nessun dorma

mayo 20th, 2002

[En el escenario aparece un sillón encarado al público y vacío por el momento. El ambiente está enrarecido, quizás porque hacía ya algunos días que no se presentaba una función a la vieja usanza… Pero el público fiel al teatrillo ocupa ya sus butacas a la espera de la representación…
El actor principal no se hace esperar… Sale con una camiseta verde oscura, unos pantalones cortos y sus bambas de bota alta negras, como siempre desatadas. También lleva puesto el albornoz rojo que le regaló su madre en su último cumpleaños… Se acerca al sillón y se sienta en él… Deja descansar los brazos sobre los del sillón y deja reposar su cabeza en el respaldo. Tras unos instantes en silencio empieza la función…]

– Antes de empezar la representación de esta noche me gustaría agradeceros a todos vuestras felicitaciones y comentarios por disarm, a play. Creo que la experiencia ha salido bastante bien y puede que en un futuro (si es que tengo algún tiempo libre) se repita… De nuevo gracias al público y a los implicados en ella…

No sé si os he comentado alguna vez que me gusta la ópera… Desde que vi una noche Turandot por la tele me quedé prendado de la emoción que desprende ese mundo. Sin duda, de todas ellas me quedo con las de Puccini (La Bohéme, Tosca, Madame Butterfly) pero en especial con Turandot…

Turandot es una princesa de la mítica China imperial, fría como el hielo, que decide proteger su virginidad con un juramento: sólo se casará con el hombre de sangre real que resuelva los tres enigmas que ella misma formule. Si algún príncipe decide someterse a la prueba y no los resuelve, morirá. Calaf es el hijo de un anciano rey tártaro, destronado, cuyo nombre nadie conoce en Pekín. Calaf se enamora de Turandot y decide aceptar el reto. Resuelve los tres enigmas pero la princesa le rechaza. Turandot pide auxilio a su padre, mas el emperador, le obliga a mantener su juramento. Calaf no quiere casarse con Turandot a menos que ella le quiera y le pone una prueba. La princesa tendrá que averiguar su nombre. Si ella acierta, él morirá…

Haceos un favor a vosotros mismos y conseguid la ópera; os prometo que no os decepcionará… Aunque sea la primera que veis o escucháis es muy amena y descubriréis una de esas preciosas arias que han pasado a la historia: la que canta Calaf en mitad de la noche pidiendo al pueblo que nadie duerma y que al alba él vencerá pues la princesa no conoce su nombre…

…Os debéis estar preguntando: “¿Y porque este ramalazo de cultura?”. Esta mañana me he despertado con la noticia de que uno de los mejores amigos de mi padre ha fallecido en una residencia en Lugo, donde fue trasladado hace unos meses por la poca familia que tenía, cuando los síntomas de su alzheimer se hicieron demasiado evidentes… Es justamente el que le regaló a mi padre el pergamino con mi horóscopo que he colgado en las bambalinas en este teatrillo. Mis recuerdos de J. empiezan ya de pequeño cuando le veía como un aventurero. Siempre le comparé con Miguel de la Cuadra Salcedo, e incluso físicamente se le parecía (no recuerdo haberlo visto nunca sin su poblado mostacho). Se recorrió cada rincón del país; no había carretera que se resistiera a la furgoneta que le acompañó en sus viajes y que fue su gran compañera… Recuerdo que tenía unas cortinillas de tela plateada que la hacían inconfundible, y que en una ocasión nos hizo reconocerla en el pueblo de mi madre, donde pasó unos días con nosotros en verano…

Hace unos días mi padre trajo algunos recuerdos de la casa de J. ya que iban a alquilarla a otro inquilino y su familia no quiso llevarse las cosas que no eran de valor… Entre ellas apareció una estatua de un anciano chino con largos bigotes bastante grande de mármol blanco que algún día pondré en mi nuevo cuarto (cuando lo tenga) en su honor y unos cuantos cassetes de música clásica y ópera… Desconocía esa faceta de J., pero ha hecho volar aún más mi imaginación, y le he imaginado conduciendo su furgoneta, escuchando esos cassetes, y recorriendo la carretera sin fin… :) …Sí, entre esos cassetes, estaba Turandot…

Mi padre ha salido de viaje tan pronto como lo ha sabio, pues J. le pidió que cumpliera su última voluntad, enterrando sus cenizas al lado de una piedra de un paraje en que solía jugar de pequeño. Incluso le dio una foto para que supiera el sitio exacto… Creo que esta noche me va a costar dormir… :(

[El protagonista no puede ocultar su tremenda tristeza y abandona el escenario, mientras empiezan a sonar los violines del Nessun Dorma más precioso que hayáis oído…]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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