«northern star am i frightened where can i go to rest…»

enero 4th, 2014

-Hoy he vuelto a enfrascarme en borrar toda una vida de un piso en el que no vive nadie ya… Y es duro…
La verdad es que cuando pienso en todo lo malo que me ha sucedido en los últimos años, me doy cuenta de que, aunque me cueste asimilarlo a mí mismo, y más en estos momentos en que me siento de lo más frágil, he sido una persona muy fuerte… Con todo lo que estoy leyendo sobre los Escorpio, una de las cosas que se repite es su fortaleza… Hasta he pensado en tatuarme esa palabra…
He tenido que superar la muerte de mis tíos más allegados y mi madre, acometer desencuentros en la familia, dar consuelo a mi abuela -que perdió a sus tres hijos siendo aún demasiado jóvenes-, superar luego su muerte, resistir los envites de la crisis y del trabajo, acabar una carrera a distancia intentando compaginarla con el resto de mi vida -siempre recordaré en la ceremonia de graduación que en los discursos se hacía referencia a lo duro que es estudiar a distancia, que exige mucha más disciplina y autocontrol que en otras circunstancias-, y ahora intentar llevar lo mejor posible el adiós a la persona que quería, en contra de mi voluntad… No soy ningún héroe… Muchas otras personas habrán pasado por lo mismo o cosas peores… Pero es cierto que yo he aguantado; mejor o peor, pero he estado ahí… Ayudando a todo el mundo, poniendo lo mejor que he podido de mí sin pedir nada a cambio, respetando las decisiones tomadas por los demás… Aun así, la vida es injusta a veces. Te trata a bocados y no te da un momento de calma. Y en mi caso, aunque he tenido momentos de una enorme felicidad con ella, parece que esta espiral no va a tener nunca descanso. Son años de constantes tormentas… Y la que estoy viviendo estos meses es de las grandes…

El piso del que os hablaba es precisamente el de mi abuela, que llevaba dos años y medio sin tocarse, y no está siendo fácil deshacerse de todas sus cosas, vaciar armarios y demás tareas a las que he tenido que enfrentarme. No es fácil porque soy una persona que se apega mucho a las personas que quiere y a los objetos que han sido suyos… Pero a pesar de no ser fácil, lo está siendo más de lo que hubiera imaginado. Quizás en otro momento no hubiera podido. Ahora, aunque mi dolor actual es comparable a los días en que faltó mi abuela o mi madre, creo que estoy preparado para hacerlo. Y estoy orgulloso de estar consiguiéndolo con mucho esfuerzo y sacrificio. Me he enfrentado a esa labor y la estoy cumpliendo. Supongo que he crecido por dentro. Cerrando los ojos en muchos casos. Llorando un rato en otros. Pero con fe en que todo cambie en un futuro, entre otras cosas porque estoy poniendo los medios para que así sea… Y ese es otro motivo por el que debería estar contento…

Hoy han tocado los cuartos de baño. He recogido todas sus cremas y colonias. He querido olerlas, y al hacerlo he vuelto a recuperarla por unos momentos. Ha sido una sensación mágica. Parece mentira que el olfato tenga tanto poder y sea uno de los sentidos más infravalorados. Al llegar la tarde, he estado tentado de oler aquella colonia de vainilla que se ponía la persona que yo quería y que tanto me gustaba… Pero por suerte, me he quitado la idea de la cabeza… Si no, la caída de esta noche hubiera sido más fuerte…

Cada vez que abro un cajón del piso y encuentro algo, me pregunto si realmente era importante para mi abuela. Consulto a no sé qué Entidad para saber si debo conservarlo o no. Porque, aunque sé que ella, esté donde esté, confía en que intento obrar de la mejor forma, me dolería no respetar lo que significaba algo para mi abuela. Me moriría de remordimientos. Por suerte, la memoria me está ayudando a discernirlo. También esa Entidad, porque en momentos de desesperación me acuerdo de mi abuela y mi madre, y recupero mis raíces y mis fuerzas. Y entonces consigo separar lo que vale y lo que no, lo bueno y lo malo, y dejar las cosas en su sitio. Tanto en las materiales que están en ese piso como en las que han sucedido recientemente…
Creí que no tenía mucha memoria, pero en este tiempo en el desierto y forzado a ser ciego me estoy dando cuenta de que realmente me acuerdo de muchas cosas… Quizás demasiadas… Casi siempre buenas, pero también de algunas malas… Y aunque yo siempre he intentado no regocijarme en lo que pasó y mirar adelante, en estos momentos me duele y me cuesta… Me sigue dando pena… Habíamos sido muy felices…
Siempre he creído que demostrarle a una persona que la quieres, además de respetando sus decisiones, es dejándola ir si es lo que quiere… Y yo la quiero horrores… Por eso sufro lo que sufro sin ella… Así que, aunque me duela, sólo puedo hacer de tripas corazón e intentar curarme las heridas…

Sé que tengo que mirar adelante… Todo el mundo me lo está repitiendo estos días… Y que precisamente bucear en recuerdos no es lo que me conviene ahora… Tengo que mirar el presente… Pasar un día y luego otro… Hacer las cosas que me gustan, construir, crear, pensar en positivo, transformarme… Y a pesar de la fortaleza que se supone que tengo, en noches como ésta, me desmorono… Pero mañana volveré a levantarme, y volveré a seguir caminando… Lo prometo… Sólo esta noche, permitidme jugar con esta tristeza un ratito… Descansaré y me levantaré…
He decidido que el martes llamaré para pedir ayuda… También para ir al dentista…


Trackback URI | Comments RSS

Leave a Reply

Name (required)

Email (required)

Web

Speak your mind

    Reading

    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

    98 von 224 Seiten (44%)