día de estos tengo que volver al parque y abrazar a ciertos árboles que deben sentirse algo desatendidos… El rumor de las olas fue mi compañía mientras escribía un poco… Otra forma de recuperar mi esencia… Las palabras parecen atoradas por las circunstancias y no fluyen libremente como otras veces… Pero aun así sigo escribiendo… Es otra victoria más que conseguiré de las muchas batallas en las que estoy inmerso…

Encontrarme a mí mismo también ha sido el motivo por el que ayer llamé a cierto sitio, en busca de nuevas sensaciones… Experiencias que me hagan sentir vivo… También darme un respiro y un pequeño premio… Necesito agradecerme el seguir tirando con ganas con todos estos asuntos… ¡Y poder caminar de nuevo, que no es poco! Así que el jueves voy a cumplir uno de mis sueños más viejos… He tenido que esperar media vida y no tengo ni perdón ni excusa… Pero me hace tanta ilusión que llegue ese momento que creo que si estoy durmiendo mal últimamente, mañana va a ser aún peor… :)

Pero ahora llega la noche, la que nos iguala a todos y nos lleva al sueño… Y con el murmullo de los coches pasando a lo lejos, es cuando me permito abandonarme, antes de que los ojos se cierren… Y es cuando noto que aflora mi verdadero yo, para poder hablar desde el corazón…
Cada mañana desde hace un par de semanas, me levanto muy temprano con una sonrisa y la ilusión del esperado reencuentro… El sol no ha salido aún, pero yo, después de meditar, abro mi corazón y me digo a mí mismo «éste va a ser el día»… El día de volver a cruzar alguna palabra… De tomar un té y sonreír de nuevo… De un «hola» escrito, ni siquiera pronunciado… De caminar unos pasos de nuevo juntos… Pero el hielo parece que aún cubre esa coraza impenetrable… Y tengo que reconocer que, a veces, caigo en el pesimismo de estar perdiendo algo tan preciado para mí… Aunque sepa que no hay motivos suficientes para que lo que se forjó durante este tiempo pueda caer con una neblina como ésta, esa sensación de estar entre la espada y la pared, de querer dar el paso pero saber que no sería bienvenido y que debo respetar las normas del particular juego del contacto-retirada, esa incertidumbre de dónde estamos, la impotencia de verte espectador pasmado e iluso, es un poco asfixiante…
Aun siendo esta noche algo más oscura que otras, mañana volveré a sacar mi sonrisa más brillante de nuevo y a abrir las persianas pensando que todo volverá a la cordura… Y que la primavera llegará de nuevo a los corazones y el deshielo fundirá aquello que ahora parece petrificado… Porque el frío se combate con cariño… Y al menos aquí dentro, sigue habiendo el mismo… Ante eso, la escarcha no puede durar mucho…


Trackback URI | Comments RSS

Leave a Reply

Name (required)

Email (required)

Web

Speak your mind

    Reading

    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

    98 von 224 Seiten (44%)