Don’t Dream It’s Over

febrero 9th, 2002

[El escenario aparece hoy más destartalado que nunca. Las luces azuladas que desprenden los focos sólo presentan el magnífico espectáculo de las motas de polvo descendiendo del techo en un balanceo ilógico hasta las tablas del suelo. El protagonista aparece en escena con aspecto algo desaliñado, sin afeitar, con una camisa abierta y las bambas sin atar… Se diría que consecuencia de la mala semana que ha pasado.]

– El sueño a muerto… Larga vida al sueño… Estimado público. Os pido disculpas por el lapso de tiempo sin levantar el telón, pero ciertos problemas técnicos aún por resolver, han provocado que DREAM, mi mejor PC y con el que se mantenía la función hasta ahora haya dejado de funcionar. Se niega a despertar de su letargo… Creo que la pastillita que le di no le gustó mucho y le ha provocado ardores… :)

[En tiempos de desesperación reírse de las penas es una buena solución aunque en esta ocasión no parece funcionar…]

Así que aunque la broma me va a salir cara y no me esperaba esta jugada del destino, he recurrido al viejo MORPHEUS para poder seguir con la obra de momento. Lento pero seguro… Aunque LENTO… DREAMLAN está desolada…

Cambiando de tema y dejando las penas a un lado, ayer me llevé una sorpresa porque mis dependientas favoritas se disfrazaron. Ellas dicen que su disfraz era de araña (cosa que a cierta persona le habría encantado) pero creo que más bien parecían la madre de la familia Addams. Su disfraz era más propio de Halloween que de Carnaval, aunque prefiero este tipo de disfraces a los de colores chillones. Me dijeron que se habían hecho una foto, así que a ver si las convenzo para que me la dejen y juzgáis vosotros mismos.
Personalmente, el disfraz que más me gustó de los que vestí de niño fue el que me puse para representar la función de “El Principito” en el colegio cuando iba a segundo de E.G.B. Yo hacía de narrador, y llevaba un disfraz de aviador alocado que hicieron entre mi madre y el padre de mi primer vecino de piso (que se mudó a vivir a Murcia al cabo de unos años y fue uno de mis mejores amigos). El disfraz, tal y como lo recuerdo, consistía en un pantalón bombacho de tirantes a rombos negros y blancos y una camisa blanca. Y por supuesto, el toque de distinción: un casco plateado con una hélice sobre él… :) El éxito de la función fue atronador y aún recuerdo como empezaba la obra: yo estaba en una tarima fuera del escenario y decía “Me gustaría empezar esta historia como los cuentos de hadas. Me gustaría empezar diciendo…”. Yo también debo tener fotos de ese memorable momento, así que pude que algún día las veáis por aquí…

Bien, es la hora de acabar con la representación por hoy… Sólo un consejo… Mantened vuestros PCs despiertos…. :)

[Un sonido seco se repite y resuena en bambalinas y uno a uno los focos se van apagando.]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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