It Used To Be Me

diciembre 3rd, 2013

-Seguro que os ha pasado a vosotros también: tener la misma sensación que cuando el castillo de arena que habías estado construyendo toda la mañana en la playa es arrasado por una maldita ola. Esa sensación. Esa es la que tengo ahora.

La vida a veces es una mierda. Otras no, pero a veces, sólo a veces, sí lo es. Y por mucho que pongas de tu parte, hay cosas que acaban pasando de todas formas. Cosas terrenales y cosas por las que ningún humano puede hacer nada. Una realidad que mata. Pero, eh, así es la vida, amigo. Llena de muchísimas cosas buenas, cosas malas… Y cosas feas por las que hay que pasar lo más elegantemente posible…

¿Y qué queda de todo aquello? ¿Unos granos de arena perdidos en una inmensa playa? Queda mucho. Un incendio por extinguir. Un humo negro por disipar. Mil árboles por replantar. Un nuevo yo por reinventar… Lo perdido ya no puede reencontrarse. Los porqués están dados. Repetidos hasta la saciedad. Y el tiempo nunca vuelve atrás… No puede remendarse…

Fui al infierno y volví, como decía el anterior decorado. Volví con la piel chamuscada, pero con la conciencia tranquila al ver que era lo correcto. Mi madre decía una frase que muchas veces recuerdo: «el que hace lo que puede, no está obligado a más». Me lo repetía cuando me veía sufrir las horas anteriores a los exámenes, para que no me preocupara tanto por los resultados. Ahora ya no tengo que superarlos. Tampoco la tengo a ella. La situación ha cambiado, pero el efecto curativo de esa frase es el mismo.

Es tiempo de vendarse las heridas y mirar lo que queda de vida. De no llenarla de amargura. De confiar en mí de nuevo. De ser fuerte. De no rendirme. De no encerrarme. De cobijarme en lo que me gusta. De sentirme a salvo en lugares como éste. De remontar como lo hacen otros. ¿A que es fácil? Permitidme que no lo vea tan claro. Sólo el tiempo dirá si lo consigo…

Tengo fe… Y tengo esperanza… Pamplinas para algunos… Pero no me duele llevarlas en los bolsillos. Llegaran noches de tormenta en que escucharé el barco resquebrajarse en medio de un océano de pesadillas. Y nunca sabes cuando vas a necesitarlas…

Por cierto, hola… ¿Os acordáis de uno que se pasaba por aquí hace unos años? Ese solía ser yo…


Trackback URI | Comments RSS

Leave a Reply

Name (required)

Email (required)

Web

Speak your mind

    Reading

    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

    98 von 224 Seiten (44%)