Given To Fly

diciembre 19th, 2003

[El protagonista salta a escena con unas enormes alas de pluma blanca en la espalda… Algunas caen a medida que se acerca al centro del escenario y bailan por unos instantes en el aire… Cuando llega a su destino, el actor principal se dirige al público…]

– Llego algo tarde, pero no podía dejar escapar algo así… La historia está llena de fechas, como no históricas… Y la de ayer era una de esas que aunque no aparece en rojo en los calendarios, debería al menos ir ligada para siempre a una gran conquista de la Humanidad… El fin de algo “imposible”… Un sueño realizado… No… No se trata de ninguna batalla vencida por algún intrépido capitán, ni de un gran hallazgo en medicina que cambió el mundo, ni siquiera de la invención del yoyo…

Ayer hacía 100 años que el hombre voló por primera vez… No durante mucho, la verdad… Sólo fueron 12 segundos para acabar con el aterrizaje más forzoso visto hasta la fecha (por algo era el primero)… Algo que ahora nos parece tan normal en aquel entonces pudo ser considerado tranquilamente fruto de un pacto con el mismísimo diablo… ¿Cómo podía un armatoste como aquel levantarse más de un palmo del suelo?

Afortunadamente no siempre es necesario un aparato para volar… La imaginación es un buen ejemplo de ello… Te lleva a cualquier parte sin gastar ningún combustible contaminante… El otro es que personas que conoces te hagan tocar el cielo con la punta de los dedos:

[El protagonista recoge un pequeño saco granate atado con cintas doradas que aguarda dispuesto a sus pies y lo abre para sacar algo de él…]

– Todo empezó cuando un cliente del otro trabajo en el que empleo mi tiempo cuando no estoy aquí arriba me regaló esto… :S

Desde que lo tengo en la mesa del despacho todos están deseando que se acabe el azúcar de la cafetera para que lo abra… Vampiros…[El actor vuelve a inspeccionar el interior del saco y extrae una foto enmarcada en madera oscura…]

– Cierta «burbruja» (a la que pido mil disculpas por ser un despiste) me envió esta estrella de mar… Resuelto el pequeño incidente que ha envuelto a este regalo y a ella misma, aún valoro muchísimo más que se haya acordado de mí de esta forma… Es alguien muy importante para mí… De esas personas que pasan por tu vida y te marcan… Gracias a ella, el iscariot que conocéis hoy en día es algo menos miedoso y algo más aventurero que el que comenzó a salir a escena hace casi dos años… No os confundáis… Tampoco soy Miguel de la Cuadra Salcedo, aún… :) Y me parece todo un honor estar en algún rinconcito de su corazón de vez en cuando… Espero que no se aleje nunca de mi vida, aunque tenga un desastre de «amigo» (o eso me gustaría seguir siendo después del suceso) como yo…

[A continuación extrae una pequeña cajita blanca y la muestra al respetable con una sonrisa maliciosa mientras se dirige a ellos…]

– ¿Y esto? ¿Qué creéis que podría venir aquí dentro?

[Tras unos instantes de espera el actor asiente…]

– Lo habéis adivinado… Os lo he puesto demasiado fácil… No podía ser otra cosa que un pulpo de cristal naranja…

Aún me estoy preguntando porqué mi madre ha pensado que me gustaría tener algo así… Quizás al fin se haya dado cuenta de lo raro que soy… :S

…El lunes C. se pasó por mi ciudad y me regaló uno de mis pequeños deseos desde hace muuuuuuuuucho tiempo… Aunque me quedara completamente mudo al verlo y no pudiera repetir más que un par de frases una y otra vez, me hizo una ilusión terrible… Ni siquiera recuerdo haberle dado las gracias… Malditos nervios… Lo siento… Y gracias… :$
Es curioso… Parece que hay ciertas cosas que me persiguen… :)

Pero el mejor regalo fue compartir unas horas con ella en un sitio en el que una sirvienta flota en el aire con una bandeja de pasteles y en el que árboles llenos de hadas surgen por doquier… Debería haber una C. para cada uno de nosotros… Es una pena que no podáis conocerla todos… Si recordáis una de las hadas de La Bella Durmiente, podréis imaginar de qué os hablo…

…Y esta tarde… Cuando ya parecía que todo había acabado… Ha aparecido una carta de I. que ha acabado por matarme del todo… Ella sabe de lo que hablo y espero que me perdonéis si no puedo dar más detalles… Viniendo de alguien tan especial como ella no entiendo como ha podido caber ese regalazo en un sobre tan pequeño… :)

Sé que estas épocas son propicias para que sucedan cosas así… Pero también sé que este tipo cosas se hacen con toda la ilusión del mundo… La misma con la que son recibidas, sin duda…
No soy un ángel… Pero gracias a cosas como las que me han llegado estos días me han salido alas… Muchísimas gracias a todos… Tanto a los que os habéis atrevido como a los que se os ha pasado por la cabeza en algún momento… Os aseguro que no es necesario… Teneros a todos ahí al lado es el mejor regalo que pueda tener…

Si no fuera por eso de ahí… Incluso podría decir que soy feliz…

[El actor señala a una de las paredes del teatrillo por la que corretea una hilera de hormigas enormes… Por un agujero en las tablas aparece un gigantesco ciempiés que recorre rápidamente los metros que le separan del telón para esconderse entre bambalinas…]

– Los veis, ¿verdad? Están por todas partes… Llevan unos días merodeando por aquí… Vienen de arriba y se cuelan por las cañerías…. Salen a borbotones de los respiraderos… Este y el no disponer de demasiado tiempo por ahora son los motivos por los que me he alejado un poco estos días del escenario… Los vecinos me están haciendo la vida imposible… :( Y ver el teatrillo así me desilusiona un poco… Parte de mi mundo se desmorona y de momento no puedo hacer gran cosa para solucionarlo… Espero encontrar la cura pronto… Ahora me toca seguir volando…

[El protagonista recoge el saquito de sorpresas y lo hecha a sus espaldas mientras se encamina hacia uno de los laterales dejando un rastro de plumas blancas a su paso…]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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