True Colors

octubre 1st, 2002

[El telón, de un triste azul, permanece cerrado… Un foco del color del amanecer espera iluminando uno de los laterales a la salida del protagonista… No tarda en aparecer… Avanza hacia una alfombra del tono de la hierba fresca y se sienta sobre ella con las piernas cruzadas… El actor mira a su alrededor en todas las direcciones y da inicio a la función de esta noche…]

– ¿Os dais cuenta? A nuestro alrededor todo es color… Los colores nos asaltan por todas partes e inundan nuestros ojos de sensaciones… Aunque seamos imperfectos en muchos aspectos, es toda una suerte no tener la vista compuesta como la de una mosca, que percibe dos mil imágenes simultáneamente por sus vidriosos ojos y que su cerebro se encarga de convertir en una sola… ¿Os imagináis? Con razón es tan difícil estamparlas con el periódico cuando molestan en verano… Así cualquiera… :)

Admiro a la gente capaz de distinguir entre los colores… Yo tengo mis dificultades, debo ser sincero… Debe ser que aquel día en parvularios no asistí a clase… Claro, soy capaz de distinguir entre azul oscuro y azul claro, incluso reconozco el azul cielo… Pero ¿qué hay del morado, el púrpura, el violeta, el índigo, el magenta o el cian? Las gamas de rojos, con su escarlata, su bermellón o su granate… Y algún verde que se me debe colar, por mi pequeño índice de daltonismo… :)
La verdad es que, pensándolo detenidamente, no creo tener un color favorito… Me gustan los azules oscuros, el negro, y el rojo (aunque algo menos)… Pero no tengo ninguno del que quiera vestirme siempre o que busque desesperadamente como decoración en mi cuarto o para un bote para los bolígrafos… Por mucho que lo intentemos, un color sintético no podrá reemplazar nunca a los colores naturales… Creo que no es lo mismo intentar expresar lo que me gusta el color de los limones, y el de las baldosas amarillas del Mago de Oz que elegir un frío #FFFF00 en una paleta de colores…

El blanco de la nieve, aunque pocas veces la haya tenido al alcance, o el intenso negro del cielo estrellado en las noches de verano… Son imágenes que cada uno guarda en la retina de sus ojos como un tesoro… Pero lo que sí puedo aseguraros es que de todos ellos me quedo con el color de los días nublados como el de hoy… El dulce color de la melancolía y la tristeza…

[El telón se abre lentamente, y tras el protagonista, aún sentado sobre la alfombra, se proyectan imágenes del interior de un kaleidoscopio. Miles de colores se combinan caprichosamente para regalar a los asistentes ese precioso espectáculo… El sonido de los pequeños cristales de colores entrechocando entre ellos acompaña al actor principal, quien abandona el escenario entre sombras…]


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    (Patrick Ness)

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