A Letter To Elise

– … Y sólo queda cerrarlo por aquí… Justo por el pliegue… Para que no se abra se suele mojar con la lengua esta tira de cola que está al extremo… La verdad es que no suele tener muy buen sabor que digamos y te deja la lengua con ganas unas ganas de olvidar lo ocurrido tremendas…

[El protagonista se encuentra sobre el escenario sosteniendo un sobre entre sus manos… Pasa la lengua sobre el ribete del cierre y no puede evitar poner una cara de desagrado y menear la cabeza con los ojos cerrados…]

– Y ya está… Así es como se enviaban las cartas antes… La verdad es que me parece muy triste que se pierda todo este ritual por culpa de la tecnología… Es más, espero y creo que no va a perderse jamás por mucho email que aparezca… Aún conserva un encanto especial… Yo he escrito muchas cartas… Algunas originales y graciosas… Otras estrictamente formales… Pero nunca, nunca, he escrito una carta de amor…

Sí, damas y caballeros… Oportunidades no han faltado, porque el pequeño corazoncito de este actor estuvo ocupado una vez por una mujer… Pero todo se rompió incluso antes de que empezara… Y mi carta jamás llegó a ser leída… Y quedó guardada para siempre en un rincón de mi infierno particular…

Nereida ha iniciado un proyecto precioso… Un original cementerio de cartas en el que yacen todas aquellas que, por alguna razón u otra, no llegaron a enviarse jamás… Mi caso es evidente, nunca llegó a ser escrita… Pero lleva años esbozándose en mi mente, día tras día, noche tras noche… Demasiado tiempo… No es fácil olvidar… Espero que vosotros colaboréis con la iniciativa… Yo pienso hacerlo…