Pretty On The Inside

El escenario aparece plagado de velas encendidas, dispersadas aquí y allá en sus tablas. Poco a poco el olor a cera se adueña del teatrillo, mientras que el refulgir de las llamas resplandece en el techo. El público se mantiene expectante ante la puesta en escena, y se impacienta por tardanza del protagonista, que llega tarde a su propia representación. Tras unos instantes de desconcierto y algún que otro abucheo, aparece el actor principal y empieza la función de hoy…

– Buenas noches estimada audiencia y una cordial bienvenida a los recién llegados del fondo… Hoy voy a comentaros algo que puede que os sorprenda. He hecho un descubrimiento que quizás cambie la concepción que tenéis del mundo y vuestras vidas hasta hoy. Tengo que anunciaros que…

… TODOS SOMOS PRECIOSOS POR DENTRO

El silencio reina en el ambiente, mientras el resplandor de las velas pinta sombras chinescas en la cara del actor.

– …Y no es que tengamos un bonito páncreas, o que nuestro hígado sea digno de estar expuesto en un museo…

Las sonrisas afloran entre el público. Empieza a hacer calor…

– …Simplemente, creo que todos somos especiales, y solo hay que rascar un poco en la superficie (a veces quizás un poco más) para ver que todos tenemos en nuestro interior algo que nos hace únicos en este mundo, y que hace la vida de los demás más agradable.
¿Cómo he llegado a esta deducción tan sorprendente? Pues ha sido esta mañana, mientras me tomaba un descanso hablando con la señora de la limpieza (la entrañable señora Josefa) y la mujer que recarga la máquina de café de la empresa (Blanca, de origen francés según nos ha contado). No podría contaros todo lo que hemos comentado, pero ahí emergió esa sensación, que tras mi visita a la cafetería para buscar provisiones, una de las dependientas me corroboró con su sonrisa.

Todos somos una llama en este destartalado teatro.
Cuidaos, mantened vuestro fuego encendido y soñad…