Wooden Heart

[Sobre el escenario, varias sillas de madera aparecen ocupando casi todo el espacio de las tablas… Todas están encaradas hacia uno de los laterales del teatrillo… Saliendo a escena desde ese lateral aparece una chica de pelo castaño con un pequeño maletín en su mano… Se queda en pie en el pequeño espacio que ha dejado el ejército de sillas y con suma elegancia coloca el maletín sobre una de ellas. El público se pregunta cual puede ser el contenido de tan lujoso estuche… Seguidamente la misteriosa chica acciona los dos seguros del cierre y abre la tapa… Su interior está forrado de un terciopelo azulado intenso y esconde una preciosidad de madera de arce, pino y ébano que data de un par de siglos atrás…

Cecilia coge el violín y lo apoya en su hombro izquierdo con dulzura… Luego recoge el arco del estuche y se dirige al respetable… Por unos instantes cierra los ojos, pero seguidamente, sin dar tregua a la sorpresa del público, acomete una trepidante melodía… Sus dedos vuelan sobre las cuerdas al tiempo que el arco las frota a una velocidad endiablada… La sonata nº 3 de Ysaÿe viaja por el espacio de la sala como una auténtica tormenta… Su ímpetu es atronador, tanto como la belleza de los ya abiertos ojos de la intérprete, cuyo azul verdoso encandila al respetable tanto como la magia que desprende su compañero anaranjado… Todo fluye a través de sus manos y el torbellino de su música llega a enloquecer al público de tal forma que la última nota de la pieza les deja con la miel en los labios… El respetable irrumpe en una oleada de vítores y aplausos mientras la joven intérprete saluda haciendo una reverencia…

Mientras la ovación se desvanece, salta a escena un grupo de personas portando todas ellas pequeños maletines no tan lujosos… El último en aparecer es el actor principal, que lleva una preciosidad de violín de madera de un tono oscuro consigo… Todos ellos se sientan en las sillas dispuestas sobre el escenario y siguen atentamente con la mirada a la joven, que se coloca frente a ellos para dar inicio a una clase magistral… El grupo de alumnos calientan la madera de sus violines frotando las cuerdas con cierta inexperiencia… Una chica de mejillas pecosas coloca un pequeño atril metálico frente a ella y seguidamente saca un fajo de partituras para colocarlas en él… Al hacerlo se da cuenta de que se han traspapelado algunas, así que empieza a ordenarlas pacientemente… Algunos de los alumnos muestran su profesionalidad atreviéndose a tocar las clavijas de sus instrumentos… El resultado es una auténtica marabunta casi inaudible de chirridos que estremece a la audiencia del teatrillo… La profesora cierra los ojos durante un instante intentando evadirse de la realidad… Pero ésta le supera, así que toca con su arco sobre el atril que tiene más cercano llamando la atención de los alumnos, que dejan la afinación inmediatamente… Se hace el silencio y todos están listos para empezar… Bueno, casi todos, pues la chica de las pecas continúa con su tarea…

Cecilia marca con la cabeza el inicio, y mientras de su violín surge el sonido de cuerdas al aire más nítido, de los instrumentos de sus alumnos sólo parecen salir maullidos de gato espantado… Hikaru, con un elegante vestido negro de volantes mueve su arco concentrada en conseguir el sonido más delicado, aunque sin demasiado éxito… Un par de chicles parecen más interesados en otros temas algo más pegajosos y desaparecen tras las cortinas del teatrillo dejando sus violines sobre las sillas… La combinación del sonido de las cuerdas es devastadora, aunque el público entiende que se trata de absolutos principiantes y sonríen con sus progresos… La profesora marca el cambio de ejercicio y seguidamente los alumnos empiezan a pulsar las cuerdas intentando generar una escala de una octava sin arpegios… Por desgracia, a casi todos les faltan peldaños… :) Porque sí… La chica de las pecas continúa ordenando sus partituras sin parecer alterarle lo que sucede sobre el escenario… Jordi viendo su pocas posibilidades con el instrumento saca de su maletín un diminuto piano Bösendorfer y sigue la clase con él… Difteria, sacando la lengua, friega enérgicamente con el arco sobre las cuerdas en un intento desesperado de conseguir la maldita escala… De pronto una de las cuerdas se rompe ante su sorpresa… Ella deja de tocar inmediatamente coloca con cuidado el violín en el suelo, se incorpora y salta sobre él varias veces hasta hacerlo añicos… Luego abandona el escenario algo contrariada…
El actor principal intenta esmerarse en el ejercicio… Sus dedos se entorpecen entre sí y llegan a destiempo… Casi está a punto de enredarlos en un nudo imposible… Desesperado y con los dedos doloridos se pone en pie y se dirige a su profesora…]

– Mmmmm… Perdona Cecilia, pero creo que esto no está hecho para nosotros… Gracias por el esfuerzo… :)

[Cecilia asiente con la cabeza complacida… El actor principal deja entonces el instrumento sobre la silla y se dirige al respetable que ha aguantado pacientemente la clase…]

– Por mucho que ensaye no voy a llegar a tiempo de poderos ofrecer un concierto al violín en mi fiesta de cumpleaños… Es mañana jueves y aunque creí que no podría celebrarlo, estáis todos invitados… Habrá tarta y cubiertos de plástico para todos… :)

Espero que sea un buen día, pero el que se ha ido también ha sido algo especial… Anotad el día de hoy en vuestras agendas, pues hoy ha sido la primera vez que mi padre ha chateado por Internet… Y lo mejor es que parece que le ha gustado… ;)

[Profesora y alumnos abandonan el escenario… ¿Todos? No… Pues la chica de las pecas parece no haberse dado cuenta del final de la clase, sumergida en un mar de infinitos papeles… De pronto coloca el que tiene en la mano como primera página en el atril y recoge su instrumento para empezar a tocar… Su cara de asombro al verse sola sobre el escenario provoca las carcajadas del público…]