Leaving Here

enero 16th, 2006

[El protagonista salta a escena en pijama y mirando el reloj, sin percatarse de que en la sala el público ya ha llegado desde hace un rato… Al llegar al centro del escenario se detiene y en un fugaz giro sobre sí mismo se convierte en un torbellino del que es imposible distinguir qué sucede en su interior… De pronto el vendaval desaparece y el protagonista se hace visible vestido con un espléndido traje negro y con chistera… El actor se mira las mangas asombrado y se dirige al público…]

– Hola… Siento estar algo perdido estos días… Veréis, desde hace una semana vivo en una pequeña casa de 3 habitaciones con jardincillo… No es gran cosa, pero es lo que me pude permitir con el dinero que tenía ahorrado… El vecindario no está mal… Y no vivo solo… Tengo una perrita que se llama Cher (aunque yo no le he puesto el nombre, que conste) y que nunca está en casa porque se va a jugar con un gato callejero… Así que entra y sale de la casa cuando quiere… Menos mal que cuando falta ella a veces me visita una mofeta y no me da tiempo a aburrirme…

De lo que más orgulloso estoy es de la decoración de la casa… Tengo una pecera en el lavabo y frente a la tele un pinball y un jacuzzi que me regaló un genio encerrado en una lámpara… Aunque el otro día se me incendió la cocina, pero un bombero muy simpático llamado Fredy controló la situación en un santiamén… De todos modos he alejado los fogones del resto de la encimera… Más vale prevenir…
Puse una red de voleibol en el jardín, pero tuve que quitarla porque nadie venía a jugar… La cambié por una barbacoa y un banco que instalé en un cercado que hay junto a la casa, pero era un rollo eso cenar solo y en pijama ahí afuera, así que la acabé vendiendo también…

Desde hace una semana (y por su culpa) juego a Los Sims… Es divertido eso de jugar a ser lo que no eres… Al menos, es mejor hacerlo en un juego que en la realidad… Aunque muchos tienden a hacer lo contrario…
Lo peor de todo es que ayer conseguí Los Sims 2, y éste sí es peligroso… Que no me pase nada…

[De pronto de su cabeza surge un gran globo en el que se dibuja, en blanco y negro, un plato con una hamburguesa…

– Me voy… Creo que ha llegado la hora de la merienda…

[El protagonista introduce su mano en el bolsillo y saca con esfuerzo un gran rombo que coloca sobre su cabeza… El extraño rombo verdoso empieza a girar levitando sobre él mientras abandona el escenario haciendo gestos airados con los brazos y hablando en un lenguaje ininteligible…]


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    Un monstruo viene a verme
    (Patrick Ness)

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