Quiet

junio 3rd, 2003

[Desde el fondo del patio de butacas una potentísima luz blanca se estrella contra el telón aún cerrado… La luz parece parpadear de vez en cuando como si una enorme polilla se cruzara en su camino por un instante… Un sonido parecido al de una carta raspando los radios de una bicicleta parece proceder también de esa parte del teatrillo… El público se mantiene a la espera en silencio, dando buena cuenta de un delicioso té con melocotón con el que se les ha obsequiado por su paciencia al venir todos estas esta noches sin poder ver función alguna… El aroma de la bebida endulza el teatrillo y le da el ambiente veraniego que el inicio de este mes trae inevitablemente…

De pronto el telón se alza… Tras él un cuarto totalmente repleto de los más diversos objetos y revistas aparece como por arte de magia… Pero extrañamente todo se ve saturado por la potencia de la luz y los colores parecen morir ante su inmensa blancura… Al instante aparece el protagonista… La verdad es que parece algo más escuálido de lo normal y con una palidez exagerada en su piel… Cómo no, él también se ve inmerso en el mar blanquecino del escenario… Al instante empieza a sonar una música interpretada por un solitario piano… Las notas saltarinas acompañan los movimientos acelerados del protagonista que se dirige a una de las estanterías para quitar algunos de los libros que conservan… La inmensa columna de libros que recoge serpentea por unos instantes y hace balancear violentamente al protagonista, casi cayendo al suelo, pero el actor logra mantener el equilibrio y acaba depositándolos en una caja de cartón… Luego la emprende con otra estantería cercana y esta vez sostiene dos altísimas torres de CDs, una en cada mano… Las mantiene en vilo mientras se acerca a otra caja dispuesta en el suelo… Se agacha poco a poco y con cuidado, pero cuando se encuentra a escasos centímetros de su destino los lanza al aire y rápidamente sitúa la caja bajo ellos… El aterrizaje forzoso es todo un espectáculo… Aunque no se oye ningún estruendo en la caída… En su lugar aparece por uno de los laterales un enorme cartelito con un gigantesco «BOOOM»… El protagonista acerca su mano a la frente hasta que su muñeca descansa sobre ella y pone un gesto de pesar en su rostro por unos instantes… La música se contagia del dramatismo de la escena… Casi parece estar a punto de derramar alguna lágrima de desesperación… Pero una sonrisa muda y algo diabólica se dibuja inmediatamente en la descolorida cara del protagonista… Siempre ha querido hacer eso… Aunque claro está, si ninguno de sus tesoros sufre ningún contratiempo… :)

La función discurre de aquí a allá, con un protagonista que va de lado a lado de la habitación con mucho ímpetu y con dificultades para detenerse cuando llega a los límites del escenario, quedándose sobre una sola pierna para detener su acometida por completo… El cuarto parece no vaciarse nunca, por más que el actor trate de conseguirlo… Seguidamente recoge unos vinilos del estante superior de uno de los armarios y los hace girar como platos chinos… Sostiene dos con la punta de los dedos índices… Otro en la puntera de su zapato izquierdo, girando lentamente pero sin decaer… Y uno finalmente en la punta de su nariz… Mantener todos girando es una auténtica odisea… Pero el protagonista pone todo su empeño en conseguir que ninguno de ellos se detenga… En el fragor de su extraño e improvisado número, y sin duda aturdido por el movimiento de su cabeza, el protagonista cae sobre una de las camas del cuarto… Tras unos segundos inmóvil, el protagonista se incorpora quedándose sentado sobre ella y se dirige a los asistentes…]

– Uf… Supongo que os habréis dado cuenta ahora del porque he estado un poco disperso estos días… Y algo mudo, como en esas viejas películas en blanco y negro en las que los mamporros y las guerras de pasteles son de lo más graciosos…
Llevo unos días de lo más ajetreado… :S Entre otras cosas he empezado ya a recoger algunos de mis chismes y cachivaches de mi cuarto para llevarlos a la nueva casa… Esto sólo ha hecho que empezar… :/ Aunque no lo parezca, aún queda mucho más de la mitad por desalojar, y eso que no nos mudaremos definitivamente hasta dentro de un par de meses… :S La verdad es que ahora que veo las estanterías medio vacías me doy cuenta de lo terrible que va a ser el momento del adiós… El pequeño mundo que conocía hasta ahora empieza a desmoronarse… Pero por otro lado nace la esperanza por crear uno nuevo que ojalá sea mucho mejor…

[El protagonista pasa la manga de la camisa por su cara blanquecina… El trozo de ropa queda manchado de ese color… El intérprete se detiene por unos instantes contemplándolo… Luego alza la mirada al público…]

– Es tarde…

[El actor se levanta de la cama y se retira… El cuarto queda silencioso y alguien apaga las luces… El fin llega…]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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