Dead Flowers

diciembre 27th, 2002

[En los laterales del escenario han florecido un millar de rosales que cubren prácticamente todo el acceso desde las bambalinas… La gran maraña de espinosas ramas se extiende a lo largo de las lonas que las ocultan… En algunas de sus puntas florecen unos capullos blancos de vetas rojizas que se resisten a morir en el rigor del invierno…

El protagonista salta a escena admirando la inmensa enredadera de espinos y esquivando el arañazo de alguno de ellos… Luego se dirige al resto de asistentes…]

– ¿Sabéis? Ayer tuve uno de los momentos más bonitos de los últimos tiempos en mi aburrida vida… Mi madre me enseñó a podar rosales… Sí damas y caballeros… Aquí donde me veis, el hombre atado a su máquina, aparcó por un momento el mundo de circuitos y líneas de código para dejar que sus dedos cortaran ramas secas y flores muertas… Ya veis, parece que el personaje de El Principito sigue persiguiéndome en mi vida hasta límites que no había llegado ni a imaginar… :) A algunos os parecerá una completa tontería todo esto, pero creedme, no cambiaría ese par de horas por nada en el mundo…

[El protagonista se dirige al muro de espinos y saca del bolsillo trasero de su pantalón una tijera de podar… Examina detenidamente las gruesas ramas de un rosal bravío y empieza a podarlo…]

– No es una labor fácil… Os lo puedo asegurar… :) Tienes que sentir hacia donde quieren ir las ramas y notar con los dedos si están ya muertas o hay aún vida en su interior… Es una bonita paradoja… Cortar lo muerto para que luego rebrote con más fuerza aún… Además, el corte tiene su magia… Debes buscar una ramita con cinco hojas y cortar justo por encima… Y si son ramas largas, como las de este rosal bravío (se le llama así porque tienen ramas gruesas y con espinas enormes y dan pocas rosas), se deben dejar siempre una a cada lado, podando aquellas que compartan la misma dirección que otra… Ya veis, espero que todo esto me sirva de experiencia para mis pequeños bonsáis… :)

[El protagonista corta varias ramas llenas de espinas y un par de capullos blanquecinos secos que caen al suelo… Luego admira de nuevo el resto del rosal y se dirige al respetable nuevamente…]

– Pero si lo de ayer fue un momento mágico, lo de hoy no ha sido menos… Mi hermano y yo hemos llevado a mi madre al cine… ¿Podéis creeros que hacía más de 30 años que no iba a ver una película al cine? Pues es totalmente cierto… Así que hemos ido a ver El Pianista de Roman Polanski… Supongo que entenderéis que después de tantos años no era lo más adecuado llevarle a ver una película repleta de orcos y con un bicho de ojos saltones… :)
Le ha encantado, ha salido del cine totalmente ilusionada y la mejor crítica a la película es que no se ha dormido en ningún momento (como suele hacer en casa cuando empieza a ver una)… Debe ser la primera persona en el ranking mundial en ver el inicio de las películas, pero no su final… XD La verdad es que la película es algo desoladora pero en el fondo es muy bonita…

Bueno, como veréis, parece que de momento estoy consiguiendo que las navidades sean algo diferentes este año… Pero no me rindo… Me quedan muchas cosas aún por hacer… Muchos sueños por cumplir… Perdonad si el de hoy ha sido una función algo personal, pero necesitaba representar esto para no olvidarlo jamás… Dulces sueños a todos…


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