Love

febrero 3rd, 2002

[Una gran mesa repleta de tubos de ensayo, probetas y cubetas humeantes está instalada en medio del escenario. Algunos tarros burbujeantes están puestos sobre pequeños fogones de llamas azuladas, y el olor que desprenden las sustancias que se evaporan es inclasificable, aunque agradable.
De repente, el protagonista irrumpe en el escenario vestido con una bata blanca y empieza la representación…]

– Somos pura química… Millones de reacciones químicas se desencadenan en nuestro interior y gobiernan nuestro cuerpo y mente… Si es así, si realmente dependemos de nuestros índices de hemoglobina y aminoácidos… ¿Alguien sabe cual es la fórmula química que desencadena el amor? Vamos a ver… [El actor coge uno de los recipientes y empieza a llenarlo con líquidos y cucharadas de extraños polvos.] Azúcar, especias y cosas bonitas… Oh no no no… Eso es para crear una Supernena, y me faltaría una dosis accidental de sustancia X… :)

Estos días están siendo un constante devenir de recuerdos por mi mente. Y una de esas evocaciones en aparecer últimamente han sido mis “experimentos”: debía tener unos diez años cuando empecé mis incursiones en el lavadero y la cocina de casa en busca de componentes para desarrollar mis fórmulas químicas imposibles. Todo elemento líquido o en polvos era objeto de análisis (el color y el olor eran primordiales) y posteriormente formaba parte como integrante esencial del experimento en un bote de plástico de los que mi madre utilizaba para poner mi colonia: detergentes de todos los tipos, aceite, vinagre, mistol (todo un descubrimiento, sobretodo para hacer pompas de jabón desde el balcón), suavizante para la ropa, azúcar, sal… ¡Tuve mucha suerte de no descubrir la lejía!. Mención aparte tenía otra variante de mis experimentos, que consistía en rellenar los botes con colonias y perfumes de mil clases, para conseguir el perfume perfecto. Toda una odisea…

Tras añadir todos los componentes, la mezcla quedaba en maceración por tiempo indefinido en el lavadero. Bueno, indefinido no, ya que cuando mi madre lo encontraba no dudaba en tirarlo a la basura… ¡¡¡Oh gran error para la ciencia!!!

No recuerdo si mi meta con los experimentos era descubrir la fórmula química del amor, pero ojalá la hubiera encontrado… Estoy seguro de que faltaba más azúcar…


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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