Goodbye Annie Belle

septiembre 8th, 2003

[Un respetuoso silencio se ha adueñado del teatrillo esta noche… Los ventiladores han sido retirados ya y han empezado su merecido descanso hasta el año que viene… Este verano se lo han ganado… Nada perturba una noche de Luna de papel como los cientos de folios doblados de mil formas que llenan el escenario… El protagonista espera sentado en un sillón haciendo pliegues a un folio… Mientras gira el papel una y otra vez da inicio a la función…]

– ¿Alguna vez en vuestra vida habéis creído cruzaros con un ángel? ¿Con alguien cuya ternura pareciera no tener límite? A mí me ha pasado… He tenido esa suerte…
La señora Anita era pura candidez… Vivía en el primero primera… Siempre vivió allí… La recuerdo desde muy pequeño… Siempre igual… Con su menuda estatura y su vocecilla… Una tan entrañable como la que pondrían a una señora gnomo en una serie de dibujos animados de la tele… Sería imposible asociarla a otra persona que no fuera ella, pese a que en los últimos años hablaba cada vez más bajito y con un tono más cansino…
La señora Anita vivía sola desde hace unos diez años… Quizás más… Su esposo falleció y ella continuó viviendo en ese piso añorando su falta en soledad… Pero siempre con el cariño que despertaba en los demás… Recuerdo que tenía grandes fotos repartidas por la casa de su hijo, que era mago… Por su cumpleaños siempre nos daba caramelos alemanes que venían en una cajita metálica, o una lata de galletas danesas. Mi madre le solía preparar bizcochos de limón y ella de vez en cuando le regalaba alguna labor hecha con ganchillo… Creo que la última vez que me crucé con ella fue para subir en el ascensor… Siempre me decía que ya no me reconocía, con lo pequeño que era antes…

Supongo que los que se han atrevido a venir a esta función unas cuantas noches (menuda paciencia la vuestra) sabréis que odio las despedidas… Pero si hay algo peor que eso es que no se dé la oportunidad de despedirse uno… Ayer por la mañana enterraron a la señorita Anita… Murió el jueves… La semana pasada tuvo un ataque al corazón mientras comía y la ingresaron en el hospital… Ya nunca volvió a su casa… A ver a esos muebles impregnados de recuerdos…
Yo no pude despedirme de ella… Sólo le abrí la puerta del ascensor y le deseé que tuviera un buen día, mientras se dirigía a su casa con las muletas… Hoy ya se nota su ausencia… Este piso no será lo mismo sin ella…

…Pero el espectáculo debe continuar… Por mucho que pese hacerlo …Y mientras, yo preparo rosas de papel… Son para un buen propósito que no puede ser desvelado… Cuando se cumpla quizás lo haga… Sólo espero que el individuo que las necesita tenga mucha suerte… No es fácil… Ni su misión ni conseguir hacer una rosa que sea algo decente… Tengo las yemas de los dedos desgastadas de tanto alisar papeles y no sé si alguna de ellas es merecedora de ser regalada… Al menos me ha servido para tener una tarde de manualidades como hacía tiempo no tenía… Incluso he hecho mi propio barquito y lo he echado en un mar de acuarelas… :)

[El protagonista acaba de doblar y hacer los últimos pliegues al folio que tiene entre manos y se levanta del sillón para dejar su obra en el centro del escenario…]

– Esta es para la señora Anita… Dulces sueños…

[Luego se retira en dirección a las bambalinas, dando ligeras patadas a los papelotes que cubren las tablas… Una rosa de papel blanco yace en el suelo… Así se cierra el telón…]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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