Heart of Gold

septiembre 19th, 2002

[El escenario permanece en penumbra a la espera del inicio de la función… Un extraño sonido sobresale entre el murmullo del público, pero parece no despertar su atención y sólo alzan un poco más el tono para proseguir con sus cuchicheos… Pero el sonido aparece constantemente y se cuela en sus oídos cada vez con más insistencia… Es un sonido algo metálico y ondulado… Indescriptible, pero hipnótico e intrigante a la vez… El actor principal sale a escena y un foco de luz rojiza sigue sus pasos sobre el escenario… Muestra una sonrisa tranquilizadora al resto de asistentes y da inicio a la representación…]

– Hoy ha sido un buen día… Y no porque me haya tocado la lotería o haya conocida a la mujer de mis sueños… Nada de eso (por desgracia, todo hay que decirlo)… Hoy he escuchado mi corazón…

Sí, ya sé… Me diréis que vosotros ya lo habéis hecho y que lo habéis oído palpitar en vuestro pecho muchas veces (en las clases de gimnasia de pequeño sobretodo)… Pero pocos lo habréis escuchado como lo he hecho yo esta tarde… La cita con el cardiólogo era a las tres de la tarde… Me recibió una enfermera muy simpática que me hizo quitarme la camisa y tenderme en la camilla para colocarme tres electrodos: uno en el costado derecho, otro bajo la axila derecha y el último en la axila del brazo izquierdo, el cual me hizo colocar tras la cabeza… Me dejó a solas y a oscuras, pero no por mucho tiempo, ya que enseguida apareció el doctor… Puso un poco de gel en mi pecho y empezó a pasar sobre él el transductor… La verdad es que era la primera vez que me hacen un ecocardiograma, pero me hubiera resultado muy aburrido si no llega a ser por el regalo. No pude ver ni tan siquiera la pantalla con mi corazón latiendo (con la ilusión que me hubiera hecho) y el condenado doctor apretaba con demasiada fuerza el artilugio sobre mí… Pensé por un momento que iba a hundirme el esternón… :)

Después de unos minutos de presión sobre mi pecho y entre respiraciones algo reprimidas por mi parte, pasó a atacar mi costado izquierdo, con la misma fuerza… Y entonces lo escuché… El doctor debió accionar uno de los numerosos controles del panel y los latidos llenaron la sala… El sonido no era como el que estamos acostumbrados a “escuchar” en nuestro interior. Este era más cibernético, y denotaba un extraño vaivén… Me recordaba al que hacían las luces frontales de KIT, El Coche Fantástico… :) Tengo que suponer que así es como debía sonar mi corazón durante la prueba… Se portó como un campeón, y no se detuvo ni perdió el ritmo en ningún momento… Mal me hubieran ido las cosas en ese caso… :)
Y al poco rato, el sonido se apagó… Intuí como el doctor sacaba la cinta de vídeo con la grabación de mis latidos y todo acabó… Me quité el baboso rastro del gel como pude y volví al mundo de la luz…

[Justo en ese momento, las luces del escenario suben su intensidad, y el foco rojizo se centra en un punto a la altura del corazón del protagonista…]

Eh! Pero no os vayáis a preocupar por mí… Estoy fenomenalmente… Sólo es que hago trabajar demasiado a mi corazoncito y quieren determinar el porqué… Yo lo tengo muy claro… Le lleno demasiado de tristeza y disgustos y eso es malo… Deberías preocuparos de no llenar vuestros corazones de este tipo de sustancias tóxicas (mejor dicho, de ninguna)… A veces es difícil, porque la vida depara flechas muy mal intencionadas dirigidas hacia él… Pero intentar endulzarlas debe ser uno de nuestros retos cada día… Bueno, no mucho, que tener demasiado azúcar en la sangre también es malo… :)

[El actor sitúa su mano derecha sobre el pecho, a la altura de su compañero…]

Y aunque se me haya roto en alguna que otra ocasión, en el fondo le adoro… Mi corazón es enorme, cabe mucha gente dentro… Muchos de vosotros estáis en él…
Tengo un corazón de oro, y estoy orgulloso de él… :)


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