The Good Life

[Ya nada es capaz de sorprender a los asistentes del teatrillo… Poco a poco se han ido acostumbrando a las locuras que sobre él aparecen noche tras noche… La figura que les aguarda en el centro del escenario es una prueba más de la demencia alucinógena que rezuma sobre las tablas…]

– Hola… Soy yo…

[La voz inconfundible del protagonista puede oírse tras la máscara del disfraz de conejo en el que se esconde esta noche… Afortunadamente no es tan escalofriante como el Jack de Donnie Darko…]

– Qué fácil es acostumbrarse a la buena vida… Los días vuelan cuando no hay preocupaciones a la vista e incluso malgastas de buena gana unas cuantas horas mirando al techo… Pensando… Unas horas que cuando se han esfumado echas de menos…
Las vacaciones de Semana Santa acabaron y otra vez vuelven las prisas, los nervios, los madrugones… Argh!! ¿¿Quien me vende un reloj que gire al revés??

Creo que voy a cambiar de profesión por alguna menos monótona… No sé… Algo más tranquilo y esporádico… :) He estado sopesando sustituir a Jack Skellington de Pesadilla Antes de Navidad. Un solo día de trabajo y un año para preparar sorpresas… Mi sueño… Pero como no sé si sería capaz de interpretar el papel tan bien como él, he pensado en algo mejor… Ya me estoy preparando… El año que viene seré conejo de Pascua… Es fácil… Pintar unos cuantos huevos de colores… Desperdigarlos aquí y allá… Y esperar a que los condenados niños los encuentren… Creo que se me dará bien… Voy a ir practicando… :)

[El protagonista saca tras su espalda una pequeña cesta y deposita un huevo azulado con pequeñas estrellas aquí… Otro rojizo con listas negras allá… Uno con ramas de árbol dibujadas en su cáscara más allá…]