Scars

abril 28th, 2003

[La noche se ha resistido a hacer acto de presencia en el teatrillo… Quizás es que no se atrevía… Una radiante tarde se ha alargado en el tiempo y el rastro de luz que ha dejado ahí arriba ha hecho difícil que el cielo azul que cubría la ciudad quisiera dejarse tintar de otra tonalidad algo más oscura… Aunque finalmente ha acabado sucumbiendo… Se acerca el verano… En el patio de butacas los asistentes más valientes ya lucen manga corta… Otros llegan con la cazadora colgando del brazo… Las tardes, aunque sean de cielos azulados, esconden noches traicioneramente frías en esta época del año… :)

El protagonista no tarda demasiado en aparecer… Todos agradecen que haya dejado el disfraz de la anterior función… Incluso él mismo seguramente lo hace… El calor debía ser asfixiante enfundado en aquel felpudo gigante… Se acerca al centro del escenario con tranquilidad y cabizbajo y una vez llega al punto exacto alza la vista para saludar al respetable con la mano y mostrar una sonrisa… Luego vuelve a bajar la vista y la dirige a la palma de la mano con la que acaba de saludar…]

– A veces la miro y vuelvo a recordarlo todo… Como cuando ves las fotos de la comunión o de un cumpleaños muy especial… Recuerdo aquella mañana… Era domingo… Día de salir al campo… Alejarse de la ciudad y respirar aire puro… Rodearse de árboles y jugar en la arena… Por aquel entonces debía tener unos 12 años y mi obsesión por buscar minerales era ya una realidad… :) La de piedras preciosas que descubrí… Y que desgraciadamente mi madre acabó aprovechando para enterrar en sus macetas… Aish… :_(
Acabábamos de llegar a nuestro lugar de recreo, tras 20 minutos de bochorno metidos en aquellas cajas de hojalata sin aire acondicionado que eran los coches hace un tiempo y bajo un caluroso sol de primavera… Mis padres descargaban los cestos con la comida del maletero y mi hermano debía ser lo suficientemente pequeño como para no estar demasiado lejos de mi madre, seguro que reclamando su atención por cualquier tontería… Siempre fue el niño mimado (o al menos siempre solemos pensar eso los hermanos mayores)… :)

No podía dejar escapar ese momento… Nadie me vigilaba… Era libre por un instante… Así que en una demostración de euforia impropia de mí, dejándome llevar por la excitación del momento seguramente, me aventuré a escalar una gran roca de caras lisas y aspecto amarillento que esperaba al otro lado de la carretera… No me preguntéis el propósito de la hazaña, porque lo desconozco… Simplemente, la roca estaba allí y yo me planté frente a ella… Supongo que pensé que mis padres se sentirían orgullosos de verme allí arriba, saludándoles con la mano desde la cima… No era una roca demasiado alta, quizás mediría unos dos metros y medio… Pero os aseguro que desde abajo y a esa edad, impresionaba lo suyo… Sobretodo la gran arista que presentaba en primer término… No iba a ser una tarea fácil… Inicié la escalada con cuidado, subiendo por un pequeño montículo que crecía al pie de la roca, y apoyando mis manos en ella… Y… Y…

…Y ahí acabó mi portentosa aventura… Porque al intentar poner un pie en una pequeña grieta del pedrusco resbalé y caí… No fue gran cosa, porque no había conseguido ascender demasiado, como veis… Pero mi mano izquierda, que estaba agarrada a la gran arista de la roca, se llevo un corte bastante grande… Por supuesto, no recibí las felicitaciones de mis padres, como yo hubiera deseado… La fiesta se trasladó a la casa de un vecino, donde me desinfectaron la herida y me pusieron un vendaje… No recuerdo que llorara, aunque os aseguro que la herida lo hubiera merecido… Entonces estaba hecho de otra pasta… :)

[El protagonista recorre con el dedo índice de la otra mano la señal que quedó grabada en su mano izquierda…]

Ha pasado ya mucho tiempo de aquello… Ya no duele… Ni siquiera sangra… Hay otras heridas que no se ven y duelen mucho más… Ahora sólo queda el recuerdo… Y una bonita cicatriz que cruza mi mano atravesando las líneas de la vida y de la razón… Me recorre un escalofrío cada vez que pienso en ello… Espero que no tenga una implicación demasiado grave en mi futuro… :S

Me gustaría dar ánimos a aquellos que se encuentren recuperándose de sus heridas… Tanto de las que se ven como de las que no… El tiempo (y la medicina en el primer caso) lo cura todo, así que sed pacientes…

[El protagonista se retira observando su mano una y otra vez… De repente un pensamiento asalta su mente y da media vuelta para dirigirse de nuevo al patio de butacas…]

– Mmmm… Hablando de cicatrices… Por desgracia tengo alguna más… Y cómo no, con historia incluida… Aunque esta es algo más sanguinaria y tiene a Freddy Krueger como artista invitado… :) Pero esa es otra historia, que deberá ser contada en otra ocasión… Tened un botiquín a mano… ;)


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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