Hope There’s Someone

[Dos candelabros sobre unos altos soportes presiden el escenario, emitiendo una luz que juega a desvanecerse con las sombras… Entre ellos y cerca del telón de fondo, una telaraña de cinta adhesiva forma el decorado para la función de esta noche… La cabeza del protagonista aparece de pronto por un hueco de la cortina en el centro de la maraña y se dirige al respetable…]

– 350 millones de personas en todo el mundo… 16 millones en nuestro país… Mucha gente… Muchos teatrillos… Muchos solitarios viviendo su soledad en compañía de otros solitarios… Muchos náufragos… Mucha suerte encontrar a personas a las que llegues a querer como amigos aunque no hayas visto nunca el brillo de sus ojos…

Hoy es el Día de Internet… Aunque como siempre, podría haber sido cualquier otro… Hace años, cuando empecé en esto, no sabía todo lo que me iba a deparar… Siempre tuve la esperanza de encontrar a alguien al otro lado que viera el mundo como yo… Y tuve suerte… Y llegaron muchas cosas buenas… También algunas malas… Porque también las tiene… Y me arrepiento de no haber pasado más tiempo con la persona que más quería en este mundo antes de que se fuera… Todo por estar aquí… Invirtiendo ese mismo tiempo en personas que quizás no lo merecían tanto como ella, o al menos eso me han demostrado… Pero ahora ya no se puede hacer nada… Sólo me gustaría que no os pasara lo mismo a vosotros… Este mundo virtual es muy bonito… Pero afuera hay otro que también hay que vivir… Tomadlo como un consejo de un buen amigo…

Para celebrarlo, yo esta noche no me conectaré… Tengo una velada con Antony…

Y aunque no tengáis una buena excusa como esa, haceos un favor a vosotros mismos y apagad el ordenador…

[El sonido de un piano aporreado y unas voces fantasmagóricas se adueñan del escenario… El protagonista se retira entre penumbras…]

Porcelain

– ¿Qué tal?

[El protagonista está tumbado en un sofá en medio del escenario… Mira al techo y se dirige al respetable mientras mantiene su antebrazo sobre la frente, intentando refugiarse en la oscuridad que le brinda a sus ojos…]

– Anoche no me dormí hasta muy tarde… No fue una buena idea ver esa película… Los recuerdos se metieron en mis sábanas y no me dejaron dormir hasta las cuatro… Como migajas de galletas… Recordaba a mi madre, cuando me levantaba siendo pequeño por las mañanas, y las formas en las que solía intentar esconderme para no ir al colegio… A veces bajo la cama… A veces con los pies en la almohada y la cabeza en los pies de la cama… A veces hecho un ovillo, oculto bajo las mantas…

Ella venía y me hacía cosquillas en los pies… O me daba palmadas suaves en la mejilla mientras me convencía con su voz para levantarme… Sabía como conquistarme…

[El protagonista se pone las manos sobre la cara y suspira…]

– Los recuerdos son como la porcelana… Son bonitos mientras los conservas… Pero delicados… Porque se hacen añicos cuando se caen… Y algunos duelen tanto como si caminaras sobre ellos descalzo…

Do You Want To Know A Secret?

[La tarde empieza a caer lentamente sobre el teatrillo y el aroma a café se extiende por la sala impregnándolo todo… Sobre el escenario, el protagonista aguarda sentado en un sillón de piel con desgarrones aquí y allá… Tras dar un sorbo a su taza se dirige al público con mirada misteriosa…]

– Hola… Quería deciros que tengo un secreto… Bueno… En realidad tengo más de uno… Supongo que vosotros también… Propios y ajenos… Pequeños y grandes…
Hay secretos que traspasan el tiempo y juguetean con él… Porque no me diréis que no hace tiempo que el mundo se pregunta donde se esconden los bigfoots, por ejemplo… O qué ha sido de Richie James… Y de la fórmula de la Coca-Cola qué me decís?
Supongo que alguien debe saber todas esas cosas… Una especie de Inteligencia Suprema que nos controla a todos con mil ojos desde alguna gruta (secreta, como no) llena de estanterías con todos ellos ordenados alfabéticamente en volúmenes polvorientos… Y allí guarda celosamente todas esas incógnitas envueltas en misterios, secretos y telarañas…

Ayer mi abuela me contó un par de ellos… Mientras veíamos una receta de melocotones al vino me comentó que su abuela hacía una mermelada de naranja deliciosa… Incluso ponía las naranjas a rodajas en agua con cal, para que quedaran escarchadas y las añadía a la compota… Pero ella, aunque intentó hacerla muchas veces (y os puedo asegurar que siempre ha sido muy buena cocinera), nunca consiguió acercarse ni siquiera a esa mítica mermelada… Su abuela se llevó el secreto con ella…

El otro relució mientras veíamos Grand Hotel en la tele, juntos en el sofá… Me dio con el codo en las costillas (no como lo haría un luchador de Catch, claro está) y me dijo…

– A que no sabes una cosa…

– No… – respondí yo extrañado…

– ¿A que tú no sabías que la Greta Garbo tenía joroba? Le tenían que hacer los vestidos con hombreras para que no se le notara…

– Oo

De lo que se entera uno…

Por si vosotros queréis colaborar en un proyecto para convertirlos en arte, a la salida he colgado un anuncio de una buena amiga mía (y ARTISTA) que necesita secretos… Muchas gracias a todos los que lo hagáis… Yo al menos espero impaciente el resultado…

Mientras llega el momento, me quedo con las dos castañas que me dio mi abuela… Traen buena suerte si las guardas en el bolsillo o en la cartera… Y yo necesito algo de eso…

[Y el protagonista se aleja intentando hacer malabarismos con ellas… Aunque es imposible que consiga hacerlos alguna vez… Eso no es ningún secreto…]

Mr. Zebra

– Desde hace un tiempo tengo una pequeña amiga nueva… Y lo de pequeña no va precisamente por su tamaño, porque aunque tiene once años es casi tan alta como yo (si no más)… Además tiene gafas y estudia mucho… Me lo ha dicho un pajarito… Así que, ¿qué más se puede pedir?…
Espero que me perdonará por ser un desastre y no haberme acordado de enseñaros el regalo que me hizo hace ya un tiempo hasta hoy… Pero es tan buen día para hacerlo, como cualquier otro (aunque hoy falta sólo un mes para mi cumpleaños)… Muchas gracias Cristi… :)

Como veis, el iscariot de ficción es mucho mejor que el de la realidad… Pero yo lo sigo intentando… Por cierto Cristi, gracias por la sonrisa «profident» que me has puesto, ni yo mismo sabría ponerla mejor… Pero para el próximo que no se te olvide la perilla, que se me ve mucho la cara… ;)