Be here now

junio 23rd, 2014

-Es tarde y debería estar durmiendo, pero no puedo… Llevo días recorriendo cada rincón de esta ciudad que tanto había echado de menos y aun así no me he cansado todavía de ella… Podría quedarme para siempre… Ser aquí el nómada que busco ser un día…

Pero este viaje tiene algo de exorcismo también. Intentar seguir adelante y olvidar… Y me temo que en estos días que llevo, no lo he conseguido… Porque me he imaginado mil veces todas estas cosas con mi antigua compañera de aventuras, y sé que hubieran sido aún mejores de lo que lo están siendo… En el fondo soy un imbécil, porque estoy convencido que soy el único en esta historia que sigue pensando estas cosas. Y me sigo haciendo daño a mí mismo, como un escorpión clavándose su propio aguijón… Esta extraña lealtad que mantengo con quien era mi otra mitad, pero que ya no quiere serlo, sólo me mantiene encadenado al pasado y a los recuerdos… Y es de eso de lo que tengo que huir… Tengo que aprender de ello…

A pesar de eso, quería dejar aquí las sensaciones que tuve en dos momentos de este viaje y que me tienen que ayudar a salir de este desierto. La primera fue en un callejón de Portobello, comiendo una hamburguesa buenísima con las vistas de una bicicleta apoyada en una farola… Siempre me he conformado con poco y con cosas sencillas; es algo de lo que me siento muy orgulloso, y que he heredado de mis padres y mi abuela… :) Lo que pensaba y sentía me lo guardo para mí… Pero ese recuerdo tiene que servirme… Cuando decaiga, tengo que volver allí… A ese callejón…

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El otro fue en Hyde Park. Acababa de abrir un moleskine que me he comprado para rellenarlo de relatos y se me ocurrió escribir en la primera página una especie de contrato conmigo mismo… Y eso también necesito retenerlo en mi memoria… El graznido de los cuervos, las risas, la luz, el rojo de las tapas del cuaderno… Todo quiero que quede para mí…

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Mañana seguiré caminando. Y con un poco de suerte, espero que todo sea más facil… Esta noche está costando… Quizás porque los vecinos de habitación no ayudan demasiado… O quizás no…

«run away with me tomorrow, June…»

junio 20th, 2014

run away with me tomorrow, June...

«we’ll try and ease the pain
somehow we’ll feel the same
well, no one knows
where our secrets go…»

Man Under the Sea

junio 19th, 2014

-Ha pasado la marejada… No han sido unos días demasiado agradables, ni siquiera con la novela… Las tormentas que han caído han sido preciosas, pero esas eran las que se veían al otro lado de la ventana… Las que caían bajo techo no lo eran tanto… Ahora los charcos se van secando y vuelvo a recuperar algo de fuerzas para seguir adelante… Es difícil no hacer caso a los cantos de sirena, aunque te ates con fuerza a tus convicciones y al palo más macizo que encuentres… Muy duro decir un «no»… Pero a veces es necesario… Al menos todos me dicen que ha sido lo mejor para todas las partes implicadas, aunque no lo sepan… Pero aun así cuesta mucho… Hay que ser muy fuerte…

Ya hace un tiempo que he conseguido mejorar esto que sostienen mis huesos. El otro día escuché a Paz Padilla diciendo que «a los 40, o te ajamonas o te amojamas»… Me hizo mucha gracia… :) Yo, por si acaso, me voy preparando y espero acercarme más a lo primero. Estoy contento en ese sentido. Me lo propuse y ha sido una gran lección y un gran aprendizaje que me he llevado de mí mismo. La constancia siempre tiene sus frutos. Y a eso no me ha ganado nadie, hasta ahora. Aunque aún me queda por hacer. De hecho, pronto se acaba mi tratamiento del brazo; me dan por un caso imposible. Voy a echar de menos a la gente del fisio, han sido muy majos conmigo y en cierta forma también han hecho de psicólogos, además de fisioterapeutas. Pero ya me he propuesto que ese tiempo que invertía allí, lo invertiré ahora en fortalecerme. Ha sido sorprendente para mí que dos médicos diferentes me dijeran que al perder peso, también se pierde masa muscular, cuando yo creía que lo que se perdía era la grasa que la recubría. Pero por lo visto no, y eso puede estar afectándome también.
Así que ahora me dedicaré a darle a las pesas todos los días y ver si me recupero en general y fortalezco el brazo para que no note tanto el pinzamiento. Ojalá lo consiga, o va a ser un recuerdo de por vida que no me va a hacer mucha gracia. Qué pena que algo bonito, como el motivo por el que me apareció, sea ahora tan doloroso… No quiero pensar lo que les pasa a la gente que se tatúan alguna referencia a sus parejas y luego lo dejan… Menudo sufrimiento…

Con lo que hay en mi cabeza, la lucha sigue en pie… Aún seguimos blanditos… A pesar de intentar no pensar e intentar autoconvencerme de que ya se perdió todo, uno sigue sufriendo sus crisis… En mi vida, por circunstancias que han ido pasando, he sido muy fuerte, aun sin saberlo del todo… Por supuesto, no puedo compararme con gente que realmente ha sufrido verdaderos dramas… Y también me he dado cuenta de lo débil que he sido, cosa que tampoco hubiera imaginado… Es un aprendizaje que no está siendo fácil… Pero algo que siempre he hecho y que no ha cambiado es que sé luchar… Y que cuando lo he necesitado, he buscado cómo mejorar en todo lo que he podido…
Por suerte, hay cosas de las que he aprendido este tiempo que me ayudan a allanar las dunas del desierto… A manejar el temporal lo mejor posible para que las aguas vuelvan a su cauce… Y uno de esos conjuros mágicos que invoco de vez en cuando es la meditación…

Atrapa el pez dorado

Aunque siempre me han gustado las cosas relacionadas con la mente, me interesé aún más por la meditación cuando leí «Atrapa el pez dorado» de David Lynch. Es un libro que me encantó, porque quitaba ese halo de ocultismo que parece que encierran estas cosas, y presentaba la meditación como algo rutinario… Él lo relataba de una forma tan natural como tomarse un café… Una herramienta que en su caso le aportaba imágenes que alimentaran su creatividad y sus proyectos. Y ya sabemos que este señor, lo que es creatividad, no le falta… :)
En esos momentos en los que lo leí, vivía algo estresado por la carrera y el compaginarla con el resto de mi vida, y sinceramente, no me pude involucrar más en profundizar en el tema. Pero ahora, en la situación en la que estoy y añadiendo el reto de la novela, la meditación se ha convertido en una ayuda más, tanto creativa como personal. Ha sido gracias a mi chamana que he empezado a tomarme meditar muy en serio. Me queda mucho por hacer en este campo, sólo estoy haciendo meditaciones de 10 minutos como mucho, cuando ella las consigue realizar de 40 (porque se recomienda no pasar de ese tiempo). Pero su dominio de la técnica es tan bueno que conoce incluso meditaciones de un minuto, que te aportan la serenidad que recuperas con las meditaciones largas, pero funcionando como un recuerdo de las sensaciones que vives en ellas… El día que consiga yo hacer eso será genial… :)
Al principio buscaba el apoyo de alguna música o alguna guía que me ayudara a saber cuándo tenía que inspirar o expirar… Últimamente prefiero el silencio… Me pongo unos cascos para aislarme del ruido de la calle, cierro los ojos, pongo las manos con las palmas hacia arriba, respiro… Y voy dejando que los pensamientos fluyan… Sean de la naturaleza que sean… Fluyen y los aparto… Sin rabia… Como pasar el dedo por la pantalla del móvil… Con suavidad…

Cuando me pongo a meditar, me imagino sumergido en un mar o en el océano, rodeado de peces de colores, que representan esos pensamientos… Me doy cuenta últimamente de la importancia que tienen el mar o los océanos para mí, como metáfora… Su fortaleza… Es curioso…
Y veo esos peces… Y los dejo pasar… Cosas que han pasado durante el día… Recuerdos del pasado… Ella… La novela… Mi familia… Mis amigos… Quizás algún sinsentido… No se trata de luchar contra la mente, sólo de dejar pasar… Disfrutar de lo que el subconsciente te trae… Quizás algo de ello se pueda aprovechar cuando acabe el tiempo (que es lo que en momentos de bloqueo con la novela me ha salvado), pero mientras, dejar ir… Solo, bajo el mar, con los peces…

Van a ser unos días duros lo que se presentan… También son un regalo que me he hecho… Una deuda pendiente que necesito disfrutar, aunque no voy a hacerlo con quien hubiera sido mi intención hacerlo… Es una larga historia… Pero me han dicho que alejarme me sentará bien… Recorrer otras calles… Desaparecer…
Sólo espero que Madame Odamae acierte para bien… Su predicción para esta semana era de lo más oportuna y desconcertante… :S
Cuidad mi desierto por mí… Gracias… ;)

«hanging out with the Dream king…»

junio 17th, 2014

-Y claro, cuando me enteré de esa posibilidad, no lo dudé… Pensad que sería como decírselo a él mismo, pero ahorrándote la timidez y los problemas del lenguaje… Ya suponía que habría alguien que dominaría el inglés mejor que yo… Así que me aventuré a preguntarle…

Y entonces, en el minuto 48:30 del encuentro con los fans, me quedé helado cuando la editora empezó a repetir esas palabras… Y su respuesta fue de lo más graciosa, y me puse nervioso, y me latió el corazón muy rápido y me alegré un montón…

¿Lo que no le diría a alguien que está empezando a escribir? Ok. Estas son las cosas que nunca le diría a alguien que viniera a mí y me dijera “Acabo de empezar a escribir. Dame un consejo”. No le diría: “¿Sabes? No tienes que escribir demasiado. Nunca acabes cosas. No te preocupes por no acabar nunca un relato o una novela o lo que sea, porque aun habiéndolo dejado a medias, los elfos siempre aparecerán de noche y lo acabarán por ti”. No le diría: “Recuerda que hagas lo que hagas, cada palabra que pongas en el primer borrador es lo más importante que posiblemente vayas a hacer y es absolutamente normal que te bloquees, porque debes recordar lo importante que es, y todo el mundo va a poder ver siempre tu primer borrador”. Eso es lo que no le diría.

Lazaretto

junio 14th, 2014

-Hoy me he levantado con la sensación de haber dormido 20 horas, a pesar de haber estado dando tumbos en la cama toda la noche, de haber pasado calor, sed y haber aguantado la megafonía de las fiestas del barrio hasta las tantas… Me he pesado y seguimos igual… Hoy Laura, la novia de mi hermano, ha cocinado para mí, aunque me ha recordado que otro día le tengo que hacer esos rollitos de pollo que tanto le gustaron… Hoy he aguantado un día más… También me he acordado… Me ha dolido el brazo… He pensado que ni tirando de los nervios de ese brazo me dolería más que lo que siento… He movido hilos para lo de agosto… Hoy he salido de una reunión indignado… He comprobado que el futuro de la política está en las democracias encubiertas cuando en realidad se tratan de dictaduras disfrazadas… Y que lamer culos es una profesión de moda… Nadar contra corriente, no tanto… Se me ha acabado la batería del móvil a media tarde… No he ido a por ese Moleskine como los que utiliza Neil Gaiman y que quiero dedicar a los borradores de los relatos… Chispeaba al salir… Lo querría estrenar la semana que viene y no sé si voy a poder conseguir uno antes… He comprado cerezas y plátanos… Me he dejado el pan, pero lo compraré mañana al volver de la caminata, si no diluvia… He recibido un mail que me ha hecho mucha ilusión… He visto fotos… Me he enterado de que me perderé un concierto muy bonito… Y estoy esperando que caiga esa tormenta que tanto llevan prometiendo… Pienso quedarme todo lo que pueda despierto mientras la escucho y escribo…

Pero, aunque sea una tontería, hoy es el día en que he elegido mi disco del verano de este año… Lazaretto… No creo que aparezca otro que pueda desbancarlo…

Kalopsia

junio 10th, 2014

-Estos días vivo anestesiado de mi propia realidad. Estoy todavía en una nube extraña, desde la que las cosas se mueven y yo las contemplo expectante, sin tomar demasiadas cartas en el asunto… No sé si es el cambio de temperaturas, el efecto de haber conseguido otro pequeño paso en la escritura, o a la resaca de la visita de Neil Gaiman, que aún puede estar durando… O puede que sea el maldito resfriado que he pillado AHORA y no en pleno invierno, durante el que me he mantenido como un roble; tanta vitamina tenía que servir para algo… El caso es que en este estado más cercano a la narcolepsia o a la insensibilidad, me noto más ligero, como si me hubiera quitado una enorme carga de encima… Como si las cosas de estos últimos tiempos ya no me importaran… Me limito a ver pasar los días, y a invertir mi tiempo sólo en mí… En mejorar, en curarme, en seguir dando pasos y seguir avanzando…

Aún no soy consciente de que he podido volver a verle de nuevo, y no estaba claro que pudiera, con toda la incertidumbre que planeaba en el ambiente en cuanto a que iban a haber colas legendarias. Era la segunda vez (técnicamente la tercera) que nuestros caminos se cruzaban, pero para mí esta ocasión ha sido la más especial, por las circunstancias que rodeaban este momento. Quizás era porque estaba atravesando una época en la que estaba más necesitado de sentirme cerca de él. Mientras soportaba la espera en las colas, pensaba para mis adentros que en las anteriores ocasiones yo había acudido como un fan más; con mis comics y mis libros y ansiando que me dibujara algo bonito o tuviera tiempo para firmarme todo el arsenal que le llevaba. Esta vez era muy diferente. Necesitaba tenerle como persona. Como alguien a quien admiras. Como tu referente.

En esta visita no era un fan. Aunque suene muy engreído por mi parte (y los que han convivido conmigo saben que soy de lo más modesto que os podáis encontrar en esta vida), quería encontrarme con «mi colega de letras». Estrecharle la mano. Ver su pluma. Comentarle cuatro palabras, sin más pretensiones. Necesitaba a la persona, su magnetismo, su energía… No sus firmas, aunque claro que aproveché para tenerlas, pues era la excusa para tenerle cerca durante unos instantes…

Los que me conocen saben que soy bastante malo para tomar decisiones… No es que sea indeciso; al contrario… Es que me tomo muy en serio las decisiones y antes de optar por un camino, evalúo todas las variables, opciones y consecuencias que se pueden dar… Y cuando ya lo he hecho, le doy doscientas vueltas más en mi cabeza… Y luego, quizás, me decido… Aunque estoy mejorando en ese aspecto y estoy quitando hierro a las implicaciones que tienen mis actos, aún queda tiempo para que pueda cambiar eso a corto plazo… Tendréis que aguantarlo un poco más, lo siento…

La noche anterior a la primera firma me puse a pensar qué libros le llevaría. La editorial sólo dejaba llevar dos ejemplares, y uno de ellos debía ser una de las novedades que presentaba. Ese primer ejemplar estaba claro: sería «El océano al final del camino». Además, se daba la circunstancia de que fue el libro que empecé a leer en el tren camino a mi último viaje a Málaga. Supuse que sería un bonito colofón a ese capítulo finalizado (por desgracia) de mi vida…
Pero, ¿qué otro libro podría llevarle entre todos los ejemplares, comics, muñecos, cartas y demás cosas que tengo? La decisión no iba a ser fácil… Entonces dejé que mi subconsciente trabajara por mí… Es algo que mi chamana me ha enseñado y la verdad es que es una herramienta muy útil cuando te encuentras saturado o abrumado. Consiste en no pensar. Sólo en dejarte llevar por tu parte no racional, por la de las emociones. En mi mente, me pregunté cuál de sus libros había marcado más mi vida. E inmediatamente vi el libro que tenía que llevarle… Y me di cuenta de que este hombre ha estado indirectamente en momentos muy importantes en mi pasado…

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Era el libro que me ayudó a finalizar mi segunda carrera… Y era el recuerdo de una época dura pero por otro lado muy bonita y de un día muy divertido en el parque rodando el vídeo para el proyecto… No podía ser otro… Era ése…
Todavía lo tenía en su bolsa de plástico de congelados, la que utilizamos para presentarlo como víctima de mi aplicación de bookcrossing… :) Pero al abrirlo, me dio un vuelco el corazón… Literalmente fue así, no fue en absoluto figurado… No esperaba encontrar el sobrecillo con aquella nota escrita con su letra… Pensé que lo habíamos quitado tras la filmación… Y me di cuenta de que esto siempre iba a ser así… Creía que había recuperado parte de mis fuerzas y que podría afrontar este tipo de cosas, pero me equivocaba… Mi palmera le llama a eso «estar blandito»… Yo aún tengo textura de marshmallow…
Normalmente evito hacer ciertas cosas para no encontrarme con este tipo de sobresaltos: intento no mirar el mueblecillo negro y el espejo que hay sobre la cómoda, también guardé el último libro que le regalé en un cajón, porque el verlo cada noche era demasiado para mí, incluso cuando riego las flores que dejó, intento hacerlo sin mirarlas… Lo pongo todo perdido… Pero ellas siguen vivas… Es bonito saber que algo suyo no ha muerto aquí…

Por suerte ya hace un tiempo que no lloro… Algo hemos ganado en todo este periplo en desiertos y bajo palmeras… Pero ese pálpito me hizo ver que no sería la última vez que me pasaría… Que mi corazón volvería a sobresaltarse al encontrar algo suyo, al ver alguna fotografía o al encontrar un nuevo papelito escrito con su letra… Por no decir, si volviéramos a encontrarnos… Por eso voy asimilando, con tristeza, que quizás eso nunca pueda volver a suceder… Porque yo siempre voy a quererla… Y eso que tanto he querido, ya no puede ser… No creía que mi palmera tuviera razón, pero me temo que sabe más que yo en estos temas… Y me conoce muy bien ya… Iba a ser muy duro para mí tratarla como una simple amiga… Tomar un café y despedirnos como si nada… Como perfectos extraños…
Cuando me repuse, guardé el sobrecillo al lado de la foto que aún tiene su post-it con un «ESCRIBE»… Eso hago cada día… Porque la echo de menos… Como Neil cuando añoraba a Amanda y escribió toda una novela… «Escribo»…

Sin pretenderlo, y a lo largo de todos estos años en los que sigo a Neil Gaiman, me he dado cuenta de que tenemos muchas «tonterías» en común, cosa que me hace cierta gracia. De él aprendí que realiza sus primeros borradores a mano, que es la técnica que desde el verano pasado estoy aplicando y que parece que me funciona bastante bien (aunque sigue costando y me sigue pareciendo duro). Ahí le copié; lo reconozco y le doy las gracias. Pero la casualidad fue cuando me enteré de que él también escribe en pluma (aunque no de las de cartuchitos y a colores, como hago yo, sino recargándola con un ingenio que me temo que yo no sería capaz de utilizar).

Una semana después de estar por estas tierras, Amanda Palmer colgó esas dos fotos suyas. Ésta me hizo mucha gracia, porque se puede percibir su mirada ilusionada en busca de una nueva pluma… Me recordaba a mí mismo en Madrid, buscando una pluma bonita y echado sobre el mostrador del Corte Inglés, aunque al final acabara comprando la mía en un barrio y una tienda mucho más modestos… Yo siempre he sido de pueblo, y de barrio… :)

El jueves 29 de mayo del 2014 fue el día en que creí que iba a morir. En serio, pensé que os quedaríais sin actor para esta función. Primero fue hacer la cola desde las 10:30 hasta las 15:00 para la sesión de firmas de la FNAC, luego comer unos sándwiches que me supieron a gloria viendo a los skaters en la explanada del CCCB y finalmente volver a las 16:30 para la sesión propiamente, aunque ya con el numerito conseguido (el 20 de 100), donde por fin iba a encontrarme con él.

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Me dibujó una estrella fugaz y un Cthulhu… Al salir me temblaban las manos… No podría expresar lo que sentí en ese primer encuentro…
Luego llegó la conferencia en el CCCB a las 19:00, con su correspondiente cola previa, aun teniendo una de aquellas preciadas entradas de 3 euros por las que se rumoreaba que se podrían pagar 300 euros… :S Pero ya dentro, me llevé una gran sorpresa al comprobar que habían elegido mi pregunta entre todas las que se habían formulado vía Twitter. Estoy deseando que cuelguen el vídeo con ella, porque, aunque yo en esos momentos estaba delirando de la emoción en mi silla, fue una respuesta muy divertida y llena de dobles sentidos que no pude pillar del todo… De mayor quiero hablar como lo hace él… Con esa facilidad de palabra y ese ingenio… :)
Y en cuanto acabó el encuentro, y en contra de mi voluntad, porque había una nueva firma de libros, me fui corriendo al Primavera Sound. Esa noche iban a redondearla St. Vincent, Queens of the Stone Age y Arcade Fire… Y es cierto que lo hicieron… Y que podría haber muerto esa madrugada… Pero no podía permitírmelo… Porque tenía muchas cosas que hacer en mi vida, y porque cuatro horas de sueño después, tenía que volver a la firma de libros que hacía Neil en la nueva Gigamesh.

Ahora que acudo solo a todas partes, me hizo ilusión que mi hermano quisiera compartir conmigo ese momento. La verdad es que nos metimos un buen palizón, pero el esfuerzo mereció la pena… Fue una aventura divertida… Si hubiéramos empalmado con la firma de discos que hacían los Pixies en la FNAC de Diagonal Mar ya hubiera sido demasiado… Yo con que me favoritearan una foto que hice una semana antes en Instagram, ya me di por satisfecho… :)

neil and me 2014

Tiempo atrás no hubiera puesto una foto mía en ninguna parte. Pero todos cambiamos. Y mi palmera siempre me dice que alguien como yo no puede encerrarse. Que tiene que dar a conocer sus virtudes al resto de gente. Abrirse y ofrecerse, porque no suele abundar la gente con mi sensibilidad y esa energía que transmito. Además, mi tía, que es el referente femenino más cercano que tengo ahora, la vio publicada en Facebook y me dijo que, aunque estaba muy delgado, estaba muy guapo, así que tendré que hacerle caso… Al menos salgo sonriendo y feliz… Aprovechaos antes de que la borre… :)
Ahora ésta es la nueva foto que quedará en mi recuerdo hasta que nos volvamos a encontrar, y no aquella del 97 que puse hace unos días… Neil me firmó la edición antigua de «American Gods», la del hombre con la cabeza de búfalo delante de la bandera americana en la portada. Me parece una imagen soberbia y una edición mucho más bonita que la última. Escribió un «believe» que para mí tiene todo el sentido del mundo en estos momentos, y me dibujó una lápida en «El libro del cementerio»… Y entonces me despedí de él…

neil and me 2014

¿Fue un sueño? ¿Fue una mentira? Espero que mi mala memoria me dé algo de tregua y las fotos (como la que hizo mi hermano, que parece más onírica aún, sin pretenderlo, porque le pilló desprevenido el saludo) me sirvan para recordar esos momentos mágicos por mucho tiempo… Lo voy a necesitar…
Estoy convencido que nos volveremos a encontrar…. Y con un poco de suerte seguiremos siendo «colegas», o quizás incluso mi nombre le empiece a sonar de algo… Hay que mantener la ilusión… Todo llega para los que saben esperar… :)

Espero que perdonéis esta función tan larga, pero necesitaba que esto quedara para siempre aquí; el lugar al que recurro cuando quiero recuperar mis pisadas y buscar el nuevo horizonte entre las dunas… Seguimos caminando…

Oceans

junio 3rd, 2014

[El protagonista está revolviendo los trastos que tiene desperdigados sobre la arena con toda la velocidad que le permiten sus brazos. Va recogiendo muchos de los utensilios de acampada, trapos y objetos inservibles y los va introduciendo en el saco que va acarreando en esta travesía interminable… Cuando se siente observado por uno de los asistentes, que tose a causa de los cambios bruscos de estos días de primavera, el actor principal se gira de inmediato y se dirige al respetable…]

-Yo tenía intención de hablaros de lo intensos que habían sido estos días con Neil por aquí. De lo que me aportó y de la magia de esos momentos con él… Pero a veces los acontecimientos se precipitan a una velocidad endiablada. Y esta tarde no ha sido menos… Por eso estoy recogiendo todo… Lo siento…

Tras haber visitado a mi palmera, me había embarcado otra tarde más en la escritura de la novela. Entonces, en uno de los descansos, he decidido ver lo que se piaba al otro lado del desierto. Y ha sido cuando he visto un mensaje en el que se comentaba que ya se había dado el fallo del concurso del Festival de Fantasía de Fuenlabrada.

Festival Fantasía Fuenlabrada

He intentado acceder a la página que conocía, pero no he visto ninguna información nueva, y al no haber recibido ninguna comunicación de la organización durante estos días, he empezado a pensar que esta vez no había conseguido nada. He vuelto a esa espiral en la que se sumerge uno, pensando que por mucho que he conseguido algunas cosas, volvíamos a las andadas. A la oscuridad… Por un momento, ni siquiera los buenos momentos con Neil han podido mantenerme a flote y he empezado a ahogarme…

Por suerte, he parado el naufragio encendiendo una vela. He pensado, «calma, confía, no lo des todo por perdido, respira, aunque sea así todo suma»… Y he seguido escribiendo… Porque los que pierden, se mantienen a flote en calma, con sus pensamientos sumergidos mientras crean ilusiones para otros…

vela

Entonces ha llegado un nuevo descanso y he vuelto a revisar alguna cosa para distraerme. Y ha sido cuando ha aparecido un anuncio proveniente de un sitio que no tenía ubicado. Y ahí estaba…

La sorpresa y la ilusión se han desbordado a partes iguales… Una nueva lección, pero esta vez ya la había detectado antes de hundirme en el fondo por completo… Parece que en esta ocasión todo haya sido fruto de casualidades… Ahora veréis el porqué… :)

El relato que han seleccionado para la antología se titula «Mil Océanos»… Es una historia acerca de un amor imposible (como no), ambientada en la Fuenlabrada del siglo XIX y con notas de Steampunk, como exigía la convocatoria… La verdad es que a mi amigo I. no le gustó cuando se lo envié para que me diera su opinión; me dijo que la gente quiere historias con finales felices, y él no consideraba que este relato lo fuera, aunque yo sí… Pero ya tengo en mente prepararle uno de los que a él le gustan para su cumpleaños, con robots y amor verdadero… Y un final feliz, si soy capaz… Se lo debo por ser mi compañero de penurias todo este tiempo…

Me costó mucho escribir este relato, y llegué a un punto de la historia en que casi la abandono. Coincidió que también tuve que dejar la novela durante un par de semanas para escribirlo, y en esos momentos tenía una relación de amor-odio-indiferencia con ella. Pero insistí. Y mi chamana me enseñó a hacer un ejercicio de meditación que me vino muy bien para avanzar. A ella también le debo este pequeño éxito y una caja de galletas (que es el pago que acordamos por lo que me enseña).
«Mil Océanos» es un relato con un océano que separa dos amantes… Océanos como el que surge de una charca en el libro que Neil Gaiman venía a presentar estos últimos días… Océanos como el que sirvió de inspiración para el capítulo de la novela que acabé de escribir ayer, muchos años después de haber tenido la idea para una función de este teatrillo…

oceans

Océanos, en definitiva, que almacenan su fuerza bajo la calma, o que la demuestran cuando es necesario demostrar su bravura… El que sale a continuación no es un océano, pero es sólo otra de esas casualidades por las que las estrellas parecen hablar por uno… :)

Y aunque ésta es una vengala lanzada al cielo que es capaz de salvarme durante un tiempo, vendrán días con temporal y hay que seguir navegando… Nunca se sabe dónde te llevarán las corrientes… Es una pena no poder celebrar esto con las personas que uno querría… El destino también tiene un buen relato…

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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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