Weird fishes / Arpeggi
-Lleva toda la noche y toda la mañana lloviendo… Lo sé porque la he estado escuchando intermitentemente… Siempre me ha gustado la lluvia, pero hoy la noto más fría de lo normal… Una lluvia fina que por la noche ha sido torrencial y que ahora, aunque parezca inofensiva, cala en los huesos y remoja los pantalones más recios… Una lluvia que si sigue así podría llenar las calles de charcos, luego de ríos y acabar por inundarlo todo, provocando una Venecia inesperada en una ciudad que ruge con cada tubo de escape… Hoy esperaría cualquier cosa… Desde la ventana, todo es posible… Incluso que cruce una ballena frente a mí…
Miro a través del cristal y sigo viendo cómo cae una lluvia hecha añicos… Y me pregunto cómo se arreglan los desperfectos de un temporal… Cuál es la solución más rápida, o la más estable… Y por qué tipo de solución hay que optar en circunstancias así: la que alivie el dolor rápidamente o la que te proteja ante los arañazos por más tiempo… Entonces recuerdo el kintsukuroi…
Los japoneses son fascinantes en muchos aspectos… En otros, sinceramente, no puedo compartir sus ideales… Como siempre, no existe el todo en un humano… Me interesé por su filosofía cuando empecé a ver la televisión japonesa por Internet el verano del año pasado y empecé a empaparme de sus tradiciones… Y una de ellas es la de arreglar lo roto, algo que comparto con ellos, pero aplicando oro para unir las juntas de lo dañado, porque así lo que vuelve a estar entero lo hace con más valor… Cada grieta que aparece en la superficie es una experiencia vivida que debe ser valorada… Cada cicatriz que ha dolido, una que te hace más fuerte…
En esa situación es en la que me encuentro… Remendando lo roto con el oro más valioso que he podido encontrar… Mi ilusión… Y con mis deseos de que todo salga bien al final… Pero en estas circunstancias es fácil equivocarse… Dejar de ser uno mismo y mutar en aquel que esperan que seas… Decir algo cuando no es el momento… Y ese es el gran error en el que no debo caer…
Han sido unos días extraños… De cosas surrealistas e inesperadas… También de muchos hechizos nuevos; tantos que ahora mismo me abruman… Magia que tengo que dominar lo antes posible… Sólo necesito eso, confianza y esfuerzo… Unas cuantas cucharadas de esos dos ingredientes y sé que todo saldrá bien… Pero lo que siento ahora mismo, a este lado de la ventana, es algo de miedo… No puedo ocultarlo… Miedo a esta incertidumbre que hace que la lluvia pueda convertirse en mares o que se adueñe de mí y me bloquee… Aunque sé que me repondré de él y miraré adelante con confianza en unos días… Sólo necesito ser yo mismo… Me conozco…
Lo mejor de estos días fue volver a cantar… He estado toda la mañana en silencio, atando hilos invisibles y ordenando el futuro… Pero ahora necesitaba escuchar algo… Y canto y sigue lloviendo… No es culpa mía… Empezó a llover anoche…
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