Strange Magic

septiembre 23rd, 2014

[A lo lejos, en ese desierto que parece no tener fin, se vislumbra una mesa y alguien agazapado sobre ella, como si estuviera garabateando incansablemente folios y más folios… Algunos de ellos han volado con el soplo de la ventisca. El resto se mantienen sobre la mesa gracias a un peñasco que ha colocado el protagonista, y que sustenta todo lo que va escribiendo… Cuando el actor principal percibe que el público ha llegado, se dirige a ellos arqueando las cejas y mordiéndose el labio…]

-Llevo unos días con los nervios a flor de piel… Estoy intentando preparar un poco mi exposición para el sábado y el peso de la responsabilidad me está ganando de momento. Es la primera vez que me toca hacer algo parecido y no me gustaría hacerlo mal, ni defraudar a aquellas personas que han confiado en mí… Pero estoy seguro de que esta derrota no será por mucho tiempo. Sé de lo que soy capaz… :)

Si algo me está ayudando para mantener la calma son las enseñanzas que he aprendido estos últimos meses… Tengo que reconocer que durante este tiempo de travesía en el desierto he tenido mucha suerte… Me he ido encontrando con ciertas personas que se han ofrecido a mostrarme ese camino que no veía, y gracias a ellos el periplo por estas arenas no es todo lo duro que era al principio… Una de esas personas es mi chamana…

A veces pienso que, si algún día supiera que para mis adentros, y con todos los respetos, la llamo «chamana», quizás podría tomárselo a mal. En realidad para mí es todo un piropo, porque es una palabra que comprende todo lo que ella representa para mí; esos conocimientos que los antiguos chamanes indios atesoraban acerca del hombre.
Afortunadamente para ella, tiene un nombre muy bonito y curioso a la vez, y hoy es el día de su Santa (no hubiera imaginado siquiera que tuviera santoral). Así que me ha parecido una ocasión inmejorable dejar aquí escrito lo mucho que me ha ayudado desde que una casualidad me hizo encontrarla… :)

El otro día, al compartir en su red la noticia de la charla que tengo que dar, me di cuenta de todo lo que ella me ha ayudado y todo lo que le debo… No sólo en este sueño loco que tengo de hacerme un hueco en la escritura, sino también como persona… Si antes era bueno, aunque con mis errores e imperfecciones (supongo que como todos), desde que la conozco creo que soy mejor persona… Que me ha ayudado a madurar un poco más (aunque aún tengo algunos temas que resolver, pero de los que estoy seguro de que saldré airoso) y a darme cuenta de mis debilidades y aquellos puntos en los que me equivoco… Tengo muy en cuenta sus opiniones y valoro el esfuerzo que pone en mí, incluso cuando el cabezota que vive en mi interior aflora… Aunque así le doy motivos para que ejercite su paciencia… :)

Estando con ella surge una extraña magia… Algo que es difícil de explicar, pero que a su vez me hace sentir muy cómodo, en paz, como si ya la conociera desde hace mucho más tiempo… Con ella las horas pasan volando y el ambiente se llena de una energía muy especial, como el magnetismo que desprende con su presencia, con lo que me cuenta o con su sonrisa desarmante… :)
Siempre bromeamos acerca de que formamos un buen equipo (o un «muy buen equipo» según ella)… Nos complementamos muy bien en las tareas en las que nos embarcamos (porque ella también quiere abrirse en el campo de ayudar a otros, como lo hace conmigo, y yo intento colaborar en lo poco que puedo) e incluso hemos fantaseado con la idea de llegar a trabajar juntos en un futuro… Si hubiera alguna forma de combinar nuestras aptitudes, estoy seguro de que llegaríamos muy lejos… ¿Quién sabe si lo conseguiremos? :)

Y estos días, gracias a ella y a sus consejos, espero conseguir centrarme y hacer un buen papel en la convención. Es muy posible que no pueda estar allí, recogiendo parte de los frutos que le pertenecen, pero lo estará en espíritu… Soy una persona que no olvido a mis amigos ni a los que me han ayudado… Y ella va a ser una de esas deudas que tengo que saldar algún día, porque las cajas de galletas a las que le invito cuando tengo algo que celebrar no me parecen suficiente pago… :)

Pero si quiero que siga estando orgullosa de mí, me temo que tengo que volver a mis tareas… Así que deseadme mucha suerte; la voy a necesitar… :)

[El protagonista vuelve a sumergirse en sus folios… Y en el aire, esa magia que busca vuelve a relucir…]


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